Como suele suceder en las lides de máximo nivel del atletismo, Cuba tendrá mucho protagonismo en el Campeonato Mundial de campo y pista que ha comenzado este sábado en Budapest. La Isla cuenta con una delegación de 20 exponentes que buscan regresar al podio tras perder la ruta de las medallas en Eugene 2022.
Hoy, durante el primer día de competencias, el periodista deportivo Boris Luis Caberera Acosta reportó que Lázaro Martínez y Cristian Nápoles se clasificaron para la final de triple salto, a pesar de no lograr la marca que les aseguraba el pase directo. El discóbolo Mario Díaz, campeón de los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, no pudo clasificarse para la final de su disciplina.
Otro grupo importante de atletas y entrenadores también competirán en la capital húngara bajo la piel de otras banderas. Esto se ha vuelto tendencia en una cantidad nada despreciable de torneos internacionales, en los cuales deportistas y preparadores cubanos aparecen representando a otros países con notables resultados en algunos casos. El atletismo nos ha dejado varios ejemplos durante los últimos años, siendo Pedro Pablo Pichardo el más significativo de todos. El triplista, nacionalizado portugués, ganó los Juegos Olímpicos de Tokio y el Mundial de Eugene, además de consolidarse como uno de los mejores saltadores bajo la égida de su padre y entrenador, Jorge Pichardo.
Otro caso llamativo es el del vallista largo Yasmani Copello, quien desde el 2014 compite por Turquía. Bajo la bandera de la nación otomana ha registrado sus mejores resultados en eventos de máximo calibre, como lo evidencia su bronce olímpico en Río de Janeiro 2016, la plata en el Mundial de Londres 2017 y tres podios en Campeonatos Europeos, incluyendo el título en Amsterdam 2016.
Pero la historia no se limita solo a los deportistas, también los entrenadores cubanos han dejado su huella lejos de la Isla. Sin dudas, la referencia obligada en este punto es para Iván Pedroso, quien ha moldeado a una estrella como Yulimar Rojas, recordista del orbe, campeona olímpica, triple titular mundial y dos veces ganadora de la Liga de Diamante. Tras la sombra de la excepcional triplista venezolana ha estado la mano de Pedroso, quien se ha consolidado como uno de los mejores preparadores del atletismo en la actualidad, muy lejos de las tierras cubanas.
Tanto Pedroso como Copello estarán en el Mundial de Budapest, no así Pichardo, quien sufrió una lesión de última hora y no podrá defender su corona del pasado año. A pesar de la ausencia del triplista, la representación de cubanos que competirán por otros países en la capital húngara es notable y la resumimos a continuación.
Arialis Gandulla (Portugal/100 metros planos)
La velocista de 28 años compite por Portugal desde el 2019 y en Budapest vivirá su segunda experiencia mundialista, tras concursar por Cuba en los 200 metros de la cita del orbe de Beijing, en el 2015. Gandulla se presentará ahora en el hectómetro, prueba en la que ha logrado sus mejores registros en la presente temporada.
Hace tres meses, en el estadio Universitario de Lisboa, la cubana detuvo los cronómetros en 11,17 segundos en los 100 metros, la mejor marca para una corredora portuguesa en el 2023 y la tercera en la historia de ese país europeo. De todas las corredoras lusas, solo Lorene Dorcas Bazolo ha corrido más rápido (11,10 y 11,15 en el 2021) que Gandulla, quien se ubica entre las 35 chicas más rápidas del planeta en el presente año.
Alexis Copello (Azerbaiyán/Triple salto)
Un caballo de mil batallas no detiene su marcha. A sus 38 años, Copello se convertirá en el triplista cubano más longevo en un Campeonato Mundial, pero lo hará compitiendo bajo la bandera de Azerbaiyán, nación a la que ha representado desde el 2017. Está por ver hasta dónde podrá llegar el antillano en Budapest, teniendo en cuenta que su temporada del 2023 ha sido bastante floja, de hecho, su mejor marca es de tan solo 16,12 metros.
