Grandes Ligas y Preolímpico de las Américas: el béisbol como reflejo de Cuba

Me gusta Yara, me gusta Francia y Josefina del Mar

Benny Moré

La semana que terminó ayer fue discreta en los diamantes más brillantes. Como si los del caimán hubieran bajado maderos y cueros para ceder el protagonismo del béisbol nacional a ese Preolímpico de las Américas donde la selección diseñada por los camaradas ratificó nuestro decimonónico adagio: el béisbol como reflejo del país.

Consumado el ridículo de ni siquiera obtener una plaza para los Juegos Olímpicos, queda al desnudo la mentira del camarada mayor, aquella supuesta superioridá de "la pelota libre" sobre "la pelota esclava".

Varias generaciones de cubanos se creyeron la labia. Y ahora despiertan en medio de la pesadilla. Sin embargo, todavía les falta abrir el segundo ojo y darse cuenta de lo peor: el hecho de que la devastación en los diamantes —producto de esa ideología que nos guió directamente a lo arcaico, la miseria y el sálvese quien pueda— es igual de profunda que la de los derechos fundamentales, la economía y la vida de todos los que seguimos en la Isla.

El fracaso del sistema queda en evidencia, además, ante el éxito de sus componentes en otros entornos. Si los cubanos brillan en el plano individual a la vez que fracasan en el colectivo y el nacional, claro está que lo que no sirve es esa concepción de la política y del deporte diseñada e impuesta por los camaradas del pececé, con sus tropas de choque, sus organizaciones de masas, sus carnecitos y consignas, sus esbirros y pataletas, sus murales y sus panzas en un país famélico.

Los ejemplos sobran. Fuera de sus dominios —incluso en una semana discreta como la que acabó—, sí hubo cubanos que se lucieron.

El jueves, en su segunda apertura con los Rojos de Cincinnati, tatuado hasta el cuello, el habanero Vladimir Gutiérrez (1-1, 10IP, 6K, 5BB, 2.70) consiguió el primer triunfo de su carrera. Tiró cinco capítulos en los que apenas permitió dos limpias, recibiendo desde el jardín derecho el apoyo de un Nick Castellanos (.359, 12HR, 3B, 18 2B, 31RBI, 1.042OPS) que hiló racha de veintiún desafíos seguidos firmando inatrapables y sigue como líder de los bateadores, uno de tan solo tres con un OPS milenario.

Por su parte, del banquillo de los Angelinos llamaron el viernes a Raisel Iglesias (10S, 3.91, 23IP, 10ER). La ventaja a defender era mínima, 3 por 2. Corría el octavo capítulo y los cojines estaban llenos de marineros, sin out. Y como si fuera su admirado Duque Hernández en la Serie Mundial de 2005, el pinero se las arregló para colgar el cero —palomón a primera y par de ponches— y además regresó en el noveno para echar el cierre.

Chirrín, chirrán.

En el sur de Chicago, mientras tanto, Yasmani Grandal (.153, 9HR, 2 2B, 21RBI, .807OPS) continuó siendo un feliz enigma. Con su cubita de tinta en el antebrazo, el hombre apenas mueve el bejuco si no se la tiran por la canalita, y no abre la boca cuando habla. Los 45 boletos que lo convierten en líder del departamento son más que las 41 veces que ha abanicado la brisa. El jueves, eso sí, mandó una bola a 457 pies del home, y el viernes despachó dos más, en par de ganes de sus Medias Blancas sobre los Tigres de Detroit. Right, left y center, como el Benny cuando cantaba aquello de me gusta Yara, me gusta Francia y Josefina del Mar.

En cuanto a la forma que tiene de morder y partir las palabras, en un inglés incomprensible para cualquier antiguo vecino suyo de Güira de Melena, da igual, pues sus numeritos hablan clarísimo: con 3.25 de promedio de carreras limpias permitidas cada nueve entradas, esos serpentineros a los que guía desde detrás del plato son líderes en la Liga Americana, lo cual explica en buena medida ese primer lugar de las Medias Blancas en la división Central y el diferencial positivo de 85 carreras sobre sus oponentes.

Más allá, la semana dejó la mala noticia de la fractura de mano de Aledmys Díaz (.278, 3HR, 9 2B, 18RBI, .776) tras un pelotazo. Entre seis y ocho semanas no podrán contar los Astros de Houston con el de Santa Clara, que les ha cubierto todas las posiciones menos las de receptor y jardinero central.

Por último, mención a los hermanos Gurriel, Yulieski (.325, 8HR, 16 2B, 41RBI, .925) y el junior, Lourdes (.259, 5HR, 9 2B, 20RBI, .663OPS), enfrentados entre sí con Astros y Azulejos, la balanza decantándose por el mayor, con dos triunfos en tres duelos.

Recogiendo el bate y las pelotas

En resumen: las palmas de la semana para los dos rojos, para el que se creyó el Duque y para el enigma de Güira, los que, con sus actuaciones, evidenciaron que si la pelota y Cuba andan como andan, es por culpa de esos camaradas que, pa disimular, cada vez que pierden le echan la culpa a otros.

En total: nadie del caimán ha cerrado más duelos en el mejor béisbol del mundo que Aroldis Chapman (288) y Raisel Iglesias (116). Les siguen Danys Báez (114) y Diego Seguí (71). Kudos para ellos.

Nos vimos el lunes pasado, nos veremos el próximo.

Liga Nacional

ESTE: NY Mets (29-23), Atlanta (28-29), Filadelfia (28-30), Miami (25-33), Washington (24-32) CENTRO: Chicago Cubs (33-26), Milwaukee (33-26), San Luis (31-29), Cincinnati (28-29), Pittsburgh (23-35) OESTE: San Francisco (37-22), San Diego (36-25), LA Dodgers (34-25), Colorado (24-36), Arizona (20-41).

Liga Americana

ESTE: Tampa (38-23), Boston (36-23), Toronto (30-27), NY Yankees (31-29), Baltimore (21-38) CENTRO: Chicago White Sox (36-23), Cleveland (31-26), Kansas (29-28), Detroit (24-35), Minnesota (24-35) OESTE: Oakland (35-26), Houston (33-26), Seattle (30-31), LA Angels (27-32), Texas (23-38).