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Cine

Correspondencia audiovisual en tiempos de pandemia: así cuenta su confinamiento un cubano en Brasil

Rodney Blanco Ancheta forma parte de una iniciativa de cineastas de América Latina que se cartean fílmicamente.

Madrid
Rodney Blanco Ancheta.
Rodney Blanco Ancheta. DDC

Los diarios de cuarentena se han puesto de moda en el mundo con el avance de la pandemia del Covid-19. Muchas personas retenidas en sus casas, con sus rutinas alteradas, han decidido contar cómo viven este aislamiento. Uno de ellos es el cubano Rodney Blanco Ancheta, quien vive en Sao Paulo desde hace seis años y ha realizado una serie de videos que funcionan como una correspondencia audiovisual para comunicarse con amigos y familiares.

Rodney es de La Habana, estudió biología y edición audiovisual, y trabajó en la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) por seis años. Allí conoció muchos colegas latinoamericanos con los cuales mantiene amistad hasta hoy en día, y con los que ha emprendido esta iniciativa que han titulado "Correspondencia en tiempos de pandemia".

"El proyecto surgió entre tres de nosotros, Camilo en Rosario, Daniela en Medellín y yo aquí en Sao Paulo", me comenta Rodney por WhatsApp. Se inspiraron en las correspondencias entre los cineastas José Luis Guerin y Jonas Mekas, quienes filmaron en 2011 una serie de nueve cartas en varios lugares del mundo, dando lugar a una relación personal en la que descubren y comparten impresiones, afinidades y puntos de vista.

"La idea génesis fue contarnos con videos cortos cómo estábamos pasando el encierro voluntario en cada uno de nuestros países. Cuando empezamos a publicar en las redes, comenzaron a sumarse más y ahora está creciendo. Tenemos cartas de toda Latinoamérica: Chile, Uruguay, Argentina, Colombia y Brasil", indica.

Aunque los videos hablan de su cotidianidad y sus inquietudes, así como el contexto donde vive Rodney, también Cuba se cuela en estas reflexiones audiovisuales. "Conocí a mi esposa en la escuela de cine, ella es guionista y decidimos venir a vivir a Sao Paulo, porque el mercado audiovisual es mayor que el de Cuba. Siempre, de alguna manera o de otra, están Cuba y mi familia presentes en mis videos."

"Cuando salí definitivamente de la Isla llevé conmigo una maleta con mis ropas y una bandera cubana que tengo en mi escritorio de trabajo. Mi madre y mis hijos, que se quedaron en la Isla, son una constante preocupación en estos días de encerramiento voluntario por cuenta de la pandemia mundial que vivimos. Siempre estoy atento a las noticias que me llegan de la Isla en estos días. Con 80 años, mi madre es una guerrera y siempre estoy encima de ella para que tome todas las medidas de higiene. Lo que más me preocupa es la combinación peligrosa de escasez vs. distanciamiento social que existe en Cuba. Más aún porque sé que se hace muy difícil encontrar productos de primera necesidad y cuando aparecen las personas salen como locas a buscarlos. A eso le sumas que existen muchos irresponsables que hacen caso omiso a lo que está pasando mundialmente y de pronto ya tienes un problemón gigante", opina.

Lo que más extraña de la vida antes del confinamiento:

"Antes del aislamiento siempre estaba intentando conocer más la ciudad, mirarla de una manera diferente, buscando proyectos que me llenasen por más simples que fueran. Montar mis stencils siempre con referencias a Cuba y salir a pintar en la ciudad. Ver y ayudar en lo que fuera a mis amigos y a la familia de acá. Lo mismo ayudando a pintar un cuarto, armando un estudio de sonido, visitando para conocer a sus hijos, llevando un pan, haciendo un almuerzo juntos un domingo o juntarnos por el simple hecho de dar muela. Los parques y el mar también se echan de menos, sobre todo el mar, que es lo que más extraño de Cuba desde que vivo en Sao Paulo y aquí me queda a horas de mi casa, no siempre las rutinas de trabajo y hogar me dejan darme un salto a verlo."

Lo que hará cuando esto pase:

"Creo que cuando todo esto acabe va a ser bien diferente el volver. Me gustaría dar varios abrazos, no importa si cortos o largos, me gustaría ir a besar a mi madre y a mis hijos, verlos a todos juntos y deleitarme con la presencia de cada uno de ellos. Salir a tomar una cerveza en un bar cualquiera y escuchar las historias de cada amigo y reír por el encuentro. Una cosa que ya quiero incorporar a mi vida es siempre despedirme con un “te quiero” y un abrazo. Cuando todo esto comenzó me pesó mucho no haberle dicho esto, ya fuera presencial o por videollamada, a muchos seres queridos que tengo en mi vida cotidiana y en Cuba."

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