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Juegos Olímpicos

¡13 coronas!: el impresionante botín de los entrenadores cubanos en París

Si los entrenadores cubanos que trabajaron en los Juegos Olímpicos de París compitieran con sus atletas en una misma delegación, se hubieran ubicado en el Top-10 del medallero general.

La Habana
El entrenador cubano Yassen Pérez junto a la campeona olímpica dominicana Marileidy Paulino.
El entrenador cubano Yassen Pérez junto a la campeona olímpica dominicana Marileidy Paulino. El Nacional

Si los entrenadores cubanos que trabajaron en los Juegos Olímpicos de París compitieran con sus atletas en una misma delegación, se hubieran ubicado en el Top-10 del medallero general en la capital francesa, por delante de potencias como Italia y Alemania, e igualados con el fuerte escuadrón de Corea del Sur. Esta es una evidencia irrefutable del nivel y la calidad de los preparadores antillanos en un contexto de máxima rivalidad, donde su labor adquiere casi tanta relevancia como el rendimiento de los deportistas.

Si Cuba contara con todo ese potencial de entrenadores en su movimiento atlético, probablemente la situación del deporte en la Isla no fuera tan caótica y los resultados de la delegación en París hubieran sido mejores. Pero la pésima planificación del INDER, la mala atención y la desmotivación han empujado a muchos de esos preparadores lejos de las fronteras cubanas. Afortunadamente, otros países les han abierto las puertas y les han permitido brillar en un escenario rutilante como lo son los Juegos Olímpicos.

Pero hagamos un repaso de todos los entrenadores cubanos que ganaron un total de 34 medallas en París, divididas en 13 oros, 11 platas y 10 bronces.

Los dorados

Raúl Trujillo (lucha): Es el gran estratega detrás del quinto título olímpico de Mijaín López. Durante tres años diseñó al detalle una preparación que tenía como reto fundamental que el gladiador pinareño no competiría en ningún momento. Eso complejizó el camino y provocó dudas de especialistas y fanáticos sobre el estado de Mijaín, pero al final el plan rindió los frutos esperados. Trujillo también logró en París los bronces de Luis Orta y Gabriel Rosillo, tres medallas para una carrera al borde del colchón que ha llegado a su fin.

Iván Pedroso (atletismo): Sin Yulimar Rojas —lesionada—, quizás algunos pensaron que Pedroso podía irse de París 2024 sin colocar a ninguno de sus discípulos en el podio olímpico, pero de nuevo "El Saltamontes" cubano hizo magia y guio hasta la coronación al joven Jordan Díaz (España) en el triple masculino. Los consejos del entrenador para depurar la técnica del diamante de 23 años llevaron a Jordan a otro nivel y pudo destronar a Pedro Pablo Pichardo, monarca de Tokio 2020.

Enrique Steinier (boxeo): Uno de los hombres detrás de las cinco preseas doradas que ganaron los pugilistas de Uzbekistán, rey indiscutible del deporte de los puños en estos Juegos Olímpicos. Steiner, junto al santiaguero Julio Lee (no estuvo en París), han sido parte fundamental en el crecimiento cualitativo del boxeo uzbeco en los últimos años y esta edición estival es su mayor confirmación. Ningún país ganaba cinco coronas en el boxeo olímpico desde que Cuba lo hiciera en Atenas 2004 con Yan Barthalemy, Yuriorki Gamboa, Guillermo Rigondeaux, Mario Kindelán y Odlanier Solís.

Pedro Luis Díaz (boxeo): La figura de la boxeadora argelina Imane Khelif fue una de las que más atención generó en París, a partir de múltiples ataques por su género. A pesar de estar en el ojo del huracán, la pugilista reinó bajo la égida Díaz, un veteranísimo entrenador radicado en Miami desde hace más de una década.

Raúl Fernández y Julián Cedeño (boxeo): China fue la gran dominadora en los cuadriláteros parisinos en la rama femenina, donde coronó a tres boxeadoras, mientras dos quedaron en plata. Fundamental en esa cosecha ha sido el aporte de Fernández y Cedeño, quienes llevan tiempo trabajando en la nación asiática, el primero de ellos como jefe de preparadores. Precisamente, el estelar Yordenis Ugás, uno de los pugilistas antillanos más exitosos en el profesionalismo, catalogó esta semana a Raúl Fernández como el mejor de los entrenadores cubanos amateurs.

Yassen Pérez (atletismo): Ninguna corredora cubana ha ganado una medalla olímpica en los 400 metros planos, pero este entrenador nacido en la Isla ya suma dos podios en citas estivales en dicha prueba. Yassen ha sido el guía perfecto de la dominicana Marileidy Paulino, plata en Tokio 2020 y oro en París 2024. El habanero ha recibido todo el crédito de su alumna, que lo tiene en un pedestal.

