podríamos
felices
tú,
amigo infeliz,
y yo
que puedo amarte
quizás
toda la vida
podríamos
felices
muchacha vitalicia
tú y yo
que dentro de mi
opacidad
alegre
te amaría tal vez
toda
pero como
guayaba y observo
que
probablemente nadie,
ninguno de los dos,
soportaría mi comer guayaba
muerdo guayaba
en mi mano derecha
y descorro semilla
a izquierda
lengua
o con labio inferior
semillitas saliva y restos
minúsculos restos
semidiluidos
de guayaba
veo mi mano llena
de esta clase de semillas
y creo que no podría
plena felicidad
felicidad con nadie
si no puedo comer
mi guayaba
sin provocar repugnancia
(sin mi tranquilidad y las dos manos ocupadas)
—téngase en cuenta que
cuando hablo de una guayaba,
me refiero
a una guayaba—
Lizabel Mónica nació en La Habana en 1981. Ha publicado Distintos modos de evitar a un poeta (El Quirófano Ediciones, 2012), antología generacional de los Años Cero, y el libro de poemas Hay palabras vulva (Editorial Casa Vacía, Richmond, Virginia, 2022), al cual pertenece este poema.