La última película del cineasta danés Lars von Trier, el provocador largometraje de terror The House That Jack Built (La casa que Jack construyó), llegó al XL Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, de la mano de su protagonista, el actor estadounidense Matt Dillon.
Dillon calificó este domingo como "fuerte" y con enseñanzas morales la cinta de Trier, la historia de un psicópata dañado por un severo trastorno compulsivo, que lo hace un asesino en serie que mata de manera estructurada y siempre escapa impune, reportó EFE.
En este filme que ha sido descrito por la crítica como "terrorífico, violento y monumental", Trier apela a múltiples símbolos, alegorías religiosas, artísticas, literarias, culturales, según dijo el actor estadounidense a periodistas.
"Cada filme que hace este director tiene que ver mucho con su mundo interior e, incluso cuando el tema es muy oscuro, no podemos esperar que aborde el relato de un asesino en serie de la misma manera que lo haría otro cineasta", señaló.
Trier, integrante de una corriente fílmica vanguardista iniciada en 1995 por un colectivo de directores daneses y ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes en 2000 por Bailar en la oscuridad, escribió el guión además de dirigir este filme que marca su regreso al cine después de siete años de silencio.
Dillon confesó que en un principio no estaba interesado en el tema que propone el filme de Trier, pero investigar mucho lo ayudó a meterse en la piel del personaje de Jack, un ingeniero perfeccionista que ansía ser el arquitecto de su propia casa y levantarla como una obra grandiosa.
Sin embargo, refirió que al asumir este rol consideró que los más importante fue "dialogar con el director, conocer su visión del filme".
"Me pareció interesante el concepto detrás de la película", continuó.
El artista, que ha visitado Cuba varias veces dijo que planea trabajar en algún proyecto relacionado con la Isla que le inspiró en 2014 un documental sobre el músico cubano Francisco Fellove (1923-2013).
La Habana acoge la película sobre niños de Chernóbil tratados en la Isla
Un traductor, ópera prima de los jóvenes directores cubanos Rodrigo y Sebastián Barriuso sobre los niños de la antigua URSS tratados en Cuba tras el accidente nuclear de Chernóbil en 1986, se estrenó en la Isla en el marco del Festival de Cine de La Habana.
Los directores agradecieron este domingo en una rueda de prensa la "increíble" acogida del público de su país, que, según destacó Sebastián Barriuso, "llenó las más de 500 butacas" de la sala de cine La Rampa, en el barrio habanero del Vedado, en las dos proyecciones que se ofrecieron el sábado.
Un traductor es la primera película sobre un capítulo de la historia desconocido para muchos: el traslado a Cuba para recibir tratamiento médico de 10.000 niños —como parte de un grupo de unas 26.000 personas en total— afectados por las emisiones radiactivas del desastre de Chernóbil.
La mayoría de los caracteres del filme representan a personajes reales, entre ellos el principal, Malin, un profesor de literatura rusa de la Universidad de La Habana asignado como traductor en el hospital, rol interpretado por el famoso actor brasileño Rodrigo Santoro.
Sin previo aviso las autoridades cubanas sacan a Malin de su puesto en la Universidad y le asignan el trabajo con los niños enfermos tras exponerse a la radiactividad, lo que le provoca una crisis existencial, agudizando el contenido dramático del largometraje.
La película fue proyectada recientemente en el festival Sundance de EEUU, así como en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara en México, y también ha pasado por Australia, Suiza, India y China.
En este último país obtuvo el premio a la Mejor Dirección en la XXI edición del Festival Internacional de Cine de Shanghái.
El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, que comenzó el día 6 y se prolongará hasta el 16 de diciembre, exhibirá en las pantallas de la capital cubana más de 370 filmes, de ellos 333 de América Latina y el Caribe.