Las autoridades deportivas cubanas impiden que el triplista Cristian Nápoles, finalista en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, intervenga en el Memorial Barrientos, que debe realizarse en los próximos días y en el que pretendía regresar a las pistas y hacer la marca para el Campeonato Mundial de Atletismo que tendrá lugar en julio, en Oregón, EEUU.
En entrevista con el medio deportivo Play Off Magazine, Nápoles, quien tras las olimpiadas solicitó la baja del equipo nacional de atletismo, aclara que no se separó de la Federación Cubana de Atletismo (FCA), porque quería continuar representando a Cuba en otros eventos. Por eso, deseaba competir en el Memorial Barrientos y buscar la marca que le permitiera asistir al Mundial en julio.
"Yo quería participar en el Barrientos porque, como siempre he dicho, yo pertenezco a Cuba, a la Federación y quería ir al Mundial a competir por mi país. Quería hacer la marca del Mundial de Oregón, que es 17.15 metros", cuenta a Play Off Magazine Nápoles, cuyo mejor salto es de 17, 38 metros, conseguido en 2019.
El atleta dio los pasos correspondientes para solicitar su participación y se comunicó con el comisionado de La Habana.
"Me contactó y me dijo que la comisión no quería saber nada de mí. Que no me dejaban competir. Eso también es por invitación, y me dijeron que yo no soy invitado al Barrientos", explica.
Cristian Nápoles fue campeón mundial juvenil en 2015 y se ubicó cuarto en el Campeonato Mundial de mayores de Londres en 2017. Un año después, se tituló en los Juegos Centroamericano de Barranquilla. También en 2018, quedó segundo en la Copa del Mundo de Pista Cubierta. En el Mundial de Doha, en 2019, se ubicó quinto. Era uno de los talentos del triple salto cubano junto a Yordan Díaz y Andy Díaz.
El primero abandonó una delegación cubana en España, antes de los Juegos de Tokio y ya es ciudadano de ese país, actual recordista nacional y líder mundial de la temporada con un salto de 17,77 metros, aunque aún no puede representar a su país de acogida en eventos internacionales.
El segundo Díaz, quien se lesionó en las olimpiadas, se fue de Cuba poco después y actualmente compite en Italia y ostenta la segunda marca de la temporada con registro de 17,64 metros.
Para Nápoles, la decisión de las autoridades deportivas cubanas es decepcionante, teniendo en cuenta que, en Cuba el deporte es derecho del pueblo, según el eslogan que pregonaba con orgullo el difunto Fidel Castro. Además, el atleta recuerda que no fue objeto de ninguna sanción y que dejó de integrar el equipo nacional por voluntad propia.
"¿Qué puedo explicar? ¿Qué más denuncia que esta? No me dejan competir en mi propio país, a pesar de que el deporte es derecho del pueblo. Y yo no fui sancionado, sólo pedí la baja del equipo nacional para seguir compitiendo por Cuba, y mira ellos cómo actúan", expresa a Play Off Magazine.
En una entrevista previa con el propio medio, Nápoles había explicado que el motivo de su solicitud de baja eran las desavenencias con la comisionada nacional de atletismo de Cuba Yipsi Moreno.
La ex martillista fue además la causa de que Nápoles dejara de tener a su padre, Juan Nápoles, como entrenador, en 2019, lo que afectó sus resultados.
El triplista también contó que, en una reunión, Moreno lo dio como posible desertor y solía describirlo como indisciplinado, por no someterse a decisiones de los jefes, que "querían hacer las cosas a su manera, sin consultar con nadie, y no se daban cuenta de que lastimaban a los propios atletas sin querer".
La comisionada, según el triplista, esperaba que los atletas compitieran lesionados y se ponía a sí misma como ejemplo a seguir.
"Ella (Moreno) ponía su ejemplo de cuando competía en algún evento con el tobillo vendado, y no se da cuenta de que eran otros tiempos. En otros países existe una mentalidad profesional, y aquí estamos a años de eso. Cada cual tiene su forma de pensar, lo admito, pero no puedo permitir que destruya atletas. Un atleta lesionado no compite", sentenció Nápoles.