Hay mujeres que dicen:
Mi marido, si quiere pescar, que pesque
pero que limpie él los pescados.
Yo no. A cualquier hora de la noche me levanto,
ayudo a descamar, abrir, cortar y salar.
Estamos tan bien, solos en la cocina,
chocando codo con codo de vez en cuando,
él dice cosas como "Este fue difícil",
"brilló en el aire dando coletadas"
y hace el gesto con la mano.
El silencio de cuando nos vimos por primera vez
atraviesa la cocina como un río profundo.
Al final, los peces en las fuentes,
nos vamos a dormir.
Cosas plateadas aparecen:
somos novio y novia.
Casamento
Há mulheres que dizem:
Meu marido, se quiser pescar, pesque,
mas que limpe os peixes.
Eu não. A qualquer hora da noite me levanto,
ajudo a escamar, abrir, retalhar e salgar.
É tão bom, só a gente sozinhos na cozinha,
de vez em quando os cotovelos se esbarram,
ele fala coisas como "este foi difícil"
"prateou no ar dando rabanadas"
e faz o gesto com a mão.
O silêncio de quando nos vimos a primeira vez
atravessa a cozinha como um rio profundo.
Por fim, os peixes na travessa,
vamos dormir.
Coisas prateadas espocam:
somos noivo e noiva.
Adélia Prado nació en Divinópolis, Minas Gerais, Brasil, en 1935. Publicó su primer libro de poemas —Bagagem— en 1976, por recomendación de Carlos Drummond de Andrade, a quien le parecieron piezas fenomenales sus poemas. Su éxito como escritora, también en prosa, la hizo abandonar su carrera docente de más de dos décadas. Ha sido directora de un grupo teatral y funcionaria cultural. Este poema pertenece a su libro Poesia reunida (1991).