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Poesía

Eugenio Florit y Juana Rosa Pita hacen poemas con nombres de sitios cubanos

'…También hay nombres en Cuba/ que merecen recordarse./ Caimito del Guayabal,/ Tunas y Sagua la Grande...'

Boston
Río Cauto.
Río Cauto. Radio enciclopedia

 

Unos nombres

 

…También hay nombres en Cuba

que merecen recordarse.

Caimito del Guayabal,

Tunas y Sagua la Grande,

Bayamo, Guanabacoa,

Artemisa, Mantua, Baire,

Gibara, Camajuaní,

Güines, Palma, Puerto Padre,

los Jardines de la Reina,

Tuinucú, Jagua, Viñales,

Baracoa, Daiquirí,

Guanajay, Mayarí, Guane,

Hanábana, Sabanilla,

Manzanillo, Yara, Banes…

Siguen, mas para no hacer

esta lista interminable

suspendo mi relación

y me quedo en Almendares.
                                                   

Eugenio Florit

 

 

Otros nombres

 

...Cumanayagua me encanta.

Hay en Cuba aún más nombres

de los que una Navidad

recordó Eugenio Florit.

Miramar, Jatibonico,

Cienfuegos, la de mis primos,

Aguacate, Yumurí

y San Miguel de los Baños,

con su Loma del Jacán.

Cidra, Caibarién y Rodas,

Calabazar de La Habana,

Soroa, Escambray, Maisí.

Palmira (de los Padrón),

Cárdenas con sus cangrejos,

Bellamar, la de las cuevas,

y el Cauto que nunca vi.

Y dejo para el final

nombres de sacra fragancia:

Trinidad y Sancti Spíritus

cual Diván del Tamarit.
                                       

Juana Rosa Pita

 


Luego de leer el unamunesco poema de Enrico Mario Santí publicado hace unos días en este diario, he querido dar a publicar este poema de Eugenio Florit y uno mío en respuesta a su poema.

En diciembre de 1984 recibí una tarjeta de Florit con poema impreso, "Unos nombres", bajo el que, de su puño y letra, se leía: "Con un afectuoso saludo de/ Eugenio Florit/ Navidad 1984". Supongo que la imprimió para sus amistades. En algún momento la perdí de vista, y cuando di con ella dentro del librito más que centenario sobre la actitud de Robert Louis Stevenson ante la vida donde estaba escondida, ya habían pasado 30 años.

La alegría del hallazgo me hizo escribir el poema "Otros nombres", quizás por rescatar a Palmira, cuyo primer cine fue nombrado por mi abuelo paterno, Andrés Padrón.  JRP

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