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Boxeo

Namibia Flores, la boxeadora que entregó su talento a la Revolución y ahora sueña con emigrar

'Quiero darle alas a mi deseo de ser entrenadora de boxeo. He sufrido depresión en este proceso de espera', dice en entrevista con DIARIO DE CUBA.

Madrid
La boxeadora cubana Namibia Flores. DDC TV
La boxeadora Namibia Flores.
La boxeadora Namibia Flores. El Español

La boxeadora cubana Namibia Flores es conocida fuera y dentro de Cuba por su constancia y habilidad en un deporte en el que la participación femenina que fue oficializada en la Isla a finales del año pasado.

"Yo siempre he escuchado que el boxeo femenino no se había aprobado en Cuba porque Vilma Espín lo catalogó como un deporte para hombres. Creo que repetir eso me ha costado mi soñado puesto de entrenadora, por el que he luchado toda mi vida", dijo Flores en entrevista con DIARIO DE CUBA.

La boxeadora, que ha pasado toda su vida preparándose para formar parte de "la Revolución del boxeo en Cuba", ha regalado sus años creyendo en "la idea que nos han inculcado de amor a nuestra bandera. He visitado muchos países y siempre he regresado. Ahora lo que pasa por mi cabeza es emigrar a otro país, y darle alas a mi deseo de ser entrenadora de boxeo, porque aquí, por lo visto, no será. Yo soy licenciada y estoy lista para el próximo paso".

Cuando en diciembre de 2022 el INDER oficializó el boxeo femenino en Cuba, Flores vio por fin luz al final el túnel. Trabajó de entrenadora en la selección de Guanabacoa, consiguió excelentes resultados, recibió diferentes llamadas que auguraban un puesto como entrenadora de la selección "de las muchachas que competirían a nivel internacional, pero no pasó nada".

Flores se entusiasmó tanto que se compró una moto para llegar temprano a un trabajo que nunca le fue asignado, aun siendo un referente del boxeo femenino cubano en países como Brasil, en donde planea reinventarse.

"En este proceso de espera sufrí depresión, se me cayó el pelo, perdí peso por el estrés y perdí a mi pareja. No puedo dejar que lo que más yo amo, que es el boxeo, me destruya. He dejado de ser la entrenadora de Guanabacoa para ir a los gimnasios, seguir preparándome y ayudar a las personas que me necesiten, un niño, un atleta, un extranjero".

Sobre el papel que han hecho las boxeadoras femeninas en los juegos centroamericanos, Flores opina que, en general, "han demostrado que son guerreras. Se ven deficiencias técnicas, pero todavía no es tiempo para que las boxeadoras cubanas demuestren una buena habilidad. Antes de ir (a competir), las muchachas estuvieron haciendo sparring en el lugar a donde voy. Las vi un poco cansadas y es por la carga de entrenamiento, no estaban acostumbradas a esa intensidad. Estaban haciendo sus vidas cotidianas, y esos seis meses seguidos las agotaron".

La infancia de Flores no fue color de rosa. Creció en una familia disfuncional por lo que su crianza estuvo a cargo de su abuela. Su hermano y ella se trasladaban constantemente de La Habana a Matanzas y "a cada rato nos emancipábamos".

"Ya cuando yo estaba en la secundaria nos mudamos a Granma y empecé a practicar el taekwondo. Más tarde regresé a La Habana y mi abuelita me empezó a dar más amor al verme más centrada, se empezó a sentir orgullosa de lo que yo hacía", recuerda.

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2 comentarios

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Profile picture for user Ex-cubano

púdrete en la mierda que ayudaste a mantener, pídele a la robolucion lo que desees y ella te dará lo que mereces.

Nunca olfateo las diferentes fragancias o vio los colores llamativos en algunos de su recorrido fuera de la cárcel prisión que es Cuba. Qué mentalidad. Qué pena.