El cantante Carlos Ángel Valdés Carbonell, finalista del concurso televisivo español La Voz en 2021 y Mufasa hasta hace pocas semanas en el musical El Rey León, en su versión española, transmite una energía que inspira a perseguir los sueños. "Soy yo quien apuesto por mí, la familia y un par de buenos amigos. Lo más importante es tenerte fe, desearlo mucho y trabajar, las oportunidades irán llegando", dice Carbonell en entrevista con DIARIO DE CUBA.
Carbonell descubrió que su camino estaba ligado a la música desde niño, durante una misa en donde se puso a cantar sin previo aviso dejando a los allí sentados gratamente sorprendidos. Su abuela fue su primera fan y la que siempre lo ha empujado a los escenarios; fue su idea que se presentara a los castings de La Voz.
Sobre su paso por uno de los concursos televisados más visto de España, Carbonell cuenta que "lo que no se ve en las pantallas es la humanidad y todo el valor que tiene la gente que no sale frente a cámara. Es un equipo grandísimo, me sentí siempre como en casa. Te ayudan a gestionar todo lo que necesitas, que no es poco, porque estás muchísimo tiempo fuera de casa y con mucha tensión a nivel personal y profesional".
Los nervios de subirse al escenario de La Voz no abandonaron a Carbonell, a pesar de que interpretó por años el personaje de Mufasa en el musical El Rey León en Madrid, espectáculo al que siguen acudiendo cientos de personas para cada función.
"Solo yo sé lo atacado que estaba el día de las audiciones a ciegas. Cada vez que me subía a ese escenario estaba siempre como si no lo conociese, como si no hubiese cantado ahí, ese programa te rompe todos tus esquemas. Puedes pensar que estás muy preparado, pero es muy fuerte estar cantando delante de personas que artísticamente significan muchísimo para ti".
Sobre cómo hacer más llevaderos los nervios en el escenario, Carbonell dice que encuentra ayuda en algunos ejercicios. "Yo siempre estoy muy cargado, me cuesta respirar, se me cierra la nariz y lo que hago es ponerme a hacer planchas y cuclillas como un loco. La gente se reía cuando me veía saltando con un traje de lentejuelas, tenía a la muchacha de maquillaje atacada", recuerda entre risas.
El reconocimiento de Carbonell en Cuba fue abrumador, tanto así que cuando fue a visitar a su madre y abuela años después de su participación en La Voz, las personas se le acercaron desde que llegó al aeropuerto.
"Fui a Cuba hace un par de meses, nunca tuve la noción real del impacto que tuvo mi participación en La Voz allí. Yo sabía que en Cuba me seguían porque veía los mensajes de muchos cubanos en redes sociales, pero no tenía idea de cuánta gente lo vio. Cuando llegué al aeropuerto andaba preocupado por el peso, el equipaje y se me acerca alguien para felicitarme. Yo pensé que me daba la enhorabuena porque habían pasado todas mis maletas sin tener que sacar algún calzoncillo", cuenta Carbonell.
El artista cantó para su abuela y su madre en una terraza en Cuba, y el aforo sobrepasó todas sus expectativas. "Mi familia no me veía cantar desde hacía cinco años. Hablé con un amigo y pude cantar en el Café Solás. Me sorprendió la cantidad de gente que fue, incluso se quedaron personas sin poder entrar. Mi madre y mi abuela vieron el programa La Voz por el paquete semanal, así que bendito paquete".
Sobre su salida de El Rey León, el musical más visto en España, el artista cuenta que era una vida muy sacrificada, que dejaba poco margen para la realización personal. "Ahora me quiero enfocar en mi carrera en la música", cuenta Carbonell, quien dice disfrutar mucho cantar rodeado de músicos cubanos.
"Como lo de casa no hay nada. Tengo mucha química con los músicos cubanos, a veces no tenemos conciencia de lo preparados y curtidos que salimos de las escuelas de Cuba. Hay cosas que compartimos los músicos cubanos, como el lenguaje y la sensibilidad", declara.