El equipo de México dijo adiós al V Clásico Mundial de Béisbol luego de caer ante Japón, en un partido en el que estuvo a solo tres outs de llegar a la final por primera vez, y en el que una vez más el cubano Randy Arozarena resultó clave para mantener vivas las esperanzas del conjunto.
Los dos pitchers abridores, Patrick Sandoval por México y Roki Sasaki por Japón, mantuvieron el abrazo a cero en el marcador, hasta que en la parte alta del cuarto episodio Luis Urías disparó un jonrón con dos compañeros a bordo, según el reporte de The Sporting News.
Pero Japón no tardó mucho demostrar que no por gusto se coronó en las dos primeras ediciones del Clásico y llenó las bases en el quinto. Con dos outs en la pizarra, Kensuke Kondoh conectó una larga conexión que estaba destinada a ser, como mínimo, un extrabase y darle el empate a los nipones, pero se interpuso el guante de Randy Arozarena. El jardinero cubano de los Rayos de Tampa protagonizó otra gran atrapada en el torneo para preservar la ventaja de su equipo y la posibilidad de discutir por primera vez el título del Clásico.
La jugada de Arozarena en los jardines solo retrasó el empate de Japón, que llegó en el séptimo por cuadrangular de Yoshida, con dos corredores en las almohadillas.
El jardinero cubano devolvió la ventaja a México en el octavo al embasarse por doblete y pisar el home, impulsado por Alex Verdugo. Este anotó después, gracias a un imparable.
Los asiáticos se acercaron nuevamente en el octavo, pero los mexicanos llegaron al noveno inning con ventaja de una carrera. Cuando solo tres outs los separaban de la final frente a Estados Unidos, el estelar Shonei Ohtani abrió con doblete y el pitcher de México regaló boleto a Yoshida.
En esta situación, Munetaka Murakami empuñó el madero y dejó a México en el campo con un doble que remolcó la carrera del empate y la de la victoria japonesa.
Esta noche, el loanDepot Park de Miami será escenario de la discusión del título del Clásico entre Japón, que saldrá a buscar su tercera corona, y Estados Unidos, vigente campeón, que derrotó a Cuba en la semifinal del domingo en un partido muy diferente al disputado entre mexicanos y japoneses.
Estados Unidos consiguió una victoria aplastante de 14x2 sobre el equipo cubano, que solo horas después de la derrota retornó a la Isla, donde los peloteros fueron recibidos como héroes y paseados por el Gobierno.
Para México se acabó el sueño de estar en la final, pero el equipo firmó una gran actuación al ubicarse por primera vez entre los cuatro grandes.
El desempeño del cubano Arozarena ha tenido un gran peso en ese resultado. Fue el Jugador Más Valioso de su grupo eliminatorio y en seis juegos conectó nueve hits, de ellos seis dobles, además de un jonrón. Lo más importante es que fue capaz de batear en los momentos oportunos, cuando su equipo lo necesitaba.
Además, Arozarena resultó oportuno a la defensa, con atrapadas que fueron cruciales para su equipo. Su fildeo en el octavo inning frente a Puerto Rico fue calificado como "la jugada del Clásico". El manager del equipo, Benjamín Gil, la catalogó como la mejor jugada "del deporte mexicano".
Horas antes del partido con Japón, Arrozarena descartó jugar con Cuba en un futuro. Ya antes había dicho que ninguna autoridad de la Isla se le había acercado, pero que de todas formas tenía claro que quería jugar con México.
Nacido en La Habana, el pelotero de 28 años eligió adquirir la nacionalidad mexicana puesto que fue en ese país donde se le abrieron las puertas para salir de Cuba y encontrar una mejor vida en Estados Unidos y en la MLB.
Arozarena llegó a Mérida, México, en 2016, donde jugó en una liga local, luego pasó a la Liga Norte de México y posteriormente llegó a la Liga Mexicana de Beisbol con los Toros de Tijuana. Gracias a que encontró la regularidad, desde estas ligas fue visto por scouts de las Grandes Ligas para dar el salto a la MLB.
"Para mí representar a México es un orgullo, porque cuando salí de Cuba ellos me recibieron con los brazos abiertos. Siempre dije que quería representar a México en un Clásico Mundial", comentó para MLB.com.
Ese juego lo perdio el manager de mexico. En el octavo no debio mandar al hombre pa home. Y luego en el noveno debio camina a Ohtani o pitchearle lo mas mal posible. En el baseball, como en el ajedrez, tienes que aprender a jugar finales. Yo queria que mexico avanzara pues ya japon ha estado en finales.
De todas maneras, esta noche seguro habra partidazo entre EU y Japan. Le voy a EU.
No me haga reir mr juan ...los buenos cubanos estan donde quiera...los "cubanos", como usted, tambien estan donde quiera...el incluirse usted entre esos "mejores" le quita veracidad a su afirmacion...por mucha supuesta libertad que tenga...
Sigues llorando no solo por la pateadura y el ridiculo de ese equipo de escalvos y sus amos, lo haces especialmente porque no te regalaron el bate revolucionario para autocomplacerte en las penurias socialistas.
Me perdí de ese partidazo. Lo dejé en 3 a 0 ganando los mexicanos y cambié de canal pensando que iban a ganar. Chancleta, los cubanos son grande en libertad, de ejemplo tienes a Randy Arozarena. Los mejores de esa nación estamos afuera, gracias a la libertad que tenemos.