La edición número 62 de la Serie Nacional de Béisbol de Cuba comenzará el próximo 22 de marzo y tendrá como principal característica la ausencia de integrantes del equipo nacional, durante buena parte del torneo.
El primer día, se enfrentarán los Cocodrilos de Matanzas y los Alazanes de Granma, en el estadio Mártires de Barbados, sede de los granmenses, vigentes campeones nacionales. También habrá actividad en otros siete parques del país.
La competencia cubana arrancará justo al día siguiente de que finalice el V Clásico Mundial de Béisbol (8-21 de marzo) y debe concluir muy cerca de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023 (23 de junio al 8 de julio), según informó el comisionado nacional de béisbol, Juan Reinaldo Pérez Pardo, al medio estatal Jit.
Además, coincidirá los V Juegos del Alba (abril) y un torneo de las Américas (mayo) clasificatorio para los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 (noviembre). Por ese motivo, los peloteros que integran el equipo nacional de béisbol Cuba serán extraídos durante el torneo, sin que las acciones de este se detengan.
Esto, sin dudas, afectará el desempeño de varios conjuntos y reducirá la calidad del campeonato, como sucedió el año pasado. La edición 61 de la Serie Nacional de Béisbol de Cuba estuvo marcada por la emigración de muchos peloteros y la contratación de otros —con el auspicio de la Federación Cubana (FCB)— en ligas profesionales alrededor del mundo.
Además de la ausencia de integrantes del equipo nacional durante buena parte de la Serie, en este momento, la FCB gestiona los contratos de más de 20 jugadores, según dio a conocer Pérez Pardo, presidente de esa entidad estatal.
En esta edición de la Serie Nacional, se jugarán 15 subseries de cinco partidos cada una. Ocho se disputarán en cuatro días y siete en cinco.
Esto significa que en cada subserie de cuatro días habrá un doble programa a siete entradas, exactamente en su segunda fecha.
Los cambios de sede se harán tras cuatro o cinco jornadas de juego y no habrá choques de ida y vuelta entre los equipos. Por ejemplo, Matanzas jugará sus cinco duelos ante Granma en Bayamo: tres como visitador y dos como home club.
El objetivo, explicó Pérez Pardo, es disminuir los viajes y optimizar recursos y tiempo. Se intenta que las selecciones no hagan largos cambios de sede, aunque algunos sucederán, y que no celebren más de tres subseries seguidas fuera de casa.
La celebración de programas dobles requiere de iluminación artificial en los parques cubanos, algo que no está garantizado ni lo estará en todos, según puede deducirse de las declaraciones de Pérez Pardo a Jit. El comisionado dijo que se trabaja para poder disponer de algunos estadios con iluminación artificial.
Sobre el reglamento de torneo, el metodólogo Carlos Martín dijo que no deben producirse cambios sustanciales, aunque se valoran cuestiones relacionadas al pitcheo para garantizar la adecuada relación trabajo-descanso.
La Comisión Nacional de Béisbol realizará un primer recorrido por todas las provincias de Cuba del 23 de febrero al 2 de marzo, para evaluar los estadios, ofrecer seminarios a comisarios técnicos, árbitros y sus supervisores, y revisar el reglamento y el calendario propuestos.
Del 6 al 11 de marzo se confeccionarán los equipos y del 10 al 20 se ofrecerá un curso de preparación online. Las temáticas incluyen la anotación y codificación del juego, el empleo de la zona de strike, la sicología del deportista y la preparación física, la ofensiva y el pitcheo.
Para los días 13 y 14 de marzo se prevé un curso presencial para directores y el 15 se desarrollará el congresillo técnico. Del 16 al 20, deben realizarse los actos de abanderamiento y la firma del código de ética. En esas fechas también deben declararse listos los estadios donde se jugará el campeonato cubano de pelota.
El 21 de marzo, los equipos se trasladarán para las primeras subseries, que comenzarán al día siguiente.
Ese uniforme es de mandarse a correr. No es más chillón y picú porque no puede. Claro, muy propio del ambiente que lo produce y lo ve con buenos ojos.