Yaniel Ogando, un cubano nacido en Sancti Spíritus, llegó a EEUU hace varios años y, como muchos otros, se abrió camino en el sector de la construcción, pero la vida tenía otros planes para él. Hoy Ogando es considerado uno de los hombres más bellos del mundo, según el certamen mundial Mister Global, celebrado cada año en Tailandia. "Me preguntaban constantemente si era modelo, en el trabajo, cuando iba al banco, en el aeropuerto, pensé que tantas personas no podían estar equivocadas y así empezó todo", cuenta en entrevista con DIARIO DE CUBA.
"Contacté a un fotógrafo, a través de una amiga y fuimos pasando las fotos por agencias. Ese mismo fotógrafo me puso en contacto con un amigo que tenía una academia, Alexis Méndez, tengo una muy linda amistad con él y le estoy muy agradecido. He aprendido mucho modelaje y actuación; yo soy muy tímido y he podido superar eso poco a poco", dice el modelo, ganador del premio Mister Global al más fotogénico.
Ogando cuenta que llegó al concurso de Tailandia casi por casualidad. "A mi agencia llegaron buscando a un cubano porque el muchacho de Cuba que iría no podía acudir. Por suerte, ahí estaba yo".
"La experiencia en Tailandia fue muy linda en el tema de conocer culturas, amistades, probar comida, me sentía como en la escuela, pero en el tema de la organización no me sentí muy cómodo", relata el modelo.
Hoy Ogando tiene miles de seguidores en sus redes sociales, pero más allá de eso, dice que su vida sigue igual. Aún combina la construcción con su carrera de modelo. "El modelaje todavía no paga todas las cuentas".
"De un día a otro mis redes sociales explotaron. Recibo muchos mensajes al día, trato de responderle a aquellos que me escriben desde el alma, con cariño", cuenta el joven, quien tiene a su hijo y su madre en Sancti Spíritus.
"Mi mamá está como la lechuza que no suelta a su pichón, muy contenta, se siente muy halagada cada vez que alguien en la calle le pregunta por mí"
Sobre cómo ve el futuro, Ogando se dice sentirse optimista. "Este año he avanzado demasiado y pienso seguir avanzando. En la academia me quieren para hacer novelas y me estoy preparando para eso. Creo que lo lograré pronto. Soy una persona positiva y todo el tiempo estoy tirando hacia adelante".
"Baches hay siempre y esos baches son los que te enseñan. Si te pones a pensar, cuando te haces un electrocardiograma ves los latidos del corazón, para que estés vivo tiene que haber altos y bajos, si la línea esta recta significa que estás muerto. Para que la vida sea vida tiene que haber altos y bajos, eso te va a hacer persona", concluye.
