Terranova es el título del mediometraje que el realizador cubano Alejandro Alonso y el español Alejandro Pérez llevarán a la próxima edición del Festival Internacional de Cine de Rotterdam, Holanda, y que es un homenaje a la capital cubana.
Realizado a partir de una convocatoria realizada por la delegación de la Unión Europea en Cuba, el filme coloca al cine independiente de la Isla en uno de los certámenes más prestigiosos del mundo, adonde concurren títulos cercanos a los discursos del cine de vanguardia.
Terranova, que estará en la sección competitiva para cortometrajes de Rotterdam, se mueve en la cuerda floja entre el cine de ficción y el documental, elaborando un homenaje a la mayor ciudad cubana a partir de la alegoría, no del reportaje.
Alejandro Alonso y Alejandro Pérez son ambos egresados de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV) y colaboran por vez primera.
"Yo hice la cámara y él el sonido directo, pues hemos hecho una dupla. Fue más de un mes de filmación después que se nos presentara la oportunidad de filmar La Habana, algo que yo, que soy de Pinar del Río, no había hecho antes", comentó Alonso a DIARIO DE CUBA.
El también director de títulos como La despedida (2014) El proyecto (2017) y Home (2019), entre otros, aseguró que el trabajo de creación de la pieza fue evolucionando a través de un proceso de descubrimiento donde los realizadores se impusieron como premisa no mencionar ni hacer referencia explícita a La Habana, si bien el ritual de dar vueltas a la ceiba del Templete ubicada en La Habana Vieja, una costumbre respetada por muchos de sus habitantes cada aniversario de la fundación de la ciudad, forma parte de la trama.
En esa búsqueda de una ciudad imaginaria o posible, además de recurrir a Italo Calvino como referente, Terranova aprovecha registros realizados en sitios como las bóvedas del Museo Nacional de Bellas Artes, de los almacenes del Instituto de Cine (ICAIC) en Cubanacán, de la termoeléctrica de Tallapiedra, de la Cámara Oscura ubicada en una de las azoteas de la Plaza Vieja, entre otros.
"Tuvimos suerte, porque nos dieron acceso a todos esos lugares", contó Alonso. "Pero la idea fue distanciarnos de la ciudad real, de ese bullicio y aparente felicidad tropical que se identifica con La Habana, y encontrar otro tipo de musicalidad, más cercana a la idea de la liturgia", agregó.
Aunque Rotterdam tendrá lugar de forma virtual entre el 1 y el 7 de febrero próximos, Alonso y Pérez están ansiosos por vivir la experiencia y felices por ser acogidos en tan especial encuentro, adonde en los años anteriores han accedido algunos de los autores más importantes del cine cubano actual: Carlos Lechuga, con Melaza (2012), Carlos Quintela con La obra del siglo (2015), que fue premiada en esa ocasión, y Rafael Ramírez, con Las campañas de invierno (2019), exhibida en la muestra que el festival holandés organiza en Curazao.
