La manifestación del pasado 27 de noviembre frente al Ministerio de Cultura (MINCULT) es un acto único por sus características, dimensiones y el contexto en que se desarrolló. No es la primera acción de protesta protagonizada allí, pero sí la que más personas ha congregado entre periodistas, intelectuales, artistas y otros miembros de la sociedad civil, dispuestos a expresar sus opiniones e inconformidades con respecto a la institución y sus políticas.
Es la primera vez que miembros de los proyectos más reprimidos y censurados por la institución logran entrar a debatir con funcionarios estatales y expresarles sus demandas: Aglutinador, el Movimiento San Isidro, INSTAR, la prensa independiente, todos en la misma sala.
Lo ocurrido en esa reunión, encabezada por la parte oficial por el viceministro Fernando Rojas, ha generado disímiles estados de opinión tanto a nivel nacional como internacional. Ha levantado el interés de diferentes sectores de la sociedad que empatizan con los manifestantes y sus demandas, que no solo comprenden los derechos artísticos, sino también los ciudadanos. Se han manifestado exigencias referidas a la libertad de expresión y al derecho de la población a participar en los asuntos que competen a la nación.
Uno de los acuerdos del encuentro fue una próxima reunión con el ministro de Cultura, Alpidio Alonso.
Teniendo en cuenta los resultados del diálogo con altos funcionarios del MINCULT y el rompimiento inmediato de acuerdos —como el de no reprimir a los artistas independientes— por parte de las autoridades, algunos de los participantes han expresado sus puntos de vista respecto a la eventual reunión con Alonso.
Para la curadora Solveig Font, organizadora del espacio de arte independiente AVECEZ ART SPACE, "el MINCULT está controlado por otras entidades gubernamentales y no tiene ninguna manera de hacer o decidir, de apadrinar, ayudar u orientar".
"No tienen eso en sus manos y, por lo tanto, es una entidad obsoleta, prácticamente no existe", añade.
"Yo comparo al Estado, en este caso el Ministerio de Cultura, con lo que es un padre machista, atrasado con respecto a un hijo, que son los ciudadanos", dice Font.
"Es decir, el padre no quiere dar el brazo a torcer y dejar que su hijo piensa diferente (…) el padre está equivocado en ciertas ideas, pero sigue pensando en, 'yo te hice, yo te construí, te di lo que tienes, te di ese cuerpo'; por lo tanto, 'yo te controlo y decido quién eres'".
Entre las opiniones que expresan los cubanos, tanto dentro como fuera de la Isla, está la idea de una ruptura a nivel social con el Gobierno por sus estrategias y políticas.
Al respecto, la artista visual Camila Lobón, señala: "No sé si una ruptura, lo que sí sé es que ha ocurrido un hecho inédito donde las personas han cruzado abiertamente la línea de la opinión en las redes a la manifestación pública de sus descontentos y la exigencia de sus derechos".
"Es un punto en el que las personas han hecho un compromiso público con esas causas y, de momento, se está reconstruyendo un tejido social de alianzas, de comunidades (…) A pesar de las campañas de descrédito, este fenómeno que está ocurriendo está haciendo sumar más personas a este debate público y ciudadano".
Días después de la reunión, el martes 1 de diciembre, el preso político Silverio Portal fue puesto en libertad tras una intensa campaña de meses por su injusta encarcelación.
"Han jugado una carta desde el punto de vista emocional con nosotros, pero también con toda la parte de la comunidad que disiente con el hecho de haber soltado a Silverio Portal", considera el artista Julio Llópiz.
"Ellos están contando con que esto pueda ablandar nuestros corazones", añade Llópiz.
"Por supuesto que es una gran noticia. Cuando la recibí en quiénes primero pensé fue en Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo, pues es una lucha común en la que ellos se comprometieron desde el punto de vista personal, como mismo había tanta gente comprometida".
La fecha para el encuentro con Alpidio Alonso aún se desconoce. Poco después de la concentración ante el MINCULT y la reunión con el viceministro Fernando Rojas, Miguel Díaz-Canel dijo en un acto que su Gobierno tiene espacio de diálogo, pero solo para "lo que sea por el socialismo y para todo lo que sea por la Revolución".
