Cuando Caramelo de Cuba toca el piano, lo que podría denominarse como jazz cubano se imbrica con el flamenco español. No es posible determinar dónde comienza un género y termina otro. No hay pureza musical, estamos a las puertas de un nuevo sonido del que él pudiera ser creador. Caramelo está considerado como el precursor de la fusión del flamenco con el jazz y la música cubana en España.
Javier Alexis Gutiérrez Massó es su nombre de pila. El músico, también percusionista, arreglista, compositor y productor musical, ha sido reconocido en los Grammy como mejor pianista y álbum de jazz latino del mundo por The Latin Jazz Corner (2011). En el mismo año fue nominado por la revista Latin Jazz Corner y la prestigiosa DownBeat al mejor pianista de jazz latino del año. En el año 2015 llegó otro Grammy, por el álbum Entre 20 Aguas, un homenaje a Paco de Lucía en el que participaron grandes pianistas internacionales como Chick Corea, Chucho Valdés y Michael Camilo.
Esta entrevista sucede mientras Caramelo de Cuba realiza una gira por países escandinavos. En Madrid, ciudad donde reside, imparte clases en universidades y se le puede ver alguna que otra noche en sitios emblemáticos como el Café Berlín y Recoletos Jazz.
¿Por qué escoges este nombre artístico?
Caramelo fue el primer nombre artístico que me pusieron. Esto viene desde que yo empecé estudiar música en nivel elemental, en la escuela Alejandro García Caturla. Mi madre era profesora de Matemáticas y cuando yo iba, de pequeñito, sus alumnos le decían: "Su hijo parece un caramelito". Luego me fui a la Amadeo Roldán y lo del caramelo siguió. Es un caramelo que se ha ido haciendo más dulce, según todo mi desarrollo musical. Cuando salí del país, entonces empecé a ser Caramelo de Cuba.
Tu carrera es de formación profesional, trabajaste muchísimo dentro de Cuba. ¿Por qué decidiste emigrar?
No, yo no emigré. No me considero un emigrante. Yo estaba de gira con Issac Delgado, me enamoré de la madre de mi hijo mayor y llegué a la Universidad de las Palmas de Gran Canaria para impartir unas master class. Yo ya tenía otras inquietudes y quería venir a aprobar otras cosas.
¿De qué año estamos hablando?
Del año 1992.
Has trabajado muchísimo en España con grandes artistas de renombre internacional. ¿Ha sido difícil insertarte en el mercado español?
No, para nada, todo lo contrario. La música española nosotros la llevamos dentro. El flamenco tiene que ver muchísimo con toda nuestra cultura. Hay palos de ida y vuelta que se hacen con la fusión de ambos sonidos. Más que difícil, ha sido una una experiencia muy bonita y un reto musical. En el flamenco yo me siento como una persona de otro mundo.
¿Cuáles son las salas en Madrid donde te puede ver el público?
Yo he tocado mucho en el Café Berlin, en Recoletos Jazz; y ahora hay una una sala muy emblemática que se llama Villanos. Madrid tiene bastante cobertura musical. Hay otros espacios, pero estos son los más importantes. Yo me he presentado ahí muchísimas veces. En el Café Berlín antiguo empieza toda la fusión que ha hecho que España, sobre todo Madrid, hoy en día a nivel mundial tenga esta gran cobertura musical.
El Café Berlín sigue siendo una sala de conciertos muy concurrida.
Antes era un club muy pequeño. Ahí yo empecé a hacer la Jam Session (descarga de jazz), que las empecé yo. Y allí caramelísticamente, venían todos los flamencos, todas las personalidades del teatro, del cine, y empezó a crearse todo el movimiento de la fusión en España marcado por el Café Berlín. Ese sitio ahora lo cerraron para hacer un hotel, porque la cultura ya sabes que siempre va como detrás en la importancia y el interés de los políticos. Pero como la música y la cultura son más fuerte que todo, entonces el espacio se trasladó a la calle Quintanilla.
¿Ahora tienes algún espacio fijo?
Ahora he decidido tomar otro camino, refrescar un poco. Estoy de gira por países escandinavos. Ahora mismo me encuentro en Copenhague (capital de Dinamarca), desde aquí te estoy dando la entrevista.
Si pudieras darle un consejo a los músicos cubanos que está llegando a España, ¿cuál sería?
Yo creo que ahora mismo hay muchísimos músicos cubanos jóvenes y se están insertando de una manera maravillosa. Es que la música no tiene ningún tipo de fronteras. Hay que ser uno mismo, intentar que tu propuesta tenga cabida con la música del país allá donde tú estés. Si hablamos de España, la música cubana es tan famosa que, de hecho, ahora mismo se hace casi más función de la música cubana en España de la que se ha hecho nunca. Casi todos los grupos flamencos famosos y los cantantes como El Cigala, La Niña Pastori, o Enrique Morente, ya fallecido, trabajan a través de nuestra música. Entonces, no hay ningún tipo de planteamiento, solo es llegar con tu música, adaptarte a lo que ya existe, aprender y respetar. La música española, como tiene esa similitud con la nuestra, se hace mucho más fácil.