El saltador de altura Luis Enrique Zayas rozó el podio en el torneo del Campeonato Mundial de Atletismo de Budapest, Hungría, con un salto de 2.33 metros, que constituye su mejor registro de la temporada.
El campeón panamericano de Lima 2019 no salía entre los favoritos, en una competencia en la que los principales candidatos al podio eran el catarí Mutz Essa Barshim, campeón en Londres 2017, Catar 2019 y Oregón 2022 —a la postre medallista de bronce en esta edición— ; el estadounidense JuVaughn Harrison, dueño de un registro de 2.35 metros este año, que superó en este torneo por un centímetro para terminar segundo, y el italiano Gianmarco Tamberi, quien compartió el oro olímpico con Barshim en Tokio 2020 y ahora se llevó el título en Budapest 2023.
Otros serios aspirantes al podio eran el sudcoreano Sanghyeok Woo y el ucraniano Andrii Protsenko, plata y bronce en Oregón.
Zayas llegaba a esta final con una marca personal de 2.31 m, alcanzada en junio pasado y una ronda clasificatoria que despertaba muchas dudas sobre su desempeño en la final. El representante de Cuba acumuló varios fallos y necesitó diez saltos para estar entre los 13 finalistas.
También en este desenlace tuvo fallos en sus primeros saltos, sobre alturas asequibles. Sin embargo, cuando la varilla se estuvo a 2.33, una marca que solo había rebasado bajo techo y que constituye su mejor resultado histórico, el cubano realizó el despegue de su vida y logró superarla.
Con este registro, Zayas subió al cuarto puesto y mejoró el sexto lugar que alcanzó en la edición pasada, de la que Cuba se despidió sin medallas por primera vez desde que participa en estos certámenes.
La otra representante de la Isla que intervino en una final en esta jornada del Mundial fue la discóbla Slinda Morales, que en junio pasado realizó un disparo de 65,06 m que constituyó marca personal y le dio el boleto directo a Budapest.
Sin embargo, en este evento no logró acercarse a esa marca y estuvo incluso por debajo del envío de 62.76 m de la clasificación.
Ahora solo pudo llevar el disco hasta los 62.31 m en el primer envío y no logró mejorar la marca en sus posteriores salidas.
Esta competencia fue dominada por la estadounidense Laulauga Tausaga-Collins, quien en su penúltimo chance lanzó el implemento hasta los 69.49 metros, superando a su compatriota y favorita Vallarie Allman (69.23), que hasta el momento dominaba el evento, y a la china Feng Bin (67.18).
Para la cubana Morales, que cumplirá 23 años en una semana y ya se coronó en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe, haber obtenido su pasaje directo al Mundial y haber clasificado a una final es un gran resultado.
Morales se convirtió en la primera figura del lanzamiento de disco femenino de Cuba tras la fuga de Denia Caballero, en junio pasado.
La campeona mundial en 2015 y subcampeona en 2019 siguió los pasos de su otrora compañera de equipo Yaimé Pérez, quien en julio de 2022 abandonó la delegación cubana que acudió al Mundial de Oregón.