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Cine

La película olvidada sobre los marielitos vuelve a la vida

'Tent City' (1980), de la cineasta cubana Miñuca Villaverde, tendrá el estreno mundial de su versión restaurada en Punto de Vista, el Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, España.

Madrid
Fotograma de "Tent City" (1980).
Fotograma de "Tent City" (1980). Cortesía de Miñuca Villaverde

Debajo del elevado de la autopista interestatal I95, que corre de norte a sur de los Estados Unidos, justo donde termina La Pequeña Habana, en Miami, hubo un campamento de casas de campaña militares en 1980. Albergó a miles de emigrados cubanos del Éxodo del Mariel durante meses y el hábito lo bautizó como Tent City (ciudad de las carpas).

Pareciera que este, como otros tantos episodios de la emigración cubana, no fueron documentados como se debería. Pero allí estuvo, por su cuenta y riesgo, Miñuca Villaverde, una cineasta cubana emigrada 15 años antes, quien registró esos cuerpos extraños, emergidos del trauma, descolocados en su pobreza y diferencia en EEUU, después de ser estigmatizados, tildados de escoria en su patria, ahora extraterrestres en un mundo nuevo.

Aquello que los reportes de noticias de la época observaron como un zoo humano desde el otro lado de la cerca, Miñuca lo convirtió en asunto propio. Entabló amistad con esos cubanos extraños, que cantaban canciones desconocidas para ella y traían noticias de un mundo del que apenas le llegaban ecos. Y lo hizo cruzando esa cerca para filmarlos de cerca en lo que acabó siendo Tent City, un cortometraje casi desconocido que en 2025 verá la luz restaurado y recibirá una atención inédita.

Punto de Vista, el Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, en España, donde desde hace años vive Miñuca con su esposo, el también cineasta cubano Fernando Villaverde, ya anunció que Tent City tendrá el estreno mundial de la versión recientemente restaurada de una pieza que varios califican como "uno de los filmes esenciales de la diáspora cubana".

El evento, que tendrá lugar en Pamplona, exhibirá la película en su programa inaugural, el 24 de febrero. Allí estarán Miñuca y Fernando, este último responsable del sonido y coautor de la narración del filme, junto al cineasta cubano José Luis Aparicio, para hablar con el público acerca de una experiencia que se remonta 45 años en el tiempo.

Aparicio ha sido uno de los impulsores del rescate de Tent City, que de conjunto con otros seis filmes realizados en el exilio por la pareja de cineastas, fueron restaurados y digitalizados por la Filmoteca de Catalunya, y que a partir de este estreno comenzarán a circular por festivales y muestras.

"Tanto la obra de Miñuca como la de su esposo, Fernando Villaverde, aunque en ocasiones sea difícil separarlas, integran lo más relevante y vital del cine cubano de todos los tiempos", dijo Aparicio a DIARIO DE CUBA. "Pertenecen a ese exiguo conjunto de autores que podríamos considerar nuestra vanguardia, junto a contemporáneos y amigos suyos, como Nicolás Guillén Landrián y Sara Gómez".

"Quizás la diversidad y riqueza de sus trabajos cinematográficos no tenga comparación en nuestra historia: hicieron cine industrial cuando estaban en Cuba, y cine independiente y artesanal en los Estados Unidos; obras de ficción, documentales y experimentos radicales e insólitos. Su labor trasciende etiquetas como 'cine nacional' o 'cine diaspórico', y fue siempre concebida desde el margen, tanto del cine revolucionario de los 60 como del New American Cinema de los 70, al que se incorporaron en espíritu y praxis cuando llegaron a Nueva York", refiere.

"Además, en el caso de Tent City, uno de los documentos más descarnados, y a la vez respetuosos y sensibles, que existen sobre el Éxodo del Mariel, su reestreno tendrá lugar a 45 años de estos sucesos, ofreciéndonos la posibilidad de reabrir el diálogo y la reflexión colectivas sobre uno de los momentos más determinantes y traumáticos de la historia reciente de Cuba, cuyas narrativas han estado en buena medida controladas y tergiversadas por el aparato propagandístico del régimen", subraya.

Precisamente ese último detalle me recuerda que fue otra mujer, la documentalista estadounidense Estela Bravo, cercana a Fidel Castro, quien ilustró para las pantallas cubanas la experiencia de los marielitos. La difusión masiva de su obra está vinculada en términos cronológicos con aquel dramático momento histórico.

Los que se fueron (1980), Cubans in Perú: Two years later (1982) y Los marielitos (1983) eran las películas que en Cuba nos mostraban como un recordatorio de que los emigrados del Mariel habían encontrado solo repudio, fracaso, discriminación, en los países adonde fueron a parar. Bravo evitó cualquier matiz que pusiera en evidencia el crimen cometido contra miles de cubanos por su propio Gobierno, así como la pregunta que nadie se hizo: ¿de dónde salió ese mundo humano de parias dentro de un proceso que se vendía como ejemplar por su humanismo? 

La postura parcial de Bravo queda al desnudo ante la transparencia de Tent City

Miñuca Villaverde recuerda cómo fue la experiencia de irse con su cámara a un paisaje urbano improvisado y vibrante bajo el ruido constante del tráfico: "Mi motivación primaria fue entrar a las carpas a descubrir y conocer a esos seres humanos, después de años de distancia causados por el aislamiento en que el régimen tenía a Cuba. Me lucían desahuciados de su propio país, y yo quería saber por qué. Que ellos me contaran".

"Yo iba a las carpas casi todos los días, me metía allí con mi cámara Bolex, y filmaba o no filmaba, según me pareciese. Me acompañaba mi marido, Fernando Villaverde, que cargaba una grabadora de sonido Nagra, e igual que yo, grababa cuando le parecía o a veces cuando yo se lo pedía. En algunas ocasiones filmamos de noche, y entonces llevamos además un foco. Eso fue la totalidad del equipo. Y la fraternidad de los refugiados, que terminaron siendo parte de él", recuerda.

"En cuanto a la posproducción, me ayudaron amigos, algunos aparecidos como por arte de magia. Uno me prestó una moviola, que metí en mi dormitorio para editar cuando se me antojase. Luego otros, que habían sido profesionales en Cuba, se brindaron para colaborar. Uno trabajó en su estudio todas las bandas sonoras, otro editó los negativos. Trabajos costosos que ellos me regalaron", evoca.

Después de realizada, Tent City tuvo un estreno en la sala Bill Cosford, de la Universidad de Miami, "en una presentación conjunta con En sus propias palabras, documental del cubano Jorge Ulla, también relacionado con el éxodo del Mariel. Años después, en el cine Tower de Miami, junto con el documental La imagen rota, de Sergio Giral, sobre los cineastas cubanos exiliados. Recientemente, como parte de la muestra de cine cubano en la dokumenta Kassel 2022. Y en España, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en el cine Zumzeig, de Barcelona, dentro del Festival de Cine INSTAR de 2023".

De ahí que esta segunda vida para la película sea esperada con enorme expectativa por Miñuca: "Me dará la oportunidad de medir la reacción de espectadores alejados en la distancia y en el tiempo de los hechos que muestra la película, escuchar qué les dice, qué sensaciones y qué ideas sacan de ella. Y el que se exhiba aquí y ahora me complace enormemente. Es como una confirmación de que, por su construcción y realización, la película tiene un valor, como documento y como cine. Y, felizmente, que la voz de alarma que yo lancé se pueda seguir escuchando".

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