Los Vegueros de Pinar del Río y los Leñadores de Las Tunas se enfrentarán a partir del próximo domingo en un duelo inédito por el título nacional del campeonato cubano de béisbol.
Con la etiqueta de mejor equipo del año, después de una etapa clasificatoria impresionante, los occidentales regresan por sus fueros luego de no poder acceder a la postemporada el año pasado y concluir ubicados en el puesto 14, incompatible con sus resultados históricos.
Los pinareños no se coronan desde 2014, cuando estaban dirigidos por Alfonso Urquiola, y quiso el destino que una década después su hijo Alexander fuera el encargado de llevarlos otra vez a la discusión de la corona.
Este equipo, uno de los clásicos de la pelota nacional, es el segundo que más trofeos guarda en sus vitrinas, con un total de diez, ocho de ellos obtenidos en el siglo pasado.
Ahora, después de liderar la fase regular con 50 victorias e imponer un récord al derrotar a sus 15 rivales en los pareos individuales, Pinar del Río batió a Sancti Spirítus en cuartos de final y en semis a los peligrosos Industriales, un elenco que venía de firmar una remontada épica, al vencer en siete partidos a Santiago de Cuba ganando cuatro juegos consecutivos.
Los Leñadores de Las Tunas, vigentes monarcas nacionales, saldrán a defender su trono con un equipo inferior al que se proclamó campeón el año pasado, pero con una ofensiva capaz de solventar sus problemas en el montículo.
Así doblegaron a Ciego de Ávila y Granma, este último ocupante del segundo escaño en la etapa clasificatoria, a quien le conectaron nueve cuadrangulares y le anotaron 42 carreras en los seis desafíos que duró el enfrentamiento semifinal.
Conocido con el sobrenombre de "La Pesadilla Oriental", este fue un equipo perdedor durante sus primeras cuatro décadas de fundado, pero en los últimos seis años subió cinco veces al podio de premiaciones y obtuvo los dos campeonatos que exhibe en su palmarés.
Con estos antecedentes, esta final tiene pronóstico reservado, aunque los Vegueros gozan de un cuerpo de lanzadores superior, que concluyó segundo en efectividad en la etapa regular.
La motivación con la que llegan a esta instancia y el apoyo que reciben de sus fanaticadas, únicas que lograron llenar los estadios en esta postemporada, complejizan los vaticinios.
El duelo, que ganará el primero que acumule cuatro triunfos, comenzará en casa de los pinareños con desafíos diurnos los días domingo y lunes, para luego trasladarse al estadio de Las Tunas, donde para suerte de atletas y aficionados sí funciona el alumbrado artificial.