El joven bailarín, coreógrafo y maestro, Isbel García Villazán, murió el domingo a la edad de 34 años, víctima de una meningoencefalitis bacteriana, informó el portal oficial Cuba Escena.
Graduado de la Escuela Nacional de Danza en 2003, se desempeñaba como director de la compañía Danza Unidos, fundada por el creador Alexis Aguilar, el 13 de agosto de 2006.
García Villazán se unió a este proyecto desde el mismo comienzo y luego, en el año 2014, asumió la dirección del colectivo que mantuvo activo en Bauta, lugar donde se erigió como un promotor cultural en función de su comunidad.
El joven creador tuvo una laboriosa carrera artística, primero como bailarín, con actuaciones destacadas en eventos como los concursos de coreografía e interpretación Solamente Solos, DanzaDos, en los que obtuvo premios; el Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos: Habana Vieja, ciudad en movimiento, y el Grand Prix del Atlántico Norte Vladimir Malakov.
Posteriormente irrumpió en la actuación y el canto en musicales como Rent, donde interpretó uno de los roles protagónicos.
Nacido el 20 de octubre de 1985, García Villazán formó a varias generaciones de estudiantes durante su permanencia como maestro en la Escuela Nacional de Danza, de donde egresó como bailarín. Además, colaboró profesionalmente con varias compañías del país, entre las que sobresale Danza Espiral que dirige la maestra Liliam Padrón.
Alexis Aguilar, coreógrafo con el que trabajó por diez años, publicó en sus redes sociales: "Isbel era de esos bailarines inquietos que siempre estaba indagando, buscando contenido para crear. Era muy espontáneo, natural. Se caracterizaba por ser un joven entregado al arte en todas sus expresiones. Amante de la familia y los amigos. (…) Reía mucho, de muy buen humor. Quería que Bauta estuviera limpia, que fuera un lugar atractivo para el que llegara, y se preocupaba por ello…".
Por su parte, la coreógrafa, bailarina y maestra Maysabel Pintado, escribió: "Se ha ido mi amigo Isbel García Villazán, allá, donde no podré escucharle. Me aferraré a recordar cada momento que pasamos juntos, desde que nos conocimos hace 14 años en un Solamente Solos. Desde esa primera vez que nos dejaron confundidos en el lobby del hotel Santiago-Habana de Ciego de Ávila, porque su nombre y el mío se parecían. Y eso nos persiguió siempre en cuanto evento de danza estábamos. (…) Me quedaré recordando todo su talento y su voluntad por hacer pensar mientras se movía".