El fenómeno de los booktubers o lectores que toman YouTube para hablar de libros —aunque se extiende otras plataformas— surge en el mundo en 2010. En Cuba (no es de extrañar) apenas existe. En su ausencia interviene seguramente nuestra precaria internet y el hecho de que la literatura no es un fenómeno popular: los jóvenes que se abandonan al sueño de convertirse en influencers no eligen ni la literatura ni el arte para sus contenidos.
Hoy concurren dos o tres booktubers en Cuba. El primero de ellos, que hasta ahora es quien ha observado con mayor ortodoxia los rituales de la comunidad, el que más visualizaciones ha conseguido, y el primero en hacerlo, ha regresado hace poco a su canal, abandonado desde hace más de un año. Por la consistencia de su propuesta, y porque el fenómeno está llamando la atención también de las instituciones cubanas (que hace aproximadamente un año crearon un concurso para booktubers, y en la última Feria del Libro les hicieron toda clase gestos seductores en un espacio dedicado a ellos), DIARIO DE CUBA se ha acercado a Víctor Alarcón González, cuyo nombre en YouTube es Víctor Real y Mágico, para conversar sobre el tema.
¿Qué te motivo a convertirte en booktuber? ¿Tenías conciencia de que estabas inaugurando el fenómeno en Cuba?
Leer siempre ha sido un refugio. Desde pequeño adquirir el hábito por mi madre. Cuando descubrí YouTube me dio curiosidad, ya que había videos de casi cualquier cosa… Se me ocurrió buscar contenido sobre libros y me encontré con un universo diverso: un rincón de pasión y amor hacia la literatura, la lectura y los libros. Todo esto me motivó a compartir también mis lecturas. Casi sin planificarlo me cree el canal en 2018… Quizá no tenía plena conciencia de lo que estaba haciendo, pero un poco sí.
Cuando empezaste ese canal, ¿pensaste que se sumarían más cubanos?
En realidad, nunca descarté la idea, pero sí pensé (y aún hoy lo pienso) que puede ser un proceso muy lento.
¿Por qué crees que todavía no surge una comunidad booktuber cubana?
Por varios factores. El primero es la conectividad o las posibilidades económicas para conectarte de una manera óptima; luego el acceso a tecnologías como: un celular al menos, si no se puede, una cámara decente, micrófono y una computadora donde editar después los videos... Una comunidad aumenta cuando más personas acceden a este tipo de contenido. La gente prioriza gastar sus datos en otro tipo de cosas antes que ver a alguien hablando de libros. Funciona como causa-efecto. Puede que existan otras más subjetivas, pero de momento, estos son para mí las principales causas por las que no surge aún una comunidad de booktubers en Cuba.
En verdad, la idea de "comunidad" es indispensable para el booktuber, que interactúa no solo con el espectador sino con otros booktubers mediante sus "rituales". Si no en la cubana, ¿has logrado interactuar con el gremio internacional? ¿Cómo ha sido ese intercambio?
A falta de una comunidad nacional, fui poco a poco insertándome en comunidades foráneas, principalmente la comunidad de booktubers españoles, que es con la que más he interactuado. Es muy importante el concepto de comunidad porque YouTube no solo es una plataforma de contenido, sino que maneja los códigos de redes sociales como Twitter o Facebook, por ejemplo, en las que mientras más amplia es tu comunidad con otros creadores, más seguidores potenciales tendrás. Tener una comunidad le da sentido a todo.
En algún momento el booktuber español Jan Trotalibros dijo que tus lecturas le parecían inusuales. Es algo que los lectores cubanos escuchamos muchos (y no necesariamente implica agravio) ¿A qué crees que se refería?
Esto puede ser por muchas cosas, pero fundamentalmente por el flujo de publicaciones que existe acá. Por un lado, no tenemos acceso a ediciones foráneas con facilidad, y en cambio, lo que se publica acá, que puede ser muy bueno, en algunas ocasiones, tampoco llega a otros lugares.
¿No te preocupa la censura en Cuba?
Honestamente, nunca he pensado en eso.
¿Trabajarías para una editorial como promotor de sus libros?
Sí, claro. Sin embargo, lo haría con ciertas condiciones. No es una prioridad, pero no lo descarto.
Las instituciones cubanas (el Instituto Cubano del Libro, en especial) recientemente lucen interesadas por los booktubers en Cuba y hasta parecen dispuestas a favorecer el fenómeno. ¿No te parece peligroso este movimiento?
Me parece bueno que reconozcan a la incipiente comunidad cubana de booktubers y que quieran colaborar. Aunque, a decir verdad, yo soy el booktuber cubano hasta este momento que más suscriptores y visualizaciones tiene —por ende más videos— y solamente tengo relación con la editorial Arte y Literatura y porque fui yo quien se acercó a ellos. Por lo demás, ninguna otra editorial se ha comunicado conmigo.
