La televisión ha ofrecido a los cubanos durante décadas momentos de evasión. DIARIO DE CUBA ha recurrido a sus seguidores para rescatar algunas de las telenovelas que más huella dejaron en su memoria. Cinco títulos de producción nacional y otros cinco de factura extranjera conforman esta lista en las que cubanas y brasileñas se roban el espacio.
Sol de batey (1985)
Considerada "la mejor de todos los tiempos" y ambientada en los años 60 del sigo XIX, esta telenovela fue dirigida por Roberto Garriga tras una adaptación de la radionovela escrita por Dora Alonso. Susana Pérez (Charito), Armando Tomey (Antonio Fresneda), Ramoncito Veloz (Reinaldo de Mendoza), Aurora Pita (Doña Gertrudis de Sandoval y Santa Cruz), Verónica Lynn (Doña Teresa), Luisa María Jiménez (la esclava mulata Tojosa) e Idelfonso Tamayo (Liberato) interpretaron a los personajes fundamentales.
La telenovela significó el debut en televisión de Armando Tomey y Luisa María Jiménez. Tomey, en su rol protagónico, resultó muy cuestionado. Su frase para la posteridad "¡Oh, Charito, oh!", entrañable para muchos, hoy sería pasto de inmumerables memes. Al contrario, la actuación de Jiménez recibió numerosos elogios.
La mayor parte de las grabaciones en exteriores de la serie se realizaron en la zona colonial de Trinidad.
Pasión y prejuicio (1992)
Dirigida por el desaparecido realizador Eduardo Macías, la novela relató el amor entre la joven Beatriz Lahera (Dianelys Brito) y el señorito Marcos Urquiza (Reynaldo Cruz), durante La Habana de 1915. La historia se completa con dos triángulos amorosos conformados por Amalia Hinojosa (Nancy González) y el abogado Alberto Zárate (César Évora).
También contó con la participación de Verónica Lynn, Corina Mestre, Tito Junco, Héctor Echemendía, Isabel Santos, Rolando Brito, Omar Valdés, Martha del Río, Anabel Leal y Armando Tomey.
Tierra Brava (1997)
Basada en la novela de Dora Alonso Medialuna, este dramatizado dirigido por Xiomara Blanco, con más de 100 capítulos, condujo a la popularidad a Jacqueline Arenal (Verena Contreras) y a Fernando Echevarría (Nacho Capitán). Ha sido una de las telenovelas cubanas con mayor número de teleaudiencia, y música de Frank Fernández para recordar.
Otros personajes del dramatizado fueron Silvestre Cañizo (Enrique Molina), Justa (Alina Rodríguez) y la niña Lila (Luisa María Jiménez). Trabajaron también Mijail Mulkay, Maribel Rodríguez, Odalys Fuentes y René de la Cruz, entre otros.
Las huérfanas de la Obrapía (2000)
Esta telenovela, centrada en la etapa colonial en Cuba, tiene como protagonistas a cuatro mujeres y una lotería. El objeto de La Obra Pía era seleccionar a cuatro mujeres que recibirían 1.000 pesos, una suma que las ganadoras deberían usar como dote en el matrimonio o para entrar al convento. Las competidoras debían ser huérfanas y blancas con certificado de pureza de sangre. Este es el hilo conductor de la trama, que desvela la estructura social de la época, discriminaciones raciales y de género. Susana Pérez, Luisa María Jiménez, Paula Alí, Mario Limonta, Silvia Águila, Blanca Rosa Blanco y otros actores hicieron de esta una de las más recordadas y de mejor confección, según la opinión de críticos y de la propia audiencia.
Salir de noche (2002)
La trama de esta novela, dirigida por Mirta González Perera e Ivo Herrera, gira en torno a una casa de modas que es presidida, con mano dura, por María Antonieta, con la complicidad de su secretaria Alejandrina. Relaciones tormentosas arman una historia en la que no faltan notas humorísticas y de glamour, con una Nancy González magistral en su personaje negativo.
Telenovelas brasileñas y una colombiana
La esclava Isaura
Esta telenovela recreó el Brasil de mediados del siglo XIX. La trama relata la vida de Isaura, una esclava blanca. La obra, escrita por Gilberto Braga y dirigida por Herval Rossano y Milton Gonçalves, ha sido llevada a la pantalla en dos versiones: una que fue emitida por primera vez en 1976 por la cadena Red Globo de Televisión y otra emitida por Rede Record en el año 2006. Fue la primera la que enamoró al público cubano.
