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Economía

¿La cultura al alcance de todos?: cubanos opinan sobre los nuevos precios de los teatros

El Consejo Nacional de las Artes Escénicas rebaja los precios de los espectáculos, tras las críticas recibidas en las redes sociales.

La Habana
Gran Teatro de La Habana.
Gran Teatro de La Habana. Facebook del teatro

El Gobierno cubano se jacta siempre de subsidiar la cultura y el arte en la Isla, pero los teatros, museos y cines también subieron los precios con la llamada Tarea Ordenamiento. En La Habana, el coste de las funciones subieron entre cuatro y cinco veces, en un principio. Sin embargo, los precios propuestos "bajaron" tras las críticas en las redes sociales. 

El Consejo Nacional de las Artes Escénicas anunció este lunes las rebajas en las tarifas propuestas, que oscilaban entre diez y 120 pesos. Ahora los precios quedan entre cinco y 60 pesos, según lo publicado por el portal Cubaescena

Los precios en el Gran Teatro de La Habana pasan para los cubanos de 30 a 60 pesos en platea y palcos de platea; suben de 25 a 50 pesos en el primer balcón, palcos de primer balcón, segundo balcón y palcos del segundo balcón. La tertulia y el paraíso pasan de 10 a 20 pesos. 

Por su parte, el precio único para los extranjeros de 750 pesos, se queda solo para la platea; mientras los balcones costarán 500 pesos y la tertulia y el paraíso, 350 pesos.

En el Teatro Nacional y el Teatro Mella suben los precios de los conciertos de 20 a 40 pesos; las funciones infantiles de cinco a 15 pesos para adultos y para niños, a diez pesos; las funciones de teatro y danza se elevan de diez a 20 pesos, mientras los shows humorísticos de 20 a 50 pesos. 

En el Teatro Miramar pasan de cinco a 15 pesos las funciones de Teatro, Danza y Música; las funciones infantiles suben de cinco a ocho pesos para los niños y para los adultos, a diez pesos; las funciones de humor, de 20 a 40 pesos; y las de cine de dos a cinco pesos. Las funciones en el Bertolt Brecht y la Sala Llauradó suben de diez a 20 pesos, también en el Folclórico nacional pasan a 20 pesos.

La nueva resolución del Consejo Nacional de las Artes Escénicas recoge todas las subidas de precios, que suben dos veces con respecto a los precios antes del inicio de la unificación monetaria y los cambios económicos en Cuba.

La entidad estatal repite la estrategia de otros organismos estatales de proponer primero un alto precio para sus servicios, como sucedió con los cines, la electricidad o el Coppelia, para luego presentar "rebajas" tras las críticas.  

"A partir de un profundo análisis y revisión de las tarifas de los servicios que prestan las instituciones culturales del Consejo Nacional de las Artes Escénicas (CNAE) y como parte del Ordenamiento Monetario y Financiero que se viene desarrollando en el país, se han hecho algunas modificaciones teniendo en cuenta las propuestas artísticas y los públicos hacia los que van dirigidas", señaló la escueta nota publicada en Cubaescena.

Críticas y propuestas antes de las supuestas "rebajas" 

Isachi Durruthy Peñalver, especialista principal del Teatro Martí, fue una de las que criticó los primeros precios propuestos por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas. "Lamentable sería que las excelentes propuestas escénicas, que tendremos próximamente, no cuenten con el respaldo del público", dijo en Facebook.   

"La cultura cubana sí dará un giro determinante, lo está dando hace mucho tiempo; el imaginario de todos aquellos que viven, sueñan, trabajan y disfrutan el arte sufrirá una sacudida con los nuevos precios de las entradas a nuestros teatros, salas de concierto y cines. Cómo lograremos que los padres, abuelos, tíos, nuestra familia, estudiantes, jubilados... puedan costearlo, porque no todos podrán, esa es la verdad", afirmó. 

Durruthy recordó que salir al teatro, implica mucho más que comprar una entrada.

"Ya no podemos decir que la cultura está al alcance del pueblo trabajador, porque después de pagar canasta básica, luz, gas, teléfono, agua y medicinas. Poco queda y como bien dices: ir al teatro es más que una entrada, es transporte, quizás un cafecito en ese acogedor patio del Martí. En fin se ha traicionado a muchos que hicieron que la cultura estuviera al alcance de todos", dijo la fotógrafa Buby Bode.

