La periodista oficialista Paquita Armas Fonseca reconoció que la televisión estatal no escapa a "la tendencia homofóbica" en Cuba y pidió que los medios contribuyan a educar en el respeto a la diversidad sexual.
"La homofobia ha estado presente en la política de algunos Gobiernos durante todo el último siglo. En Cuba también, aunque no legalmente, la homofobia fue (es) un mal, del que se trata de librar poco a poco, pero no es fácil cambiar la mentalidad tanto de todos los funcionarios como los del público", dijo en una opinión con motivo de la Jornada contra la Homofobia del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) de Mariela Castro.
"Los cubanos no han estado ajenos a esa tendencia homofóbica" de los medios de comunicación de todo el mundo. "Se han cortado películas o series en las que aparecen besos o caricias entre gays", señaló Armas en referencia a la censura de una escena de la película Love, Simon en la televisión cubana.
El Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) pidió disculpas por la omisión del beso gay y repuso la película íntegra. "No responde a posturas homofóbicas del ICRT y sus directivos de la TVC (televisión cubana), como algunos han referido en las redes sociales", dijo el comunicado en referencia a la comunidad LGTBI.
Sin embargo, la periodista especializada en televisión omitió que una escena entre dos mujeres lesbianas en la telenovela brasileña Mujeres ambiciosas no fue emitida en Cubavisión. Armas optó por celebrar la emisión de la relación interpretada por las actrices Fernanda Montenegro y Natalia Timberg como una mejora de "la presencia de homosexuales en la pantalla, con respeto hacia ellos", dijo.
Armas también reseñó que en la serie Rompiendo el silencio en uno de sus capítulos se "presentó por primera vez, filmado por la televisión cubana, a dos hombres besándose y no se cayó el mundo, claro, se hizo muy bien", dijo.
Paquita Armas dijo que todos los públicos no aceptan las escenas gays, pero "la televisión está trabajando por ser más inclusiva. Pienso que sería bueno tratar a las personas transgénero y bisexuales con responsabilidad para contribuir más a la aceptación, no sólo a la tolerancia".
"La homofobia no es una enfermedad, pero si es un mal social que puede hacer mucho daño, a veces decide en suicidios, especialmente de adolescentes. La televisión en una de sus funciones, la de educar, puede contribuir a borrar ese sentimiento para que todos seamos mejores seres humanos", concluyó.