Íbamos a Zanja a comprar calandracas
criadas en
zanjas o desagües
para los peces de la pecera pasada
ahí mismo en Zanja se
zanjaban
el almuerzo del pasado
y los hábitos acuáticos
yo infeliz de la mano de mi padre
en la otra mano, calandracas
dentro de bolsita de nailon anudada:
movimientos ondulantes
de anélidos contaminantes
y cuanto agente patógeno posible
en nailito
colonia marrón flotante
mojoncito
mis padres me llevaban a comer
al restaurante El Pacífico, en Zanja
—un quinto piso—
nos la ponían en China
ni paz ni peces
ni manteles que salieran volando
El Pacífico
ya pecio en la
brisa
—Zanja declina hacia el mar—
servíannos sopa calandraca
mísera
y todos hacíamos de
calandracos
ínfimos y flacos
gusanos de
fango
flojo el paladar
mi padre se afilaba el
mostacho
—-de los muchos pelos alambrados sobre
el labio superior
afilado rastro calandrajo—
el mesero limpiaba nuestra
diatriba calandraca
con el calandrajo mugriento
éramos calandracos
hambrientos de
alimentos del acuarismo
en poema calandrajo.
Rosie Inguanzo nació en La Habana, en 1966. Escritora, actriz, performer, puede vérsele caracterizando a su alter ego, Eslinda Cifuentes, en las performances que realiza junto al violinista y compositor Alfredo Triff. Ha publicado la novela La Habana sentimental (Bokeh, Leiden, 2018), y los libros de poesía Deseo de donde se era (Nos y Otros Editores, Madrid, 2001), La vida de la vida (Hypermedia, South Carolina, 2018) y Baladas crueles (Ediciones Furtivas, Miami, 2023).