Hemos seguido con una lupa la temporada actual del pitcher Johan Oviedo en Grandes Ligas, especialmente, porque ha sido el mejor abridor cubano en este 2023. No obstante, después del Juego de las Estrellas, su rendimiento ha dado un paso más para convertirlo en el mejor lanzador de los Piratas en ese lapso.
Pues sí, Johan Oviedo está en su temporada de "consolidación" y si sus números no son impresionantes, el hecho de que se haya consolidado en una rotación sí lo es. Antes de observar las claves de su éxito, veremos algunos apuntes de su contienda:
Ha logrado un récord personal de entradas lanzadas (154.1) y esa es la segunda mayor cantidad para un abridor de los Piratas en esta campaña, solo es superada por las 163.2 de Mitch Keller. En la era de StatCast (desde 2015) o de la revolución de datos en MLB, solo cuatro lanzadores cubanos han lanzado 150 innings o más.
José Fernández (182.1) en 2016
Ariel Miranda (160.0 IP) en 2017
Néstor Cortés (158.1) en 2022
Johan Oviedo (154.1) en 2023
Tenga en cuenta que las cargas de trabajo en ese lapso se han reducido y que 25 salidas por temporada es una cifra muy buena para un lanzador. Oviedo ha sumado 27 aperturas y aún le deben quedar cinco o seis en septiembre. Eso lo convertiría en el abridor con más aperturas en un año desde el 2015 (32 o 33). El máximo hasta ahora es 29: Miranda (2017) y Fernández (2016).
Oviedo está entre los pitchers de equipo que más entradas han lazado desde 2015
Solo ocho lanzadores de los Piratas desde el 2015 han logrado una temporada con al menos 150 entradas lanzadas y una efectividad de (4.20) o menor. En la lista hay nombres importantes:
Gerrit Cole (2015)
Iván Nova (2017-2018)
Mitch Keller (2022-2023)*
A.J . Burnett (2015)
Jameson Taillon (2018)
Francisco Liriano (2015)
Johan Oviedo (2023)*
Trevor Williams (2017-2018)
Las temporadas de Keller y Oviedo aún no terminan. Eso significa que todavía pueden aumentar la efectividad sobre el límite que estamos filtrando.
Si son ocho lanzadores en ocho años, la media es uno por temporada. También los abridores de Pittsburgh tuvieron la séptima mayor efectividad combinada en ese lapso (4.58) y el cuarto mayor WHIP (1.38). No es sencillo lanzar en un entorno perdedor y los Piratas fueron terribles en todo ese tiempo, su récord fue de (721-604).
La segunda parte de la temporada es aún mejor
Desde el Juego de las Estrellas, el capitalino ha registrado la quinta mayor cantidad de innings lanzados (54.0) para un abridor de la Liga Nacional. Al mismo tiempo, fijó la novena mejor efectividad (3.17) entre los lanzadores calificados de su circuito. Otra de las claves de su éxito en la segunda parte es como ha reducido su BABIP, que no es más que el promedio de las bolas puestas en juego (.189).
Según la base de datos de Baseball Reference, Oviedo es el único lanzador de los Piratas que en la era de StatCast ha lanzando al menos 50 innings con una efectividad de 3.20 o menos y un BABIP por debajo de .200 en una segunda parte de la campaña.
De manera general Oviedo no está logrado el éxito de una manera asombrosa. No es un lanzador que ponche sobre la media, tampoco tiene un gran control, pero al menos está logrando que no le peguen tan fuerte. Eso se correlaciona con su tasa de jonrones permitidos, la cual se encuentra por debajo de la media (2.4% es su tasa y la media es de 3.1%).
En cuanto a su repertorio, lo más importante es que modificó algunos de sus lanzamientos. Por ejemplo, la recta de cuatro costuras la está soltando en un punto más alto que el año pasado; al mismo tiempo, le agregó más movimiento horizontal. El enfoque que más me gustó fue el de su curva, aumentó su uso en cinco puntos (10.8% a 15.8%) de un año a otro y sacrificó un poco de movimiento para lanzarla con más velocidad.
Su slider sigue siendo muy bueno. Es el pitcheo con el que más poncha y por eso lo está lanzando más con el bateador en conteo de dos strikes que en 2022. Al igual que con la curva, aumentó la velocidad, pero de (85.7 millas a 88.2).
El promedio de bateo en contra de sus lanzamientos de slider es de (.209) y el de la curva es de (.210). Ambos logran inducir fallas alrededor del 30% del tiempo. Eso quiere decir que sus picheos secundarios están funcionando bien junto a su recta. Finalmente, está golpeando más los bordes de la zona.
Como dijimos al principio de la columna, la temporada de Johan Oviedo no es exuberante y quizás llegue a serlo, pero lo importante es que terminó consolidándose después de tres años. Esperemos que este sea el despegue de su carrera.
