El realizador cubano Eliecer Jiménez Almeida acaba de presentar en el Festival de Cine de Miami su película Havana Stories. La operación Payret. "El filme es bastante distinto, utiliza los recursos del cine documental para contar una historia de ficción, son entrevistas, monólogos que hacen actores para generar una supuesta realidad de los cubanos que nacieron en el periodo de la Revolución", cuenta Jiménez en entrevista con DIARIO DE CUBA.
"Mi forma estética de realizar cine está dada por la cantidad de dinero que tengo". ¿Cómo hacer una película que compita en grandes festivales con 2.000 dólares? "Con mucha imaginación", es la respuesta de Jiménez, quien dice poder hacer el cine que quiere, porque no vive del cine. "No creo compromisos, hago cine en mi tiempo libre".
Jiménez, quien es académico en una universidad en EEUU, recuerda que en el Festival de Cine de Miami 15 directores cubanos presentaron sus producciones, "más películas cubanas de las que se estrenan en el Festival de La Habana".
"El cine cubano está en un momento muy especial, se sigue desplazando hacia una zona de independencia. Hace años el ICAIC tenía el monopolio del cine cubano, lo centralizaba de la peor manera, representando a esa dictadura espantosa que hay en Cuba. El cine cubano ahora se hace por todo el mundo y con un espectro de libertad muy grande".
Como parte de su doctorado, Jiménez dice estar creando un archivo sobre cine cubano de la diáspora. "Dentro de los registros que tenemos hay 150 directores cubanos que viven fuera de Cuba, eso para una cinematografía tan discreta como la cubana es muchísimo. En Cuba deben quedar unos 20 directores de cine activos".
"Cuando uno se va de Cuba, se convierte en un cubano mejorado, vas dejando todas esas miserias materiales, morales y esos arraigos comunistas. La experiencia de conocer otras realidades también te ayuda a mejorar, el cine que nazca de eso va a ser mucho mejor, aunque tenga menos recursos económicos".
Jiménez, quien hace nueve años vive en EEUU, salió de Cuba bajo el programa de intercambio cultural del Gobierno del expresidente Barack Obama. "Al año y medio yo ya estaba haciendo mis cortometrajes otra vez".
El realizador, a quien se le encienden los ojos cuando habla de cine, cuenta que no tiene grandes pretensiones. "Yo soy un cimarrón, un perro jíbaro del monte cubano, hago el cine que quiero hacer y vivo la vida que quiero vivir, no tengo interés en estar en la gran pantalla y ser la monedita de oro del pueblo".
La última vez que estuvo en Cuba fue para grabar en Playa Girón escenas de su documental Veritas sobre Bahía de Cochinos. "Si yo iba a contar la experiencia de la brigada 2506 tenía que ir a Playa Girón. No lo veo como una gran hazaña, pude hacerlo porque soy una persona medianamente desconocida. No lo volvería a hacer, no tengo espíritu de héroe", cuenta.
El realizador ya está trabajando en dos nuevas producciones. "No sé que hace con su tiempo libre la gente que no es creativa", dice entre risas.
Muy informativa esta entrevista sobre el cine que hacen los cubanos fuera de Cuba. Una sabe de la migración --de hecho una la vive-- pero a veces no se tiene conciencia del inmenso número de cubanos que llevan sus vidas fuera de la isla. En el caso de la cantidad de cubanos directores de cine es sorprendente esa realidad. Cuba está casi vacía y los que la habitan no tienen posibilidades de desarrollar todo su potencial.