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Cine

La Cinemateca de Cuba vuelve a mudarse sin aviso

De la sala 23 y 12 pasa al Multicine Infanta, y no parece un traslado temporal.

La Habana

Los espectadores que acudieron al Cine 23 y 12 a partir del 20 de septiembre se encontraron con que la Cinemateca no estaba. También se encontraron con empleados que no sabían darles una explicación.

La entidad cultural "apareció" finalmente en el Multicine Infanta el 1 de octubre, con un ciclo dedicado al cine de Río Grande do Sul.

La Cinemateca radicó durante décadas en el Cine Charles Chaplin, de la Avenida 23 entre 10 y 12, en el Vedado, y fue trasladada en febrero de 2015 al Cine 23 y 12, a pocas cuadras de su sede anterior.

Ese mismo año, la institución preferida de los cinéfilos y estudiantes de cine, estuvo ya temporalmente en el Multicine Infanta por problemas técnicos de la sala 23 y 12.

Sin embargo, la nueva mudada de septiembre al Multicine Infanta, no fue anunciada por los medios oficiales. Ni siquiera los encargados de la cartelera que publica el periódico Juventud Rebelde cada viernes conocieron del movimiento y reprodujeron, el 22 de septiembre, la programación diseñada de antemano.

Según una empleada relacionada con la administración del Cine 23 y 12, el local estuvo "muchos días cerrado por el ciclón y, el miércoles 20, cuando recomenzamos, supimos que ya no éramos la Cinemateca, sino un cine de programación habitual. Eso sin más información".

Precisamente el día 20 debía comenzar una muestra de homenaje al director portugués Manoel de Oliveira. En su lugar, el cine exhibió la película La gran muralla, del director chino Zhang Yimou, estrenada de manera simultánea en La Rampa y el Yara, y realizada para el gran público, en un lenguaje del todo ajeno al que buscan los asistentes habituales a una Cinemateca.

Además del cine del director portugués, estaban anunciadas algunas de las mejores películas del siglo XXI según una encuesta realizada por la BBC. Entre los títulos programados se encontraban Érase una vez en Anatolia, de Nuri Bilge Ceylan, y Armonías de Werckmeister, de Béla Tarr, dos cintas que pueden encabezar cómodamente cualquier encuesta sobre el mejor cine de lo que va de milenio.

Un empleado del ICAIC parecía más informado sobre las razones del nuevo traslado de la Cinemateca. "El aire acondicionado del Cine 23 y 12 está en muy mal estado y es muy difícil ver una película allí. El Multicine Infanta será la nueva sede", dijo, aunque según esa excusa la Cinemateca debió haber sido trasladada hace mucho tiempo.

En cualquier caso, la permuta indica que se debe reconocer a la Cinemateca una pobre capacidad de gestión, pues ha pasado en menos de tres años de la magnífica sala del cine Charles Chaplin a una sala pequeña de la deteriorada Calzada de Infanta.

El cine Charles Chaplin, cuyo sistema de aire acondicionado acaba de ser renovado, habría sido el huésped natural de la institución cinematográfica hasta el momento en que el Cine 23 y 12 pudiera acogerla nuevamente.

La zona de 23 y 12 ha sido históricamente relacionada con la cultura cinematográfica. No solo por acoger a la Cinemateca sino también porque en sus inmediaciones se encuentran el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y sus estudios de animación, también el Centro Cultural Fresa y Chocolate, la Galería Servando Cabrera, e incluso la otrora famosa pizzería Cinecittá. Instituciones que completaban un complejo cultural significativo y asociado al desarrollo cinematográfico posterior a 1959.

Con la salida de la Cinemateca de esta zona se resquebraja sensiblemente su significado cultural.

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