Los Juegos Olímpicos de París 2024 ya son historia desde el pasado domingo 11 de agosto, cuando se apagó la llama en Stade de France y se pasó el batón a los organizadores de Los Ángeles 2028. La cita de la capital francesa dejó gratos recuerdos para varios deportistas cubanos que acariciaron la gloria y se encaramaron en el podio bajo los cinco aros, algunos compitiendo para la delegación antillana y otros con el cartel de emigrados, representando a otras naciones.
Como suele suceder en estas lides, a los ganadores de medallas se les promete suculentos premios monetarios en distintos países. Unos ganarán más, otros menos, pero todos lograrán llevarse una porción de pastel por sus desempeños en París. Los cubanos no son la excepción, particularmente los que concursaron lejos de la alargada sombra del INDER y, por ende, del régimen de la Isla.
El caso más llamativo es el del saltador Jordan Díaz, quien en representación de España conquistó la medalla de oro en el triple masculino, con marca cimera de 17,86 metros y una impresionante secuencia que incluyó cuatro registros de más de 17,60, algo nunca visto en una final olímpica. En correspondencia, y como todos los campeones ibéricos en París, el habanero recibirá una prima de 94.000 euros, además de 50.000 dólares que la World Athletics otorgará a cada uno de los monarcas del atletismo en la Ciudad de la Luz.
De esta forma, Jordan Díaz sumará cerca de 150.000 euros por su brillante actuación, que le dio a España su primera corona en la historia del triple salto en Juegos Olímpicos. En la misma prueba, el podio lo completaron los también cubanos Pedro Pablo Pichardo y Andy Díaz, quienes tampoco representan ya a la Isla.
En el caso del santiaguero, no han trascendido cifras de un posible premio en Portugal, donde fue recibido como un héroe hace tres años cuando ganó el oro olímpico en Tokio. Sin embargo, las cosas ahora parecen haber cambiado, de hecho, Pichardo ha dicho sentirse "desmotivado por la falta de apoyo de las instituciones" y de su club (Benfica).
"Estoy un poco desmotivado. Son muchos problemas con el club, falta de apoyo de las instituciones, del Gobierno. Todo va a parar al fútbol. Somos atletas que tenemos que tener apoyo. Gracias a Dios que yo tengo un patrocinio de Puma. Estaba pensando en irme después de hoy, pero mi familia me dice que continúe. No sé qué pasará", dijo Pichardo hace unos días a los medios acreditados en París.
Quien sí se llevará una buena "mordida" económica será Andy Díaz, pues el Comité Olímpico Nacional de Italia destinó alrededor de 13 millones de euros entre becas y bonificaciones para los que subieran al podio en París. De esta forma, Andy recibirá la nada despreciable cifra de 45.000 euros gracias a su presea de bronce en el triple salto, donde superó dos veces su registro de la temporada en la final.
Un premio similar se embolsará el luchador Yasmani Acosta, quien consiguió la primera presea de la lucha chilena en la historia de los Juegos Olímpicos. El Instituto Nacional del Deporte acordó entregarle al gladiador del estilo clásico una prima económica de cerca de 40 millones de pesos, equivalente a 43.000 dólares, por su subtítulo en París, donde solo perdió en la final de los 130 kilogramos contra el estelar Mijaín López.
El matancero fue recibido como un héroe en Santiago de Chile por el presidente Gabriel Boric, quien le abrió las puertas del Palacio de la Moneda junto a la tiradora Francisca Crovetto, primera campeona olímpica de la nación austral.
"Esta medalla no es solo mía, sino de todos ustedes. Me sentía en deuda con ustedes", dijo a su llegada a Chile el gladiador cubano, que decidió establecerse en ese país sudamericano en abril de 2015 tras abandonar una delegación de la Isla.
