El destacado bailarín cubano Osiel Gouneo, quien se desempeña desde 2017 como figura masculina principal del prestigioso Bayerisches Staatsballett alemán, concedió una entrevista al portal Pointe donde conversó sobre su carrera, su paternidad y su añoranza por Cuba.
Al ser preguntado por su vida en Alemania Gouneo afirmó que le ha aportado mucho en su carrera, entre lo que resaltó el contacto con maestros de ballet, nuevas coreografías y buenos amigos, sin embargo, señaló que le afecta notablemente el frío de Europa.
De la Isla dijo extrañar "la energía cubana", pues señaló que en Cuba "hay un vínculo muy fuerte entre la familia y la música".
"Tengo recuerdos de toda la familia junta, comiendo y bailando. Después del trabajo, no importaba lo cansado que estuviera, siempre había tiempo para los amigos, una partida de dominó y un poco de ron. Ahora, voy a casa y me relajo, envío correos electrónicos y veo la televisión", afirmó.
El bailarín señaló entre sus mayores logros "haber alcanzado un nivel" que puede mostrar en diferentes países, y señaló que su colega, Carlos Acosta, "abrió el camino en Cuba", pues "demostró que el ballet es más que trucos", por lo que está orgulloso actualmente "de continuar con ese enfoque".
Gouneo también se refirió al nacimiento de su primer hijo, que ocurrió en medio de la pandemia de coronavirus, lo que calificó como "un momento perfecto" porque les permitió "pasar mucho tiempo juntos".
Acerca de los papeles que más le han aportado en su carrera mencionó el de Espartaco en su juventud, con el cual dijo sentirse muy identificado, y luego Des Grieux en Manon, "que lo da todo por amor". Además, recordó a Ali, Basilio, Acteon y Solor como personajes que le abrieron puertas.
En Cuba, recordó el bailarín, uno de sus profesores solía menospreciarlo por su color de piel, por lo que afirmó que los consejos que más le han servido en la vida fueron los recibidos de su abuelo, quien le enseñó a tener "autoestima y orgullo", pues le decía "que como hombre negro tenía una carga que soportar, y que nunca debía dejar que nadie le pusiera un pie encima".
"Gracias a los consejos de mi abuelo pude usar las críticas del maestro para trabajar mucho más duro. Ahora sé que los buenos valores y el orgullo pueden convertirse en amor", agregó.
Considerado uno de los más grandes bailarines de su generación, Gouneo desea que lo recuerden como "un artista completo y como una persona que se atrevió a dar un paso adelante", por lo que recientemente confesó haber incursionado en la actuación.
"Fue divertido ver lo lejos que podía llegar con la palabra hablada, ser dramático sin imitar. Se sentía más cómodo. Ese es el tipo de desafío que siempre me ha atraído: riesgos que llevan mi carrera al siguiente nivel. Siempre tendré hambre de ser mejor. He aprendido que puedo estar contento con mi vida, pero nunca estaré satisfecho", finalizó.
A sus 30 años de edad el bailarín matancero ha actuado en varios de los escenarios y casas de ópera más importantes del mundo, como el Coliseo de Londres, el Teatro Bolshoi de Moscú, el Lincoln Center de Nueva York, la Ópera de París y el Teatro Nacional de Japón en Tokio, entre otros.
Además de sus actuaciones con el Bayerisches Staatsballett, Osiel ha sido invitado como Bailarín Principal del English National Ballet, del Royal Danish Ballet y de numerosos festivales de danza.