Con un tubo supremo de pintura rosada
pintaste un plano ameno, si bien faltó una mano.
En tus vastos brochazos desembocó un arcano:
a pincel pintoresco, disipación aguada.
La pintura es sorpresa que corta por lo sano
y es brutal peripecia que no resuelve nada.
El pigmento cereza en los dedos de un hada.
Tu paisaje aparece y se pierde en el llano.
Porque en cada fragmento, además de ilaciones,
hay certezas preciosas y precisas escamas
por donde mirar lejos a moradas regiones
de escénicos espejos que se van por las ramas.
En el centro: la rosa. Florecidas visiones
de un lienzo que oscurece y exhibe lo que amas.
Néstor Díaz de Villegas nació en Cumanayagua, en 1956. Ha reunido su poesía en Buscar la lengua. Poesía reunida 1975-2015 (Bokeh, Leiden, 2015). Vintage Español ha publicado su libro De donde son los gusanos. Crónica de un regreso a Cuba después de 37 años de exilio. Su libro Poemas inmorales aparecerá próximamente en España.