El fotógrafo y cineasta cubano Mario García Joya, residente en Miami y responsable de la fotografía de varios de los más importantes documentales y largometrajes de la cinematografía de la Isla, falleció en las últimas horas a los 85 años.
Varios usuarios dieron a conocer la noticia en Facebook, entre ellos el periodista holguinero Erian Peña Pupo, quien acompañó su publicación de varias fotografías del reconocido cineasta.
García Joya sufría una enfermedad terminal que le hizo perder sus funciones neurológicas. En los últimos tiempos, su esposa, la actriz Ivonne López Arenal, estuvo dedicada por completo a cuidar de él, lo que limitó sus posibilidades de trabajar.
Por esta razón, David Gaulhiac organizó una recaudación de fondos en la plataforma Gofundme, en 2022.
García Joya estudió pintura en la academia de San Alejandro de La Habana. También estudió diseño gráfico y se graduó de Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas en la facultad de Filología de la Universidad de La Habana.
Comenzó en el Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos (ICAIC) en 1961, como camarógrafo de documentales. En 1971 fue nombrado director de fotografía.
Fue responsable de la fotografía de varias de las más importantes obras de la cinematografía cubana, entre las que se incluyen Una pelea contra los demonios, La última cena, Los sobrevivientes, Hasta cierto punto, Lejanía, Cartas del parque, y Fresa y chocolate.
Otro que murió en Mayami.
Excelente fotógrafo de foto fija, mediocre fotógrafo de cine. En su inmensa mayoría las películas cubanas, especialmente el color, han adolecido de una cinematografía pésima, donde, inconcebiblemente, las luces y los ángulos se han politizado: los "malos" siempre aparecían en tonos grises y sombras, los "buenos" bien iluminados. Un gran ejemplo de este desastre era Livio Delgado. Los colores son como una tortilla tuttifrutti sin carácter ni gusto. Una película muy elogiada (pero que no es buena) con una fotografía de espanto es "Fresa y chocolate".
Otro emblema que se va.
Las fotos de Mayito, junto a Korda, Corrales, Salas, Iván Cañas y otros dejaron testimonio gráfico de la revolución del 59 en las publicaciones de la época. Su labor como reportero gráfico merece reseñarse, junto a su labor en el cine.