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Música

Alejandro Zúñiga: 'No necesito que nadie me valide, la fama es una actitud'

El músico y profesor Alejandro Zúñiga cuenta en DIARIO DE CUBA cómo fundó su proyecto de clases de canto en Barcelona.

Madrid
Alejandro Zúñiga. DDC TV
Alejandro Zúñiga.
Alejandro Zúñiga.

El artista y profesor cubano Alejandro Zúñiga te envuelve en su manera de entender el arte desde que comienza la conversación. El joven de 31 años es un amante de la música y la libertad, e intenta, según dice, formar a músicos libres y únicos.

Zúñiga fundó su proyecto de clases de canto Voice&flow en Barcelona. Aunque el cantante estudió en conservatorios de La Habana y la ciudad condal, no sigue las reglas de enseñanza clásica que él mismo recibió durante tantos años.

"La idea es que la voz fluya como la vida, no podemos enseñar el canto rígido de los conservatorios. Yo le pongo un punto de vista lúdico, donde el alumno pueda disfrutar y ser él mismo. La idea es crear artistas auténticos, no moldes. Siempre parto de la base de la afinación, de que canten bien, el ritmo, pero lo otro es infinito", dice el joven artista desde su piso en Barcelona.

Su pasión por la pedagogía fue creciendo a medida que fue buscando su lugar en el mundo de la música. Cuando terminó de estudiar, Zúñiga se sintió perdido, pero tenía claro que tenía mucho que dar, y quería vivir de su pasión.

El cantante temía convertirse en un producto y ser moldeado por lo que rechazó importantes oportunidades como el Benidorm Fest, donde se elige al artista y la canción que represente a España en el certamen Eurovision. 

"Tenía miedo, me encontré con muchas personas muy importantes, pero me querían cambiar a su manera. Me considero un artista ermitaño porque no necesito la aprobación de nadie ni un teatro para sentirme válido, pero me di cuenta que, aunque no necesite números, sí necesito a la gente, de compartir lo que llevo dentro". 

Actualmente Zúñiga combina sus clases de canto con actuaciones en un cabaret en la ciudad costera de Barcelona, Sitges, donde lo han dejado expresar su ate con total libertad.

"Antes de subirme a un escenario pido al universo que la gente disfrute mi presentación y se olvide de sus problemas".

Zúñiga pasó por cantar en cumpleaños, bares y funerales para formar la voz que hoy dice haber encontrado. 

"El éxito no es llenar un teatro, no es estar de primero en las listas de Spotify, sino saber quién eres como artista. Nadie me tiene que decir que soy famoso para sentirme famoso, es una actitud. Un día iba caminando por las ramblas de Barcelona y empecé a llorar porque vi un teatro, luego me di cuenta que no necesito el teatro para hacer catarsis, que la puedo hacer ahora contigo, cuando salgo a comprar el pan. Llevo mi propuesta de quién es Alejandro a cada lugar que voy. Hago mi performance desde que me levanto", cuenta el artista.

En el futuro a Zúñiga le gustaría ampliar su proyecto de clases e involucrar a otros profesores. "Sé que es una gran inversión y temas de documentos que no controlo, pero es una posibilidad a largo plazo".

A los jóvenes que estén buscando su lugar en la industria musical el artista les aconseja que no se comparen con nadie —algo que él mismo experimentó y solo le trajo oscuridad— y que encuentren su verdad, lo que realmente quieren, no lo que les han dicho que es posible para ellos.

"Debes tocar muchas puertas, donde quieras que tengas una oportunidad, aunque sea en el barcito de la esquina", concluye Zúñiga. 

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