Mídeme para un entierro
que mi lápida diga
de manera precisa, euclidiana
que soy tridimensional.
¿Y puede ser tan magra y pequeña la vida?
Mídeme en tiempo. Pero el tiempo es extraño
y quieto y desconoce regla o cambio
aparte de la muerte, y la muerte es nada.
Mídeme por mi belleza.
Pero la belleza es el primer nombre que la muerte
da a la vida, y la primera muerte de la vida,
una llama
que palpita, un amaranto
marchitándose, una y otra vez,
en la suave sombra de la muerte.
No me midas por mi belleza
que teme el conflicto.
Pues la belleza hace las paces con la muerte
a cambio de la deshonra y el eterno morir,
para seguir sobreviviendo a la vida.
Mídeme entonces por el amor, mas no…
pues recuerdo las veces que ella
buscó sus dimensiones en mí,
y partió, temerosa de que pudiera
adivinar qué ancha y alta era yo misma
y profunda y multidimensional, deslizando
mi escala sobre ella y demostrando así
ser ambas absolutamente nada.
Mídeme por mí misma
y no en tiempo o amor o espacio
o belleza. Dame esta última gracia:
que sea yo en mi lápida
cálculo de mí misma.
Pues no derribaría estas viejas creencias
para probar que fui sencillamente nada.
Dimensions
Measure me for a burial
That my low stone may neatly say
In a precise, Euclidean way
How I am three-dimensional.
Yet can life be so thin and small?
Measure me in time. But time is strange
And still and knows no rule or change
But death and death is nothing at all.
Measure me by beauty.
But beauty is death’s earliest name
For life, and life’s first dying, a flame
That glimmers, an amaranth that will fade
And fade again in death’s dim shade.
Measure me not by beauty, that fears strife.
For beauty makes peace with death, buying
Dishonor and eternal dying
That she may keep outliving life.
Measure me then by love–yet no,
For I remember times when she
Sought her own measurements in me,
But fled, afraid I might foreshow
How broad I was myself and tall
And deep and many-measured, moving
My scale upon her and thus proving
That both of us were nothing at all.
Measure me by myself
And not by time or love or space
Or beauty. Give me this last grace:
That I may be on my low stone
A gage unto myself alone.
I would not have these old faiths fall
To prove that I was nothing at all.
Laura (Riding) Jackson nació en Nueva York en 1901. Perteneció al grupo de Los Fugitivos, junto a Allen Tate, Merrill Moore y Robert Penn Warren. De 1926 a 1939 vivió en Inglaterra, y fue colaboradora y amante de Robert Graves. A principio de los años 40 dejó de escribir poesía por considerarla "inadecuada". En 1941 contrajo matrimonio con Schuyler Brinckerhoff Jackson, el editor de Time Magazine. Desde entonces hasta su muerte, en 1991, residió en Wabasso, Florida, dedicada a la filología y al cultivo de cítricos.