El humorista cubano Ulises Toirac ha anunciado cómo sería el "tope" de los chistes que podría establecer el Gobierno, de cumplirse la advertencia del diario oficial Granma, que cuestionó que el humor cubano se burle de los funcionarios estatales.
En su muro de Facebook, Toirac imitó a su colega Luis Silva respondiendo a las autoridades con un post donde se atreve a imaginar como serían los "chistes topados".
En una imagen presidida por el rostro risueño del popular actor, Toirac relacionó las diversas categorías de chistes y el nivel de tolerancia admitido para cada uno, organizadas en orden jerárquico.
Para el intérprete, en el mayor nivel de aceptación gubernamental se ubicarían las burlas a los "contrarrevolucionarios", seguidos por los "macetas", los "dueños de paladares" y los "estafadores", todos con entre un 20 y un 13% de favoritismo en los espectáculos humorísticos.
En puestos intermedios se ubicarían los chistes sobre "sexo", "pinareños", "orientales" y "viejos", en orden descendente.
Ya en las categorías más "peligrosas" cabe el sainete acerca de los "corruptos", aclarando que sean "del sector privado" solamente; los policías (a este punto Toirac coloca la advertencia "¡Ojo!") y, finalmente, los "dirigentes". En este caso, el actor advierte que estos deben ser "de municipio pa'bajo".
Toirac ya había respondido a las críticas de Granma en un largo texto donde aseguró que "primero han de cambiar los dirigentes que las necesidades del humor."
"Igual que el periodista defiende a los dirigentes (no digo que no haya alguno realmente sacrificado, exitoso y honesto), yo defiendo el humor (y no digo que no haya alguno de mal gusto, incoherente y procaz). Porque el humor, en sus búsquedas, practica una importantísima labor para toda la sociedad y que no queda solo en la complacencia risueña del público y su 'destape valvular'", afirmó.
"El humorismo señala, resalta y satiriza todo lo que frena el desarrollo y está en contra del sentido común: tanto en lo ético, lo moral, lo costumbrista y hasta en las tradiciones, sino en lo económico, lo político y lo ideológico", manifestó.
Por su lado, el actor protagonista del show televisivo Vivir del Cuento, Luis Silva, también utilizó Facebook para preguntar: "¿Será que tendremos, próximamente, chistes topados?".
Haciendo referencia a la campaña nacional impulsada por el Gobierno para topar los precios de los productos y servicios privados, Silva ironizó así con la posibilidad de que semejante control se imponga sobre el derecho público a ejercer el humor sobre los dirigentes del Estado.
La pasada semana, Granma se quejó de que el humor cubano ha convertido en "blanco predilecto" del "ridículo" a los funcionarios, acusó a sus representantes de engendrar en el público "repulsa y burla" hacia estas personas y pidió "reírse un poco más" de otras figuras que identifica como el "maceta, el que roba, el contrarrevolucionario, el simulador, el vago".
"El personaje oficial, el cuadro político, el simple dirigente del barrio, el que alguna vez dirigió y ya no lo hace, e incluso los miembros de las instituciones del orden o la legalidad, se han convertido en blanco predilecto a la hora de armar los personajes más ridículos o los que asumen roles negativos en no pocas producciones audiovisuales (humorísticas o no) de los últimos tiempos", señaló el artículo.
El texto ha generado malestar y diversas respuestas, sobre todo de miembros de la escena de la comedia en Cuba.