Copello ya ha visto pasar sus mejores tiempos. La última vez que superó la barrera de los 17 metros fue el 7 de marzo del 2021, cuando logró 17,04 en los Campeonatos Europeos bajo techo en Polonia. Al aire libre, su último estirón más allá de los 17 metros fue precisamente en la final del Mundial del 2019 en Qatar, donde llegó hasta 17,10 y ancló en la séptima posición. Parece difícil que vuelva a llegar tan lejos.
Yasiel Sotero (España/lanzamiento del disco)
Contrario a Gandulla, Copello y Pichardo, el discóbolo Yasiel Sotero nunca compitió por Cuba, pues su familia se estableció en España cuando él solo tenía 13 años. En Gran Canarias se formó y desde allí ha conseguido escalar hasta convertirse en el especialista de referencia para la delegación hispana en Budapest, donde vivirá su debut mundialista.
Sotero tiene marca personal de 64,68 metros, lograda este mismo año en el Meeting Iberoamericano de Huelva, donde estableció récord nacional para España en la categoría Sub-23. Ese resultado le dio un boleto directo al Mundial, un premio espectacular luego someterse a una operación a corazón abierto a inicios del 2022 para solucionar un problema arterial que podía traerle complicaciones en su carrera de alto rendimiento.
Yasmani Copello (Turquía/400 metros con vallas)
Su presencia en los Mundiales de atletismo ha sido constante desde Beijing 2015 hasta Eugene 2022. Ya no es el mismo que alcanzó tres finales del orbe de manera consecutiva, con un subtítulo incluido en el 2017, pero sigue luchando en las pistas, lo único que ha hecho desde su irrupción como corredor de impacto hace más de 15 años.
En Turquía, donde se estableció en el 2012, ha dejado huella y no solo por las medallas. Copello es el recordista nacional de los 400 con vallas en la nación otomana gracias a un crono de 47.81 en el Olympiastadion de Berlín, el 9 de agosto del 2018, hace ya cinco años.
Los entrenadores
Como ya habíamos comentado, en Budapest varios preparadores cubanos estarán trabajando con deportistas de otras naciones. La figura de Iván Pedroso acapara las miradas por su vínculo con Yulimar Rojas, pero "El Saltamontes" también funge como entrenador de las saltadoras españolas Fátima Diame y Tessy Ebosele, quienes tendrán como objetivo principal incluirse en la final.
Ni Diame ni Ebosele aparecen entre las mejores 20 rankeadas del mundo en la presente temporada, pero no se puede descartar el milagro a manos de Pedroso, quien tendrá como cuarto discípulo en el torneo a su compatriota Alexis Copello.
Mucho más alejados del foco mediático aparecen otros entrenadores cubanos de excelentes resultados que también estarán en Budapest, como repasó el periodista Raúl Rodríguez en sus redes sociales. Entre los más destacados está Yaseen Pérez, quien trabaja con la corredora dominicana Marileidy Paulino, segunda de la temporada en el escalafón de los 400 metros.
La quisqueyana es la gran favorita para dominar la vuelta al óvalo en Budapest luego de confirmarse la baja por lesión de la estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone. Ellas son las dos únicas que han bajado de los 49 segundos en 2023, en el caso de Paulino con un 48,98 en Los Ángeles que representa récord nacional para su país.
Por otra parte, Ismael López Mastrapa continúa trabajando con el jabalinista trinitario Keshorn Walcott, doble medallista olímpico y campeón de Londres 2012, también bajo la égida del preparador cubano, a quien se unió en el 2009. Ya sus prestaciones no son las mismas, pero este año ha logrado mantenerse en el Top-8 del orbe con registro de 85,85 metros.
De acuerdo al repaso de Raúl Rodríguez, los otros entrenadores cubanos que participarán en el Mundial con atletas de otras naciones son Nelson Gutiérrez, Justo Navarro, Yoandry Betanzos, Alejandro Laberdesque, Frank Casañas, Osmany García, Lázaro Paz, Julio Prado, Ramón Breto, Orlando Meneses y Luis Small.