El Instituto Latino de la Música distinguió a Santiago de Cuba con la calificación de Ciudad Referente Musical de Iberoamérica, por su patrimonio en la difusión del bolero, la guaracha, el son, la trova y otros géneros.
Según el comunicado de la institución mexicana, dado a conocer por su presidente, Daniel Martín Subiaut, "el reconocimiento respalda el proyecto que busca incluir a la urbe oriental en la Red de Ciudades Creativas Musicales, promovidas por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)", informó la prensa local.
El nombramiento se hizo oficial el 25 de julio, en ocasión del 506 aniversario de la fundación de la villa. La tarja que lo conmemora fue colocada en la Casa de la Trova y es obra del Taller Cultural Caguayo S.A., del escultor oficialista Alberto Lescay.
En el Salón de Los Grandes, Martín Subiaut declaró embajador cultural del Instituto Latino de la Música al vocalista Eliades Ochoa y al tresero Fernando Déwar, mientras que Alejandro Almenares, Tiburón Morales, Rudulfo Vaillant y Enrique Bonne recibieron la condición de "Referente de Honor" de la institución.
Similar distinción le fue conferida a los Estudios Siboney, la Casa de la Trova Pepe Sánchez y el Septeto Santiaguero, este último ganador de dos Premios Grammy con los álbumes No quiero llanto y A mi qué, interpretados por el salsero quisquellano José Alberto El Canario y con la colaboración de Gilberto Santa Rosa, Pancho Céspedes, Alexander Abreu y Edwin Colón.
En la ceremonia se reconoció la historia musical de la ciudad de Santiago de Cuba, desde los aportes realizados a mediados del siglo XVI por Miguel Velázquez, el primer músico cubano, que tañía el órgano y daba clases en la catedral local, hasta la contribución de Estaban Salas, Laureano Fuentes, la Tumba Francesa y los coros vocales de la demarcación.
También cimentaron el camino musical Pepe Sánchez, Miguel Matamoros, Ñico Saquito, Fernando Álvarez, Pacho Alonso, Compay Segundo y las Orquestas de Música Moderna, Sinfónica de Oriente, Los Tainos, Karachi, Típica Juventud y Son 14, entre otras.
El reconocimiento tuvo lugar en medio de la ola de arrestos desatada por el régimen en todo el país por las protestas de dimensiones inéditas ocurridas el 11 de julio.
Profesores de las escuelas de arte y los conservatorios de la ciudad, que prefirieron permanecer en el anonimato, advirtieron que reconocer el legado musical es importante, pero hacerlo en el actual contexto solo beneficia a "quienes minimizan los hechos y quieren hacer ver un inexistente ambiente de paz".
Para María Antonia, testigo presencial de la velada, "la ceremonia fue un insulto, pues por un lado los dirigentes ensalzaban la coincidencia con el 26 de Julio", una de las fechas más importantes en las efemérides del régimen, y por otro "amordazaban la crítica del pueblo al hambre y la represión".
Hace décadas que Santiago de Cuba, como el resto del país, vive la destrucción de su patrimonio artístico y su sujeción a una política cultural elitista e ideologizada, que solo promueve a los creadores afines al régimen. A la vez, teatros, cines, casas de cultura y galerías se deterioran aceleradamente.
La ceremonia del Instituto Latino de la Música coincidió con la salida desde el puerto de Veracruz de dos buques de la armada mexicana con alientos e insumos médicos enviados a la Isla por Andrés Manuel López Obrador, quien criticó a Estados Unidos y opinó que Cuba debería ser declarada Patrimonio de la Humanidad.
Muy acertada la crítica que se realiza sobre esta declaración y la situación actual de represión que viven los santiagueros, y cubanos en general. Amén de los problemas que existen y que también señalan referidos a la Cultura en el país ahora mismo.