Los 'regalos' de Cuba al atletismo español

Al amanecer del 23 de agosto de 1999, España no había ganado ni una sola medalla de oro en el campo y la pista de los Campeonatos Mundiales de Atletismo. Hasta esa fecha, sus títulos (cinco) eran obra de los marchistas y maratonistas, pero todo estaba por cambiar en el Estadio Olímpico de La Cartuja. En el templo sevillano, la cubana Niurka Montalvo corría y aterrizaba en la arena una y otra vez, calentando para lograr un salto dorado que pasaría a la historia como uno de los grandes triunfos del deporte español.

Han pasado casi 25 años y todavía la cubana Montalvo es la única campeona española en el campo y la pista de los Mundiales de Atletismo. Su aventura en Sevilla fue impresionante, con un brinco de 7,06 metros que persiste como récord nacional de la nación ibérica en la longitud femenina. En la final le ganó el pulso a la italiana Fiona May, la mejor saltadora de la época y con quien ya había sostenido duelos vibrantes durante su etapa en la selección nacional cubana. 

Como es de suponer, Niurka pasó a ocupar un lugar muy relevante en la historia del atletismo en España; incluso, tras su retiro fue nombrada secretaria autonómica del Deporte de la Generalitat Valenciana. Pese a su cartel bien ganado tras el título mundial de 1999, la habanera no pudo competir en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, cuando estaba en la cumbre de su carrera, pues autoridades deportivas cubanas vetaron su participación. 

"Lo viví muy mal porque te preparas durante un ciclo completo y las oportunidades para participar en unos Juegos Olímpicos y llegar en un momento de forma ideal son pocas (…) y que razones extradeportivas hayan sido la causa de la exclusión de unos Juegos Olímpicos. para los que estaba destinada a disputar es bastante frustrante", dijo Montalvo hace unos años en una entrevista a la periodista Patrizia Bernardi.

Para 2004, Niurka sí logró representar a España en los Juegos de Atenas, aunque ya no era la misma de temporadas atrás y ni siquiera pudo superar la ronda de clasificación. Por fortuna para la comitiva ibérica, en la capital griega emergió otro cubano, también en el salto de longitud, y le dio una medalla de bronce. Hablamos de Joan Lino, quien llevaba alrededor de cuatro años sin competir desde que se mudó a Europa. 

Siendo prácticamente un desconocido, Lino se apareció en Atenas con marca personal de 8,32 m y escoltó en el podio a los norteamericanos Dwight Phillips y John Moffitt. Ese fue, sin dudas, su momento de gloria, aunque no podemos olvidar que solo unos meses después ganó el oro en el Campeonato Europeo bajo techo con brinco de 8,37 m, y en el propio 2005 fue cuarto en el Mundial al aire libre de Helsinki, Finlandia. 

Además de Joan Lino, hay otras medallas con sabor cubano de las 16 que ha obtenido el atletismo español en Juegos Olímpicos. La más reciente de ellas la obtuvo en Tokio 2020 la triplista Ana Peleteiro, quien nació en Galicia pero es entrenada por el estelar Iván Pedroso. 

"Iván ha sido la persona que ha confiado en mí, que me ha sacado de la mierda absoluta (…) Era un juguete roto, literalmente. Confió en mí, me agarró y me dijo: 'Lo vamos a hacer. No sé si será aquí, en cinco o diez años, no sé cuándo será, pero vamos a hacer algo grande juntos", dijo en una conferencia de prensa la saltadora, tras su bronce en la capital nipona. 

El otro caso es el de Orlando Ortega, vallista cubano que decidió no regresar a la Isla tras el Mundial de 2013 en Moscú y se estableció en España, donde despegó definitivamente. En principio, no podía representar a su país de acogida hasta noviembre del 2016, pero recibió un permiso especial y pudo competir en Río 2016. 

"De corazón muchas gracias, gracias a España por esta nueva oportunidad en mi vida y mi carrera, la aprovecharé al máximo", dijo Ortega en Facebook, tras recibir la nacionalización, y cumplió con su palabra. 

En la urbe brasileña, Orlando Ortega se convirtió en el primer vallista español con una medalla (plata) en Juegos Olímpicos. 

El cubano Ortega ostenta el mejor resultado del atletismo español en estas citas. En Río de Janeiro, la suya fue también la mejor ubicación de un exponente de ese deporte nacido en Cuba.

Después de esa experiencia, también fue bronce en el Europeo de Berlín 2018 y en el Mundial de Doha 2019. 

Otros deportistas nacidos en Cuba aportaron medallas o puntos (al llegar a las finales) a España en eventos de campo y pista al más alto nivel:

• El saltador Luis Felipe Méliz fue plata en el Europeo de 2012 en Helsinki.
• El discóbolo Frank Casañas fue quinto en los Juegos de Beijing 2008 y séptimo en Londres 2012, además de quinto en el Europeo del 2012.
• La corredora Indira Terrero fue bronce en el Europeo de 2014 y Zúrich y plata en la cita continental bajo techo de Praga 2015 

La lista de exponentes del atletismo cubano que han representado a España es más larga. Ahí están los casos de la maratonista Yesenia Centeno, el discóbolo Maikel Martínez, el saltador Lysvanys Pérez, la jabalinista Nora Bicet o el vallista Yidiel Contreras, aunque ellos no tuvieron experiencias exitosas representando a la nación ibérica.

Por mantenerse en esta misma línea triunfal y seguir los pasos de Orlando Ortega o Joan Lino en Juegos Olímpicos, otros dos cubanos vestidos con la chamarreta ibérica apuntan a París 2024 con aspiraciones de podio: el triplista Jordan Díaz y la jabalinista Yulenmis Aguilar.

Jordan es el actual recordista español del triple salto. El 26 de junio de 2022 llegó hasta los 17,87 m como colofón de una contienda excepcional, en la que sobrepasó los 17,60 m en cinco competencias diferentes. Una lesión limitó su progresión en 2023, pero este año ya mostró las uñas en la temporada invernal, con un estirón tope de 17,52 m. 

"Me hace mucha ilusión representar a España en mis primeros Juegos. Me siento muy agradecido y estoy muy cómodo aquí. A partir de estos Juegos es donde siento que comienza mi verdadera historia", aseguró al diario AS la pasada semana.

Yulenmis, por su parte, tiene el mejor registro mundial (63,90 metros) de 2024 en la jabalina y acaba de recibir la nacionalización española. La bayamesa, que compitió con Cuba por última vez en los Centrocaribe de Barranquilla 2018 (ganó bronce), ahora es una de las cartas de triunfo para la comitiva ibérica en París, y allí tiene una meta clara: "Defenderé los colores de España como si hubiera nacido aquí".   

Pero este fenómeno no es solo cuestión de presente, sino también de futuro. Por ejemplo, el saltador de longitud cubano Lester Lescay está esperando su nacionalidad española y es posible que pueda competir por España en temporadas venideras. El joven solo tiene 22 años y ha sobrepasado la barrera de los ocho metros en las dos últimas campañas con el Club Deportivo Méliz Sport, guiado precisamente por el cubano Luis Felipe Méliz.

Lescay, sobrino de la triplista Mabel Gay y dueño de resultados relevantes en categorías inferiores (campeón olímpico de la Juventud en Buenos Aires 2018 y plata mundial Sub-18 en Nairobi 2017), no tiene opciones de competir por España hasta abril de 2025, pero luego de esa fecha puede ser una carta muy interesante para la armada atlética de la nación hispana, que debe apostar por él de cara a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, si mantiene su ascenso.