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Música

'El mundo necesita gente joven que dé la cara'

Este es Andrés Mayo, el Toqui, guitarrista cubano de 22 años, preocupado por 'el arte' que dejará su generación.

La Habana
Andrés Mayo, 'El Toqui'.
Andrés Mayo, 'El Toqui'. DDC

El mundo necesita "gente joven que estudie, dé la cara, que cree", dice Andrés Mayo, un joven de 22 años a quien sus amigos llaman Toqui y la guitarra marca el rumbo desde que era un adolescente.

Toqui, de formación principalmente autodidacta, entró hace un año en el grupo Kuban Blues, su primera casa musical "formal". Como muchos jóvenes cubanos, lucha por "buscarse la comida y poner megas en teléfono". Pero, aunque la crisis apriete, "no es justificación para dejar de crear", opina en esta entrevista con DIARIO DE CUBA.

¿Por qué te dicen Toqui?

A mí me ponen Toqui en octavo grado. Yo pasé mi adolescencia e infancia mudándome de casa, después de la separación de mis padres. A mitad de octavo grado, entré en una escuela nueva y uno de los muchachos que me vio llegar dijo "oeee, como se parece a Toqui", refiriéndose al títere del programa de televisión que ponían cuando éramos niños.

En ese momento yo era más bajito, estaba más gordito y tenía un pelado así, como el de La Calabacita. Después, haciendo los cuentos en el tecnológico, el Servicio Militar y en los círculos cercanos de amigos, se me quedó el mote y hay quien todavía me lo dice.

¿Cómo comenzaste en la música?

Comencé a los 15 años, que fue cuando tuve mi primera guitarra y empecé a asistir a unos talleres que se impartían en la Iglesia de la Inmaculada, situada en la calle San Lázaro. Allí estuve un tiempo y después comencé con Massiel Dueñas, que dirigía el grupo el teatro infantil Abril, y estuve tocando para los niños bastante tiempo. En esos momentos la guitarra no la veía como una profesión, sino más bien un hobby.

Según sé, tú practicas la religión yoruba. ¿Dando clases en una iglesia católica alguna vez pensaste dejar los collares y convertirte al cristianismo?

Pues fíjate que sí, compadre. Estuve en La Inmaculada dando clases de guitarra, pero también daba un curso de inglés, y todas las amistades de ese curso estaban también haciendo catequesis, preparándose para la primera comunión. Había algunas amistades que incluso la habían hecho ya, y entonces eso me llevó a meterme con los muchachitos en la catequesis. Comencé a estudiar y llegué a hacer mi primera comunión en la Iglesia Católica, e incluso en ese tiempo estuve tocando en las misas de los sábados por la tarde.

Háblame de tus referentes musicales

Yo crecí escuchando Blues y Rock and Roll. Led Zeppelin, Queen, The Beatles, Rolling Stone, B. B. King, Gary Moore, John Mayer; esas son las bandas sonoras de mi infancia. El Jazz lo vine a escuchar un poco más mayor.

Recuerdo que de niño veía los videos en casetes y soñaba con estar en un escenario tocando como esas personas. La primera vez que escuché un solo de guitarra en un tema de blues quedé impactado. Pasé una semana que la única canción que escuchaba era aquella.

Otro referente importante para mí fue Carlos Santana. En mi casa Santana era como un ritual a la hora del café.

¿Qué te motiva a crear?

Creo que el primer motivo es que el mundo en general lo necesita. Necesita gente joven, de la generación de nosotros, que estudie, dé la cara, cree, produzca, esté haciendo cosas. Lo otro que me motiva es un recuerdo de cuando era chico: me ponía a inventar cualquier cosa y llamaba a algún amigo para mostrarle mi invento. Si ese amigo me lo aplaudía, yo era feliz. Con esto te quiero decir que a mí no me interesa que un millón de personas me aplauda lo que hago, con una o dos personas estoy contento.

Yo lo hago para mis amistades. Que ellos se sientan bien y les guste lo que hago, a mí me llena de inmensa satisfacción. Para mí ese es el mayor pago que puedo recibir. Te lo digo, quiero dar la cara por los jóvenes y por el arte de esta generación.

¿Cómo logras, siendo autodidacta, mantener la música?

Creo que lo más importante para mantener la música siendo autodidacta es lo mucho que me gusta. Cuando una cosa a te gusta mucho y te dedicas a realizarla nunca trabajas. Por eso no me cuesta estudiar las horas que sean porque me gusta de verdad.

Como tuve tanto tiempo la guitarra de hobby y lo disfrutaba, eso hizo que a la hora de ponerme serio no me costara trabajo estudiar.

¿En estos momentos tocas en algún grupo?

Sí, se llama Kuban Blues. En enero de 2020 me llamó el productor del grupo y comencé. Me dieron una buena acogida y me ayudaron muchísimo a superarme. Ellos son un equipo bastante importante para mí pues representan el inicio de la parte formal de lo que es la música en mi vida.

También en la casa hago videos de mis ensayos con el teléfono. Esa idea me surgió en medio de la cuarentena, cuando estaba en la casa sin poder hacer mucho. Entonces me puse a hacer mis videos, me abrí una cuenta de Instagram y comencé a subir los materiales poco a poco para interactuar con las personas.

Hasta ahora he recibido gran apoyo y comentarios positivos que me dan mucha fuerza y ánimo. Además, trabajé en una obra de teatro con mi novia, Melanie González, en el monólogo Las penas saben nadar, de Abelardo Estorino. También con el actor Joel Angelino en el aniversario 30 de su carrera artística. Así, poco a poco voy buscando espacios donde introducirme y mantenerme tocando.

¿Cómo ves la situación de Cuba para al desarrollo de los artistas jóvenes en estos momentos?

Creo que esta etapa de cambios generales que está ocurriendo en Cuba, mezclada además con la situación del coronavirus, jode bastante, porque ahora mismo para poder vivir hay que buscarse la comida. Entonces, si yo tengo un proyecto en mente no lo puedo desarrollar porque tengo primero que buscarme el alimento, y tengo que trabajar en algo más y eso me restringe el tiempo.

Pero el cubano siempre inventa y, en esta etapa que vivimos, con todo lo que hay, todavía te sigues enterando de proyectos generados por jóvenes. Yo sigo estudiando en las madrugadas para superarme, sudando para poner megas en el teléfono y pensando qué hacer que pueda impactar más o menos. El cubano siempre inventa y siempre se van a seguir haciendo cosas. Yo creo que no es justificación todo lo que está pasando para dejar de crear.

Las 4:20 de la tarde era la hora clásica de las broncas en la escuela primaria. Sé que tú eres un tipo pacífico y ahora imagino que no te fajas mucho. ¿En estos momentos, qué haces a las 4:20?

Existen dos tipos de muchachos, los que te dicen 'nos vemos a las 4:20' y es para pelea, y los que te lo dicen y es para unirse en una buena talla. Yo soy del segundo grupo. Entonces, a las 4:20 tanto mis amistades como yo, que somos buenos muchachos, lo que hacemos es llenar los pomos y ponernos a jugar futbol con una pelota criolla. Tú sabes…

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2 comentarios

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Profile picture for user Ana J. Faya

Lo descrito sobre Toqui es muy positivo, y se agradece. Cuba necesita de gente joven también, que den la cara, como los de San Isidro y el 27N. Bajo una dictadura represiva como la cubana, no se puede ser solo buena gente. Toqui lo sabe, ¿no?

Profile picture for user Gualterio Díaz

Que den la cara a sabiendas de que van partirsela.