Por su parte, varios cubanos propusieron en la cuenta de Facebook del Gran Teatro de La Habana, la creación de círculos de amigos con precios especiales.

"Un grupo de espectáculos en cada teatro al año y que se cobre a inicios de año la mitad de un precio módico y que haya un talón mensual u otro mecanismo ya sea anual, mensual o trimestral, cobrando en cada función de las acordadas por las partes, la mitad del precio que se había acordado para los 'amigos'; puede ser del teatro o de la expresión artística", dijo Caridad Torres. 

"Valoren la posibilidad de crear un sistema de abonados, que facilite el acceso a las salas y el costo para los espectadores asiduos. Los nuevos precios, para una persona que asiste como promedio a un teatro (de cualquier tipo) tres veces al mes, pudieran ser aceptables; sin embargo, para los que seguimos la intensa programación cultural de la ciudad, sería casi imposible pagar por todos los eventos que nos interesan y a los que estamos acostumbrados a asistir", pidió, por su parte, Rogelio Castro.

Al parecer, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas escuchó algunas de estas opiniones para modificar los nuevos precios. 

Justificaciones y acusaciones

El portal del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, Cubaescena justificó, a inicios de enero, el aumento de los precios. "El equivalente a la tarifa más alta es de cinco dólares, 20, 30 y hasta 50 veces inferior al de instalaciones similares en otros países. Tomando como base el ingreso mínimo antes y después del ordenamiento, un ciudadano invertía hasta hoy entre el 12 y el 13% de sus ingresos mensuales para asistir a una función del Ballet Nacional de Cuba. A partir de hoy tendría que invertir poco más del 7%. Se mantienen las rebajas de las tarifas a la mitad para estudiantes y personas con discapacidad", reseñó. 

Al respecto, opinaron varios cubanos. Yudel Ricardo Falcón dijo que "ni nosotros ganamos en otra moneda, ni tampoco devengamos un salario que nos permita competir con la escala salarial de la media internacional. Que hay que hacer un ajuste está bien, pero no se puede usar como recurso la comparación. Vivimos orgullosos de lo que aquí tenemos, pero también sabemos que la calidad técnica de los espectáculos, no está a la altura de donde se cobran esos precios 50 veces superior, donde también existen precios y ofertas para estudiantes y personas con menos recursos".

Falcón, también se mostró preocupado por los jubilados que no tienen ninguna ventaja y es un "sector de la población que todavía acude a nuestras salas".

"Cuando tengas que pagar la luz, el gas o la alimentación de tus hijos, los libros uniformes, colas interminables de horas y horas de espera... Un teatro será lo menos que querrás visitar", comentó Evelyn Torres en la página de Facebook del Teatro Martí. 

Cubaescena fue más allá de las justificaciones. En su texto acusó de no entender las modificaciones de la economía, a "los medios financiados por agencias federales estadounidenses y otros que han hecho de la difamación de Cuba, su pueblo y su Gobierno, el centro de su actividad".

"Ahora 'descubrieron' que en Cuba se subsidian el arte y la literatura y se rasgan hipócritamente las vestiduras, después que han enlodado sistemáticamente sin razón alguna a las instituciones cubanas, han inventado artistas y han atacado y difamado a los artistas verdaderos. Nunca les ha interesado la verdad, solo el dinero del imperio y la pretensión de ser actores políticos", agregó la fuente.

Los nuevos precios de los teatros en La Habana se duplicaron tras el reajuste, pero solo el tiempo dirá si los cubanos pueden pagar todos los gastos diarios con un salario mínimo de 2.100 pesos o una jubilación de 1.528 pesos, y les queda dinero para comprar la entrada a una obra de teatro, un espectáculo humorístico o un ballet.

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1 comentario

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Noto redundancia en el mensaje político de DDC respecto a los cambios en Cuba. Constantemente señalan que las mujeres no tienen dinero para pagar Day Care, que el dinero no alcanza para una cena en la plaza de la catedral, que no alcanza el dinero para los teatros. Etc. Definitivamente el problema radica en que la economía socialista no funciona, pero para que haya una economía que funcione, hay que morderse un testiculo y tratar de hacer más dinero. Precisamente las gratuidades tienen que ser eliminadas para poder avanzar. Entonces, está claro que el dinero no le alcanza a mucha gente, pero eso ocurre también aquí. O no?