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Derechos humanos

AI cree que la sucesión de Raúl Castro 'amplificará el diálogo entre todas las voces'

La ONG realiza varias recomendaciones al régimen en lo que presenta como 'Una agenda de derechos humanos para Cuba'.

Madrid

Amnistía Internacional (AI) cree que la llegada de "un nuevo liderazgo" a Cuba será una "oportunidad para el diálogo" y para "resolver restricciones sobre libertad de expresión y asociación" en la Isla que repercutirán en otras áreas de los derechos humanos.

"Sí se pueden resolver las restricciones que hemos visto, por más de 50 años, sobre libertad de expresión y asociación, veremos avances en otras áreas de derechos humanos", dijo en una entrevista con EFE Louise Tillotson, investigadora para el Caribe de AI, el día en que se publica el informe Transformar el enfrentamiento en diálogo. Una agenda de derechos humanos para Cuba.

La investigadora señaló que AI tiene "la esperanza de que este cambio en el liderazgo de Cuba, significativo a nivel simbólico e histórico, sea una oportunidad para amplificar el diálogo entre todas las voces".

Calificó la sustitución de Raúl Castro como "una oportunidad histórica" para transformar en un diálogo lo que ha sido tradicionalmente una confrontación entre voces de los disidentes y críticas.

La carta más barajada para reemplazar al general al frente del Gobierno es Miguel Díaz-Canel. Sin embargo, si se concreta, el primer vicepresidente ha dejado claro su postura contra quienes disienten. En un vídeo filtrado hace algunos meses se le vio la misma cara represiva del régimen que representa.

Tillotson recordó que la ONG que representa tiene más de 50 años documentando restricciones a la libertad de expresión en la Isla, las cuales han ido cambiando. En los últimos años se ha hecho uso del Código Penal como una forma represiva, con artículos que no son consistentes con normas internacionales, añadió.

Igualmente AI ha registrado las detenciones arbitrarias de corto plazo de activistas y el control que tiene el Estado sobre el sector laboral para acallar las voces críticas a través de despidos arbitrarios, con poca posibilidad de apelar.

Señaló que Cuba es uno de los pocos países en los que no se puede realizar activismo o trabajo en derechos humanos, porque grupos independientes, sindicatos y grupos de la sociedad civil "no pueden registrarse a nivel legal y además enfrentan hostigamiento".

Admitió que aunque en los últimos años AI ha visto "cierta apertura" y "algunos cambios", "es difícil saber si son estructurales".

Subrayó que en 2017 Cuba permitió dos visitas de relatores de la Organización de Naciones Unidas (ONU), "un paso importante", mientras que en 2015 hubo una visita de la Cruz Roja Internacional, lo que atribuyó a "pequeñas señales de que tal vez habrá una mayor apertura".

Sin embargo, AI nunca ha podido entrar a la Isla. Su solicitud más reciente data de 2016.

La investigadora explicó que el monitoreo por parte de organizaciones independientes de derechos humanos "no es algo para ponerse a la defensiva, sino algo constructivo".

Esa "falta de transparencia" que existe en Cuba "en todos los sentidos" podría ser remediada mediante una ley de acceso la información pública, añadió.

Esta "aportaría al desarrollo de una conversación sobre el futuro de Cuba", dijo.

Para Tillotson, el Gobierno de Cuba tiene una postura "bastante progresista" en temas LGBTI.

La hija del general Raúl Castro, Mariela Castro, es quien lleva estos temas desde el estatal CENESEX. La institución, sin embargo, apoya solamente a proyectos que monitorea directamente y que responden a los intereses del Gobierno. El matrimonio entre personas del mismo sexo y el reconocimiento legal de las familias homoparentales son dos de los principales reclamos de esta comunidad al Gobierno.

Otra de las demandas es el "apoyo explícito por parte de funcionarios públicos, diputados a la asamblea nacional y decisores de políticas hacia la condición de las personas LGBTI, así como el reconocimiento del acoso sufrido por este grupo, y disculpas públicas como única vía de reparación histórica".

Dentro de las recomendaciones que Amnistía Internacional realiza al Gobierno de la Isla en su más reciente informe están: "permitir la entrada de observadores independientes de derechos humanos, abrir el diálogo con toda la sociedad cubana y permitir la pluralidad de voces, y proteger al periodismo independiente para fomentar la pluralidad de opiniones".

También exige que se deje de utilizar el empleo para controlar la libertad de expresión, deje de socavar el derecho a la educación mediante el ejercicio de la censura y la discriminación, promueva la igualdad y evite la discriminación, entre otras cuestiones.

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