El boxeador cubano Enmanuel Reyes Pla, que con el objetivo de trasladarse a España pasó cuatro meses escondido en un piso en Moscú y otros tantos meses en centros de refugiados de Austria y Alemania, contó su historia al diario El Confidencial.
Reyes, nacido en el año 1992, llegó a integrar el equipo nacional de boxeo en Cuba, pero sentía que no tenía suficientes oportunidades en la Isla, por lo que decidió probar suerte en España.
Motivado por una parte de sus familiares, residentes en La Coruña, Galicia, el boxeador voló hacia Moscú y luego a Bielorrusia, donde estuvo un mes averiguando como entrar a la Unión Europea.
De Bielorrusia, al no encontrar una salida, regresó a Moscú, donde permaneció durante cuatro meses encerrado en un apartamento junto a su tío, que se había desplazado hacia el país euroasiático con el propósito de acompañarlo.
"En ese tiempo no pude salir del piso. Si me paraba la policía me iban a pedir dinero y si no se lo daba me subirían al coche y me dejarían en una carretera a 20 grados bajo cero, para que volviese andando. Ya les había sucedido a otros anteriormente", cuenta el púgil.
Fue una etapa difícil para Reyes Pla, que no podía entrenar. "Mi tío estuvo conmigo todo el tiempo y se encargaba de hacer las compras necesarias, porque ni eso podía hacer", contó al diario español.
El próximo paso fue trasladarse a Austria, donde pidió asilo político y permaneció recluido en un centro de refugiados. "Teníamos una pista para correr y también podía hacer sombra. Era mi entretenimiento durante los dos meses que pasé ahí", cuenta.
Tras salir de allí se desplazó a Alemania, desde donde intentó cruzar la frontera hacia Francia, pero fue rechazado por las autoridades migratorias, que lo enviaron de vuelta a un centro de refugiados. "Era más bien una cárcel. Me ponían las esposas, estaba en una celda… Pero teníamos un campo de futbol donde podía hacer sombra y correr un poco".
Dos meses más tarde lo regresaron a Austria. Fue entonces que decidió arriesgarse y tomar un vuelo hacia Barcelona, donde aterrizó sin mayores problemas y continúo hacia La Coruña con su familia.
Una vez en España contactó con la Federación de Boxeo, que lo recibió con los brazos abiertos y le ayudó a conseguir la nacionalidad, que le fue otorgada el 19 de enero de este año.
Reyes participó, en representación del país europeo en el preolímpico disputado en Londres, donde ganó su primer combate, pero inmediatamente se suspendió el torneo por el coronavirus.
"Estaba mentalizado y preparado para ganar el torneo y poder representar a España en los Juegos Olímpicos", declaró a la prensa española.
Para algunos especialistas Reyes Pla, todavía un desconocido en el país ibérico, es la "mejor opción de medalla en las próximas olimpiadas", aunque para ello primero deberá obtener una plaza en el preolímpico, que se reanudará entre febrero y marzo de 2021.
Con más de 200 combates "amateur" en su carrera, el púgil valora la posibilidad de saltar al profesionalismo luego del certamen de Tokio, aunque para ello reconoce que necesitaría un buen contrato, pues "en España el boxeo profesional está muy mal pagado para el riesgo que tiene", explicó.
Su caso es otro entre los tantos deportistas cubanos que con bajos salarios, malas condiciones y pésimos tratos por parte de las instituciones de la Isla deciden probar suerte en otros países, donde en muchas ocasiones son recibidos con los brazos abiertos.