El coordinador nacional de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, y los activistas José Pupo, Fernando González y Roilan Zarraga, continúan detenidos por sexto día consecutivo tras el asalto a las tres sedes de la organización opositora el pasado martes en Santiago de Cuba.
El sábado no permitieron pasar las medicinas a Ferrer, informó a DIARIO DE CUBA, Katerine Mojena.
El viernes, tras varios días incomunicado, Ferrer pudo recibir la visita de su esposa Nelva Ismaray Ortega Tamayo bajo la estrecha vigilancia del mayor Roberto, de la Seguridad del Estado.
"Fernando González y José Pupo aún no reciben medicinas, ni aseo personal. Alegan que no son familia nuestra para permitir pasar nada, pero es que la policía política sabe que ellos no tienen familia inmediata. No se les conoce", añadió la activista.
Mojena explicó que ambos son parte de los casos sociales que la UNPACU ha atendido.
"Vivían en la calle. Les recogimos (…) y por su buen comportamiento, les permitimos pernoctar en la sede de la organización y ayudar a atender a otros necesitados", declaró.
Ferrer, Pupo y González están en la unidad de instrucción penal conocida como Versalles. También allí se encuentra Zarraga, quien no estaba en la sede cuando ocurrió el operativo, pero que las autoridades apresaron en el lugar donde había pernoctado.
La opositora también informó que el viernes detuvieron a siete activistas al salir de la sede principal de la UNPACU.
"Las sedes siguen sitiadas por la Seguridad del Estado y la Policía. A los detenidos los multaron. A uno de ellos, un oficial lo despojó de una bolsa de arroz para cocinar a los necesitados de la comunidad y lo echó al suelo", denunció Mojena.
El viernes Carlos Amel Oliva, líder juvenil de la UNPACU, denunció que la policía política está ejerciendo presiones contra diversos activistas y ciudadanos para que acusen a Ferrer de causarle lesiones para fabricar un proceso judicial que justifique encarcelarlo.