Rolando Acebal (boxeo): Su trabajo ha sido cuestionado en los últimos años, en los que Cuba ha perdido muchos pugilistas. Sin embargo, el jefe de la selección nacional aportó otra corona a la delegación de la Isla con el fogoso Erislandy Álvarez, y ya son cuatro Juegos Olímpicos consecutivos con al menos un título bajo su tutela. De cualquier manera, al boxeo siempre se le exige más y el saldo de un oro y un bronce (Arlen López) parece complicar su continuidad al mando del equipo nacional.

Los plateados

Filiberto Delgado (lucha): Yusneylis Guzmán le dio a Cuba su primera medalla olímpica (plata) en la lucha femenina, y Milaimys Marín (bronce) también subió al podio en París. Detrás de ambos triunfos está la mano de "El Puli", como se conoce al destacado entrenador, que ahora ya forma parte de la historia de la lucha cubana.

Jorge Pichardo (atletismo): Las autoridades del atletismo cubano no querían que Pedro Pablo Pichardo tuviera a su padre como entrenador, y ese fue uno de los principales motivos por los que decidió emigrar. Varios años después, Jorge ha llevado a su hijo a ganar el título olímpico en Tokio y la plata en París compitiendo bajo la bandera de Portugal.

Jorge González (lucha): Su nombre está en un sitial de honor para la lucha en Ecuador. En 2017 llevó a Lucía Yépez hasta el bronce mundial en la categoría de cadetes, y ahora la ayudó a ganar la plata en París, donde solo perdió con la estelar japonesa Akari Fujinami. Esta es la primera medalla de Ecuador en la historia olímpica de la lucha.

Ernesto Aroche y Esteban Cuéllar (boxeo): una plata y un bronce fue el saldo del boxeo español en París, donde estos dos entrenadores dejaron su huella como asistentes de Rafael Lozano.

Jorge Luis Atencio (judo): México nunca había ganado una medalla en la historia del judo en Juegos Olímpicos, hasta que Prisca Awiti se llevó la plata en París. Detrás de su éxito estuvieron los consejos de Atencio, quien lleva más de 20 años trabajando en la nación azteca.

Pedro Roque (boxeo): Después de ganar ocho medallas en Beijing 2008, Roque perdió su puesto como jefe de entrenadores del equipo nacional cubano, heredado del gran Alcides Sagarra. Su pecado fue no llevarse ningún título en la capital china. Entonces emigró y se estableció en Miami, donde ha triunfado en el profesionalismo. La guinda del pastel de su carrera ha llegado en París bajo la bandera de Azerbaiyán, con el subtítulo de Loren Berto Alfonso, verdugo de Julio César la Cruz.

Néstor Almanza (lucha): Yasmani Acosta fue uno de los protagonistas cubanos en París al llegar hasta la final contra Mijaín López y darle a Chile la primera medalla de su historia en los colchones olímpicos. Uno de los máximos responsables es Almanza, quien ha dado vida a la este deporte en la nación austral durante los últimos años.

Luis Mariano González y Humberto Orta (boxeo): Francia quedó a las puertas de sumar dos coronas en los cuadriláteros de Roland Garros, pero Billal Bennama y Sofiane Oumiha no pudieron superar sus respectivos escollos finales. No obstante, los entrenadores cubanos devolvieron al país galo al medallero (dos platas y un bronce) del boxeo en Juegos Olímpicos tras irse en blanco en Tokio.

Los bronceados

Joel Soler (boxeo): En una nueva experiencia olímpica, el habanero logró un metal de bronce gracias a Javier Ibáñez, otro cubano emigrado que estuvo a punto de llegar a la final, pero una polémica decisión de los jueces en semifinales lo privó de discutir la corona.

Armando Hernández (boxeo): República Dominicana ganó dos preseas en el boxeo de París, las mismas que tenía en toda su historia en esta disciplina bajo los cinco aros. Hernández ha sido uno de los grandes artífices de estos éxitos (dos bronces) luego de casi 20 años trabajando con distintas generaciones de pugilistas en la nación quisqueyana.

Arturo Yanes (lucha): Ningún luchador de Puerto Rico subía al podio en Juegos Olímpicos desde Río 2016, pero la racha no se extendió más allá de París 2024 gracias a Sebastián Rivera, bronce en los 65 kg con la conducción del entrenador cubano, quien hace más de una década trabaja en el país boricua.

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