"Miami es muy cercana porque está repleta de cubanos, pero no es Cuba. En esta ciudad hay una tendencia a que la gente te diga lo que te va a suceder (…) Es un terreno con espacio para todos los artistas que hemos venido. Le estoy muy agradecido a Miami, sobre todo por el público. No hay una estructura para entrar en la televisión en cuanto llegas, pero sí hay espacio, a partir de tí mismo, para crear y mostrar lo que quieras hacer", dice el actor cubano Alberto Pujol en entrevista con DIARIO DE CUBA.
Pujol, conocido por su trabajo en Día y noche, Los pájaros tirándole a la escopeta y El capo, entre otras películas y series, empezó a actuar a los ocho años de edad y asegura que lo disfrutó mucho, hasta que empezó la adolescencia.
"Actuar me daba pena. Cuando comencé la adolescencia pensaba más en la noviecita, los pepillos y eso de irme el fin de semana y que me reconocieran en la escuela por el papel de El sastrecillo valiente no me gustaba mucho", recuerda el actor, quien apostó en un inicio por la música, pero "era pésimo como instrumentista, no tenía posibilidades".
Lo que decidió que Alberto Pujol entrara en los hogares de muchos cubanos a través de sus papeles como actor fue que "en la Escuela Nacional de Artes (ENA) no se impartiera matemáticas. Eso marcó mi decisión", dice entre risas
"En la ENA me di cuenta de que había más personas que tenían las mismas inquietudes artísticas que yo y se expresaban de la misma forma. Entendí que era normal que yo quisiera ser actor".
Sobre los personajes a los que ha dado vida, el actor dice: "cuando me he revisado a mí mismo, creo que no me parezco a ninguno; sin embargo, les he dado mi corazón y he tratado que sean míos o yo sea de ellos".
"Hubo un personaje que sobrepasé por mi inmadurez y juventud y fue el de Los pájaros tirándole a la escopeta. No pude entender la situación que tenía el personaje de Emilito. No podía aceptar que mi mamá se casara con mi suegro. Recuerdo perfectamente los trabajos de mesa para meterme en la cabeza que todo es posible, pero yo no lo podía entender porque la imagen que me venía a la cabeza era la de mi madre casada toda la vida con mi padre. Ese es mi patrón. Creo que era muy celoso; aún lo soy", dice el actor.
Alberto Pujol, que además de actuar pinta y dirige, tiene varios proyectos entre manos. "Ahora estamos presentando la obra Huevos rotos en el centro cultural español. Es muy simpática. Estamos allí todos los viernes y sábados. Esta obra es muy importante para nosotros porque nos permite el ejercicio teatral. A veces la tecnología nos absorbe y nos olvidamos de que somos actores", dice. También está dirigiendo la serie humorística Los escachados, que, avisa, se estrenará muy pronto.
Colombia significó mucho para Pujol. "Necesitaba explorar otras cosas. Yo siempre he sido muy desconfiado y decía 'el Tavo es muy famoso, pero déjame ver si yo no fuera el Tavo, qué pasaría conmigo como persona y actor', y eso en Cuba no podía lograrlo de ninguna manera", dice el actor, y no descarta regresar algún día al país sudamericano para participar en algún proyecto.
Pujol protagonizó en 2020 la serie El sucesor, producida por DIARIO DE CUBA.
Es un buen actor, honesto, anticastrista, y le deseo lo mejor