El artista recién jubilado José Jesús Falco Silverio, de 68 años, expresó su indignación esta semana en su perfil en Facebook por la "miserable" pensión, de 1.528 pesos, que le ha sido otorgada tras trabajar durante 48 años como músico profesional de la Empresa Provincial Comercializadora de la Música y Espectáculos Rafael Pratts, de Villa Clara.
La pensión representa poco más de 60 dólares al cambio oficial, pero solo 15 teniendo en cuenta el precio actual de la moneda estadounidense en el mercado negro (100x1), que es donde único se puede comprar en este momento en Cuba.
Falco Silverio opinó que lo tratan como "si fuera un caso social y no un artista". Criticó el "monto que el Estado considera alcanza para vivir por el resto de tu vida", y pidió hacer público este controversial asunto, que atañe a mayorías y degrada la valía de un hombre "dedicado por casi medio siglo a la promoción de la música tradicional cubana".
"Ese pago no resuelve nada a un ciudadano; al contrario, es una condena a muerte", dijo Falco Silverio. "Soy diabético y asmático, y apenas alcanza para comprar los medicamentos, la alimentación y pagar la electricidad", explicó.
En el año 2013, con las medidas dictadas por el general Raúl Castro, músicos, arreglistas, compositores y cantantes cubanos pasaron a ser "cuentapropistas", debiendo asumir cada cual su contribución a la Seguridad Social, por un monto trimestral que equivalía a unos 10 o 20 de los antiguos CUC, según fuera la categoría declarada e independientemente de conseguir o no empleo", recordó Silverio en declaraciones a DIARIO DE CUBA. Dijo que entonces los artistas comenzaron a "luchar" por su cuenta la ubicación en establecimientos para el turismo.
En junio del pasado año, el diario oficial Granma aseguró que con la implementación de la Tarea Ordenamiento y su impacto en salarios y precios "nadie quedaría desamparado".
Sin embargo, desde entonces los cubanos han visto multiplicarse los precios, devaluarse la moneda nacional y acumularse las historias de ciudadanos a los que golpea la miseria.
En los comentarios a la publicación de Falco Silverio, compartida por el psicólogo, escritor y también músico Pedro Luis González Jiménez en su sitio en Facebook, se desató la ira de los miembros del gremio, que contaron experiencias parecidas (y padecidas).
El pintor independiente Fernando Betancourt escribió: "...aunque no soy músico, [sino] persona de la cultura, sé de lo que hablas (…) y el conocimiento que he podido obtener (…) no ha sido otro que [el de que] la 'Fortaleza de la Cultura' ha sido tomada por personas ajenas a los intereses y las funciones reales de [aquella], esos (profesionales o no) teóricos, han decidido, a su antojo, cuestiones que corresponden más al espíritu del 'ordeno y mando', como es [ya] costumbre, aunque algunos digan (…) que solo los artistas están (…) en el mismo desamparo".
"Eso lo único que deja claro es que algo anda bien mal, y no precisamente que haya que conformarse porque otros están jodidos también (…) Pero eso, amigo mío, es demasiado tarde para poder cambiarlo, pues lo hemos estado permitiendo [durante] años. Sé que la vida está dura, que el descontrol es total, que somos ofendidos diariamente por teóricos de una igualdad en palabras (…) eso sí, no reclames; ¡protesta!, que tanta gente buena no puede estar equivocada", añadió Betancourt.
Amaury Perdomo, otro músico caibarienense, hoy en el exilio, apuntó que Falco Silverio fue su compañero en el cuarteto Rumbamar. "Él era vocalista y bajista, y soy testigo de los años que le ha dedicado a esta profesión, de cómo se ha dedicado a estudiar y superarse. Ojalá tenga una (re)solución adecuada su problema", señaló, a lo que Fernando Betancourt respondió: "por conocimientos de causa sé [de] los desvelos aparejados a las incomprensiones de un artista provinciano, con las mismas aspiraciones y cualidades que uno del supuesto 'rango nacional', pues el primero siempre estará en desventaja con respecto al segundo, solo por la diferencia de la gallina que lo cobija bajo sus alas. Así vamos".
Falco Silverio recomendó a los jóvenes talentos aún en formación "no contratarse" con la Empresa Provincial Comercializadora de la Música y los Espectáculos Rafael Prats, de Villa Clara. A su juicio, esa empresa lo "ha estafado con el reporte del tiempo laborado y salarios devengados". También aconsejó no vincularse con entidades homólogas "por mucha necesidad que tengan, si es que residen en el interior del país".
Sugirió a todo aquel potencial artista dedicarse a otra profesión, incluso a la de barrendero.
Muy tarde para este señor. Como ellos mismo dicen allá en su cubita esclava "no tenías luz larga". Se portó bien por tantos años y así paga Roma a los esclavos.
Es mejor dedicarse a " guerrillero " en las lomas y la ciudad ,si ganas y después te arrimas a los hp jefes puedes ser millonario como el clan Castro y sus generales....