Otro de los emigrados cubanos con medalla en París 2024 fue Wilfredo León. Miembro de la selección nacional de Polonia, el santiaguero se unió a Osmany Juantorena como los únicos voleibolistas cubanos de la rama varonil con una medalla bajo los cinco aros. El "Rey León" lideró la tabla de los mejores anotadores en la cita estival, pero no pudo evitar la caída de su equipo ante Francia en la final. De cualquier manera, se llevará una bonificación económica, pues Polonia entrega 65.000 dólares a sus medallistas de plata en estos Juegos Olímpicos, además de un diamante, un vale de vacaciones de una agencia de viajes, obras de arte y un apartamento en el área metropolitana de Varsovia.
Siguiendo la pista de los subtitulares cubanos en la Ciudad de la Luz, hay uno que levantó mucho revuelo. Hablamos del boxeador Loren Berto Alfonso, representante de Azerbaiyán, quien derrotó al camagüeyano Julio César la Cruz, una de las principales apuestas doradas de la comitiva antillana. Alfonso avanzó hasta la final, pero perdió contra un uzbeco. De cualquier manera, el pugilista pinareño fue recibido en suelo azerí por Ilham Aliyev, presidente del país y titular del Comité Olímpico Nacional, quien aprobó una espectacular bonificación económica para sus medallistas.
Loren Berto, por ejemplo, se llevará más de 117.000 dólares (200.000 manat, moneda local) por su presea de plata, mientras su entrenador, el también cubano Pedro Roque, recibirá cerca de 59.000 dólares.
Y ya que hablamos del deporte de los puños, válido recordar que los atletas no solo recibirán premios económicos de sus respectivas naciones, sino que se embolsarán jugosas cantidades a partir de la política de pagos en metálico que estableció la Asociación Internación de Boxeo (IBA) antes de los Juegos.
Por tal concepto, habría que adicionar 25.000 dólares al premio de Loren Berto, misma cantidad a distribuir de manera equitativa entre su entrenador y la Federación Nacional del país que representa. Por esta vía, también ganarán dinero (12.500 dólares) los medallistas de bronce Emmanuel Reyes (que se llevará asimismo los 30.000 euros que paga España a los terceros lugares) y Javier Ibáñez (Bulgaria). Junto a ellos también se llevarán un mordisco del pastel sus entrenadores Ernesto Aroche, Esteban Cuéllar y Joel Soler, todos nacidos en la Isla.
Por cierto, ellos no son los únicos que preparadores que "rasparán" algo de dinero por su trabajo en París. El experimentado entrenador Enrique Steinier estuvo con el equipo de Uzbekistán, que conquistó cinco coronas en la rama masculina. Esos cetros implican una ganancia de 250.000 dólares para la Federación Nacional de ese país y los preparadores que trabajaron directamente con los pugilistas.
En la misma cuerda están Raúl Fernández y Julián Cedeño, quienes se vistieron de largo con las tres medallas de oro y dos de plata que obtuvieron las peleadoras chinas. Ese botín deja un saldo de 200.000 dólares a repartir entre la Federación del país asiático y los entrenadores. A la lista hay que sumar a Pedro Luis Díaz, entrenador de la campeona olímpica argelina Imane Khelif.
Respecto a los pugilistas del equipo cubano, el cienfueguero Erislandy Álvarez, monarca de los 63,5 kg, recibirá (al menos en teoría) de la IBA la cantidad de 50.000 dólares. Además, la Federación de la Isla y los entrenadores del joven de 24 años se repartirán una cifra similar. Del resto de los exponentes de la armada antillana, Arlen López, se ganó 12.500 dólares por su bronce en los 80kg y dejará la misma cantidad en las arcas de la Federación para repartir equitativamente con sus preparadores, mientras Alejandro Claro (51kg) mereció el botín de 10.000 dólares pese a caer en cuartos de final.
Ahora quedará por ver si estos boxeadores pueden cobrar en Cuba sus premios sin "descuentos" del Gobierno y sin demoras, dos de los factores que más sufren los deportistas que mantienen sus vínculos con el INDER. Las dificultades para hacer transferencias hacia la Isla debido a las restricciones del embargo, y la burocracia de las instituciones cubanas para distribuir esas ganancias han sido los motivos principales de las dilaciones en otros momentos.
¡Son una vergüenza estos deportistas! En Cuba hubieran sido premiados con un diploma y dos pomos de aceite. ¿Para qué quieren más?