Este domingo concluyó la fase clasificatoria del torneo cubano de béisbol para menores de 23 años y quedaron definidos los equipos que se enfrentarán en los cruces de semifinales a partir de la semana que comienza.
Los Vegueros de Pinar del Rio, los Azucareros de Villa Clara y los Leñadores de Las Tunas, alcanzaron sus respectivos boletos a semifinales al vencer a sus rivales en la última jornada, para unirse a las Avispas de Santiago de Cuba, que desde el sábado habían asegurado su presencia en esos cruces.
Este último equipo es el único dentro del grupo que ha logrado obtener la corona nacional, hazaña que han protagonizado en dos ocasiones.
Con apenas 15 partidos por equipo y con las selecciones divididas en cuatro zonas geográficas del país, esta VII edición pasará a los libros de récords como el campeonato nacional de béisbol más corto de la historia y, probablemente, el que más ha dejado en evidencia las deficiencias que aquejan al deporte nacional, motivo de orgullo para los cubanos en décadas pasadas.
Llamó la atención durante la etapa preliminar la baja ofensiva exhibida por la gran mayoría de los conjuntos participantes, algo que es usual en estas categorías. Sin embargo, esta vez los números cayeron a niveles escandalosos.
Un promedio colectivo de bateo de .230 Ave, con un cuadrangular conectado cada 114.6 turnos al bate, refleja la ausencia de buenos bateadores, en una liga donde los lanzadores no llegan a una velocidad de 90 millas por hora y tienen grandes problemas con el pensamiento técnico-táctico.
Estos serpentineros, no obstante sentirse superiores ante los tímidos maderos, concedieron 3.54 bases por bolas cada siete entradas de labor y casi propinaron un pelotazo por juego, números muy altos para estas edades.
Sin embargo, es en la defensa donde queda más al desnudo la poca preparación de esos muchachos, víctimas de los escasos partidos que han podido jugar en estos últimos años, al no poder realizarse este campeonato desde 2019, y estar suspendidos los torneos provinciales de primera categoría, donde podían adquirir un poco de oficio.
Sobran las palabras cuando vemos un total de 305 pifias en 118 desafíos de siete capítulos, para un bajísimo promedio defensivo de .958, sin contar todos aquellos errores mentales que no van a los libros de récords y que tanto afectan la belleza del juego.
Para los playoffs de semifinales de cinco partidos a ganar tres, quedaron pactados los duelos Pinar del Río-Villa Clara (líderes de los grupos A y B), y Las Tunas-Santiago de Cuba (ganadores de las llaves C y D), que comenzarán a partir del martes. Los dos primeros partidos se disputarán en los terrenos de Pinar del Río y Las Tunas, respectivamente.