Doña Bella
Basada en hechos históricos, fue escrita por Wilson Aguiar Hijo y dirigida por Herval Rossano. Sus 89 capítulos, acompañados de la banda sonora de Wagner Tiso, conmovieron a los cubanos a finales de los 80 del pasado siglo. La obra presentó a la audiencia de la Isla a la joven y talentosa actriz Maitê Proença y al actor Gracindo Júnior. Otras actuaciones especiales corrieron a cargo de Maria Fernanda, Bia Seidl, Sérgio Britto, Abrahao Farc y Mayara Magri. Obtuvo un gran éxito en Brasil y fuera de sus fronteras en varios países de la región, como Cuba.
Mujeres de arena
Esta producción de TV Globo sentó a los cubanos en el sofá durante el horario estelar durante 201 noches. Dirigida por Wolf Maya, Carlos Magalhães e Ignácio Coqueiro, estuvo protagonizada por Gloria Pires interpretando un doble papel (las gemelas Ruth y Raquel, protagonista y villana) junto a Guilherme Fontes (Marcos Asunción) y la participación antagónica de Raúl Cortez (Virgilio Asunción). Es memorable el personaje de Toño da Lúa, un lunático y amigo de Ruth, famoso por esculpir mujeres de arena.
Vale todo
Esta telenovela de la cadena Globo, emitida en su país entre 1988 y 1989, fue recurso de escapatoria para los cubanos durante los duros años del "Periodo Especial". De la obra creada por Gilberto Braga, Aguinaldo Silva y Leonor Bassères salieron las "paladares" cubanas que comenzaron a surgir en la clandestinidad y luego fueron asimiladas por el Gobierno. Los pequeños restaurantes privados cubanos tomaron el nombre de la empresa de alimentos de Raquel (Regina Duarte) en la novela.
La telenovela llevó a la pantalla cubana a actores como Antônio Fagundes, la antagónica Beatriz Segall, Glória Pires, Reginaldo Faria, Carlos Alberto Riccelli, Cássio Gabus Mendes, Lídia Brondi, Cássia Kis y Renata Sorrah, entre otros grandes actores.
Como recordó la seguidora de DIARIO DE CUBA en Facebook Nena Ortega, Aguas mansas "paralizó a Cuba" durante el tiempo que estuvo transmitiéndose en el verano de 1998: "A las tres de la tarde no se veía ni una sola persona en la calle; fue un éxito".
Tres galanes protagonistas, tres jóvenes que buscan vengar el suicidio de su hermana menor, enamoraron a las cubanas: Juan Carlos Gutiérrez (Juan Reyes), Juan Sebastián Aragón (Óscar Reyes) y Luigi Aycardi (Franco Reyes). "La gente se escapaba del trabajo para verla. Hacer algún trámite en ese horario era en vano", recuerda Esther.
Si dejamos a los cubanos dar rienda suelta a la memoria, no serían diez los títulos elegidos entre todas las telenovelas transmitidas en la Isla. Para esos nostálgicos, aquí otros: Doña Bárbara, Rosas a crédito, Martine perdida en el bosque, Doble juego, Al compás del son, La cara oculta de la Luna, La próxima víctima, El Rey del Ganado, Señora del Destino, Café con aroma de mujer...
Roque Santeriro y Cafe con aroma de mujer
El culebrón de Sol de Batey, por cierto, muy empañado por la mediocre actuación de Armando Tomey, fue prácticamente una imitación de la Esclava Isaura (1976).
Por encima de todos esos culebrones pongo a las series Raíces y 17 Instantes de una Primavera.
A qué viene esto? Cómo diría mi abuela, “no le veo la punta”.
La "evasión" con Sol de Batey era relativa, porque los discursos de Liberato Criollo competían con el de cualquier secretario provincial del PCC.
No empiece DDC con novelitas, reparteros en Miami ni accidentes de tránsito.
Ya cibercuba no hay quien la lea con Yarelis-Lazaro y pianistas de Guanábana.
Esto es DDC .....esto es otra cosa.
Caramba, nadie recuerda aquellos bodrios de Horizontes o cuando pusieron Así se forjó el acero. Qué espanto, por Dios.