El doble campeón olímpico cubano Julio César La Cruz derrotó por nocaut técnico al argentino Juan Juárez, en la categoría de cruceros, para anotarse su segundo triunfo en el boxeo profesional, informa el medio estatal Cubadebate.
El combate, celebrado en el club El Porvenir de Quilmes, de Buenos Aires, había sido pactado a ocho asaltos, de acuerdo a una nota previa del propio medio oficial cubano, pero el acuerdo final parece haber sido que durara solo seis.
De todas formas, el cubano solo necesitó cuatro para liquidar a su adversario, que no pudo reponerse tras los tres primeros rounds, por lo que La Cruz fue declarado vencedor en el cuarto.
Antes de este enfrentamiento, Juárez exhibía récord de 20 victorias, 14 de ellas por nocaut, y siete reveses, por lo que los organizadores de la pelea lo consideraron un rival más adecuado para La Cruz que su compatriota Maximiliano Corzo (6-8-1), quien inicialmente sería el rival del cubano.
Para La Cruz, campeón olímpico en Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020, esta victoria se suma a la que obtuvo el pasado 20 de mayo sobre el colombiano Deivis Casseres, también por nocaut técnico, en la ciudad mexicana de Aguas Calientes.
En ese cartel, los Domadores de Cuba barrieron a sus oponentes en los seis combates, de los que solo uno llegó al sexto asalto reglamentario.
Ese cartel marcó el retorno de los púgiles cubanos a una competencia profesional, 60 años después de que Fidel Castro eliminara el profesionalismo del deporte nacional. Desde entonces, los boxeadores de la Isla habían mantenido en la categoría amateur, aunque en la práctica ya eran profesionales pues se dedicaban solo a su deporte y firmaban un contrato, mediante el cual recibían ingresos, como reconoció Ariel Saínz, subdirector del Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER), a principios de abril pasado en el programa televisivo Mesa Redonda, en el que se anunció la inserción de boxeadores cubanos en el circuito profesional.
Según explicó en ese programa Alberto Puig de la Barca, presidente de la Federación Cubana de Boxeo (FCB), los atletas "no firman un contrato con una bonificación correspondiente, pero sí cobran por sus peleas".
De esa bonificación, el púgil recibe el 80%, mientras el 20% va a la Federación para utilizarlo en función del boxeo. La FCB decide dónde y cuándo pelea, y aprueba a su rival. El contrato estipula, además, que el púgil debe retornar a Cuba, tras el combate.
Otro púgil cubano que pronto escalará el ring, en el circuito profesional, representando a la FCB, es Yoenlis Hernádnez, quien el próximo 2 de septiembre buscará su segunda victoria ante el mexicano Oziel Emmanuel Santoyo (13-2-1), un rival difícil, de acuerdo a Gerardo Saldívar, presidente de Golden Ring, empresa que gestiona la presencia de los Domadores de Cuba en estos carteles.
Los Domadores de Cuba han celebrado once combates, que han ganado de manera inobjetable. Esas victorias incluyen la de Billy Rodríguez, quien debutó con nocaut sobre el mexicano Miguel Ángel Luna, el pasado 20 de agosto.
Rodríguez decidió no regresar al país tras el combate, lo que demostró que ni la decisión de insertar a los boxeadores en circuitos profesionales basta para detener el éxodo en el deporte estatal cubano.
