Mentalidad ganadora, confianza en sí mismo y talento: esa es la fórmula a la que apuesta el pelotero cubano César Prieto. De la Serie Nacional de Béisbol a las Ligas Menores (MiLB), su objetivo no cambia: demostrar su calidad donde quiera que esté. Está es la historia de un pelotero que se ha ganado el corazón de la afición beisbolera de la Isla.
Lo conocí en los playoffs de la Serie Nacional 59. Prieto reforzaba a Matanzas, que se estaba midiendo en la semifinal del campeonato frente a Las Tunas. Es imposible olvidar cómo entrenaba antes de los partidos junto a Erisbel Arruebarruena. Ambos fildeaban rollings y, al mismo tiempo, realizaban increíbles jugadas.
En aquel entonces, trabaja para Tele Rebelde y me daban la posibilidad de conversar con los managers en el terreno. Antes de comenzar uno de los juegos, me acerqué al timonel de los Cocodrilos de Matanzas, Armando Ferrer, y le pregunté qué le parecía el rendimiento de Prieto. Me respondió: "sencillamente es un jugador muy bueno".
Prieto bateó dos jonrones y remolcó cinco carreras en la final para respaldar a Matanzas en su viaje hacia la cúspide del béisbol cubano. Al año siguiente, terminó segundo en la carrera por el título de Jugador Más Valioso e impuso el récord de más partidos bateando de hit en la pelota cubana ¡45!
Fui testigo de las veces que a Prieto le prometieron que le gestionarían un contrato en una liga extranjera. Jamás se lo cumplieron. La paciencia se fue agotando, hasta que se acabó.
Todo jugador quiere ir a un evento con su selección nacional. Prieto lo había hecho varias veces; pero ahora no se trataba de la selección, lo importante era su futuro y el de su familia. La suerte lo acompañó cuando se quedó en Miami antes de comenzar el clasificatorio olímpico, en junio de 2021. Después, se estuvo preparando en el norte de la Florida para firmar con una organización de las Grandes Ligas. Siete meses más tarde, estaba cerrando un acuerdo con los Orioles de Baltimore.
"Ahora soy un jugador distinto y he aprendido muchas cosas. Lo único que no cambio es mi mentalidad, la cual se basa en demostrar mi calidad donde quiera que esté", dice a DIARIO DE CUBA en conversación telefónica.
Lo que se presenció en la categoría A+ fue una muestra de su talento. Solo disputó 25 juegos y en ellos dejó un promedio de bateo de .340 y remolcó 20 carreras en 25 choques; además, disparó siete vuelacercas. La organización no lo dudo y lo subió a la doble A (la clase con más calidad de prospectos).
"Ahora entiendo por qué le dicen a la AA la clase más parecida a las Grandes Ligas. El nivel de estudio de los rivales es muy alto, y si no te preparas para cada turno no obtendrás éxito", precisa Prieto. Al llegar a la AA, bateó para .298 y puso la bola en juego con buen ritmo. En ese lapso, remolcó cinco carreras en 20 encuentros.
En los 16 choques posteriores ha registrado diez remolques en 16 partidos, pero su promedió ha descendido a .257. Se voló la barda en una ocasión.
"No es fácil rendir aquí", explica Prieto. "Yo me siento bien físicamente porque me he preparado duro, pero te afecta jugar todos los días. Llevo más de un mes jugador sin parar, a eso súmale que tenemos que enfrentar a diario lanzadores que tiran sobre las 95 millas o que tienen envíos que jamás hemos visto. Es complicado".
Aún así, la mentalidad del jugador de 24 años no cambia; sabe que pronto se consolidará y está dispuesto a rendir en cualquier escenario. "Uno de los métodos que tengo en cada partido es mi agenda de notas. En ella llevo apuntes de todos los lanzadores. Mientras mejor conozcas a los contrarios, más posibilidades tienes de ganar".
Interrogado sobre qué ha hecho para adaptarse al pitcheo de las Ligas Menores, Prieto responde que "la clave es entrenar y, cada vez que vayas a la maquina de batear, tratar de observar lanzamientos que no ves habitualmente".
"En Cuba vemos los mismos lanzamientos y en muchas ocasiones sin buena eficiencia. Aquí te debes preparar para cualquier cosa que te lancen", señala.
Otra de las cosas que el protagonista de esta historia ha tenido que aprender es a ser más versátil. Nunca antes había sido antesalista, y este año ha visto acción en tercera base en 19 ocasiones. "Dicen que es una posición que defiendo muy bien".
Saber adoptar varios roles es algo fundamental para un prospecto. Los equipos suben a los jugadores según las necesidades que tenga en el primer conjunto; entonces, si hace falta un pelotero que defienda tercera, segunda o el campocorto, Prieto podría ser una opción. "No descarto que pronto me enseñen a jugar en el outfield", dice.
El decimoprimer prospecto de la organización, según MLB Pipeline, sigue trabajando fuerte para cumplir su sueño; sabe que la única manera de ascender hasta el mayor nivel es jugando bien donde quiera que esté, "demostrado la calidad y el talento".
"Estoy enfocado, cada vez intento que las cosas me salgan mejor. No importa si hoy me fui de 4-0, mañana será otro día y responderé bien", afirma Prieto. "Siento que mi mentalidad ganadora no ha cambiado, pero jugar en Ligas Menores me ha hecho pensar como un profesional. Seguiré trabajando fuerte hasta que llegue a destacarme en Las Mayores. Jamás me rendiré".
Y llegarás con esa mentalidad y un poco de suerte lo lograrás pero recuerda que no es sólo llegar es mantenerse y eso se logra con disciplina y esfuerzo asi es en este país, ya eres un triunfador ahora a probarlo