James Bond existió, era británico, miembro del servicio exterior y estuvo de misión en Polonia en plena Guerra Fría, revelaron documentos confidenciales hallados por un archivista polaco.
De acuerdo con el diario estadounidense The Wall Street Journal, James Albert Bond, nacido el 30 de enero de 1928 en la zona rural de Devon, Inglaterra, desapareció de Polonia una noche de 1964 mientras caminaba cerca de una base militar soviética.
Para esa época, la saga creada por el escritor Ian Fleming ya era un éxito editorial y se había convertido también en una popular franquicia cinematográfica, después que Sean Connery interpretara el personaje tres veces, encarnando al agente ficticio del MI6.
Pero el verdadero Bond había sido vigilado en silencio desde su llegada a Polonia y su caso se convirtió en un misterio, incluso para los polacos, que crearon una prolija carpeta con sus datos y que fue guardada con celo entre documentos clasificados durante más de cinco décadas.
Los papeles fueron descubiertos hace pocas semanas por Wlowzimierz Lechnio, un archivista que se convirtió en noticia de la noche a la mañana sin esperarlo.
Lechnio, quien leyó los 44 folios que componen la ficha de Bond, intentó despejar el velo romántico que la historia quiere darle al sujeto.
"Él era solo un secretario. La evidencia aquí no indica que fuera un espía", aseguró.
Sin embargo, Marzena Kruk, del Instituto de la Memoria Nacional de Polonia, sostuvo lo contrario: "Vamos, él era un espía haciendo cosas de espionaje. Todas las posibilidades son posibles", dijo.
Filip Hagenbeck, exjefe de contrainteligencia polaco, cree que Jim pudo haber sido usado por el MI6 como un señuelo para distraer a los oficiales polacos del verdadero y desconocido objetivo de Gran Bretaña en ese país.
Hagenbeck, autor del libro Un espía ordinario, señaló en diálogo con The Wall Street Journal: "Sinceramente, no creo que fuera un espía. Lo habían enviando para hacer una especie de cebo. Hacer que la Contrainteligencia lo persiga a él en lugar de a otras personas. Era un juego que se jugaba, ¿sabes?".
Las anotaciones que componen su carpeta confidencial son variadas. Bond estaba casado. Su viuda, Janette, tiene hoy 88 años. Está segura de que, a pesar de que él nunca se lo confesó, su marido era un agente secreto.
La mujer vivió con él en Varsovia y James le pedía que, mientras estuvieran en su casa, se escribieran notas, ya que sospechaba que la inteligencia polaca los estaba escuchando.
Janette Bond también recuerda que tenía que ayudar a su marido a esquivar la vigilancia para poder cumplir con sus misiones. A pesar de ello, de un día para otro Bond y su familia desaparecieron. Retornaron al Reino Unido, donde se dedicó a ser comisionado del Ejército Británico. Luego fue destinado a Chipre y Alemania. Pero por problemas de salud, fue devuelto a casa. Murió en 2005.
La pregunta que busca una respuesta hace décadas gira en torno a quién fue el verdadero Bond que inspiró a Fleming. Para muchos fue un ayudante personal del autor de la saga, quien fuera miembro de las Fuerzas Especiales británicas durante la Segunda Guerra Mundial, como oficial de Inteligencia naval.
Allí conoció al jefe del MI6 de entonces, Stewart Menzies. En ese tiempo, un joven con el nombre que luego encarnaron desde Connery hasta Daniel Craig, fue su ayudante. "Fue provisto de muchos secretos", aseguró al WSJ su biógrafo, Andrew Lycett, dados los contactos que tenía en ese mundo el afamado escritor.