La congelación de fondos para la ayuda exterior de Washington decidida por la Administración de Donald Trump no solamente afecta a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), sino también a la Fundación Nacional para la Democracia (NED).
Esas suspensiones, que lesionan a numerosos programas humanitarios y de asistencia en decenas de países, así como a grupos necesitados (entre ellos, desplazados por la violencia pandillera en Haití o enfermos de VIH), ha sido aclamado por el régimen de Cuba como una victoria sobre la prensa independiente de la Isla, que depende en buena medida de tales recursos para hacer el trabajo de fiscalización de la represión y otros violaciones de derechos humanos cometidos en el país, temas que nunca serán del interés de la prensa oficial.
"El Gobierno cubano, el ministro de Relaciones Exteriores, hizo algunos comentarios maravillosos que creo que deberíamos colgarnos como una medalla al valor. Están encantados de que se hubieran recortado nuestros fondos", comentó al medio estadounidense WLRN el exsenador cubanoestadounidense Mel Martínez, quien integra la junta directiva de la NED.
La decisión de Trump congeló 97 millones de dólares en fondos aprobados por el Congreso destinados a la organización privada y sin fines de lucro, que fuera creada en 1983 y cuyo apoyo a la lucha por la democracia en el mundo fue decisivo para los grupos de la sociedad civil que contribuyeron al colapso de la Unión Soviética y a la caída del Muro de Berlín.
En los últimos tiempos, la NED ha sido fundamental para el apoyo a los presos políticos y periodistas independientes en Cuba y en la presión por la realización de elecciones libres en Venezuela, entre otras causas cívicas.
"El establecimiento de la NED va directo al corazón de la fe de Estados Unidos en los ideales e instituciones democráticas. Todos los estadounidenses pueden estar orgullosos de esta iniciativa y de la acción del Congreso que la hizo posible", dijo el presidente Ronald Reagan el día de su lanzamiento.
"La NED ha tenido una presencia muy robusta en Cuba, y específicamente en Venezuela, también en Nicaragua. Hemos tenido una tremenda presencia en Venezuela en la lucha por unas elecciones libres y justas, apoyando el movimiento anti-Maduro, que se manifestó en las pasadas elecciones, donde realmente pudimos cuantificar el fraude que tuvo lugar y, de hecho, que la oposición fue en realidad la verdadera fuerza electa. Lo que hacemos en Cuba y en Venezuela es también fomentar una prensa libre, permitiendo que haya un espacio mediático donde no lo hay", comentó Martínez.
"Estas personas son cubanos que trabajan dentro de Cuba y deciden por derecho propio que quieren proporcionar información sobre las actividades que se llevan a cabo en la Isla, que son actos de oposición al régimen, y necesitan recursos para poder hacer eso", señaló.
En el caso de Cuba, la NED contribuye a que los presos políticos del régimen accedan a asistencia legal, además de apoyar a sus familias.
"Las familias de los presos políticos en Cuba son como no ciudadanos. (...) No consiguen trabajo, por lo que están esencialmente a merced del régimen cubano, a menos que haya una manera de que podamos brindarles asistencia para que puedan alimentar a sus familias. No solo eso, sino también para continuar el movimiento para liberar a estos presos políticos. Por lo tanto, [brindamos] asistencia a los presos políticos, contribuyendo cuando salgan a que puedan mantenerse a sí mismos y a sus familias", añadió Martínez.
Luego de la congelación de los fondos, la NED demandó al Gobierno federal, argumentando que la Administración Trump no tiene el derecho constitucional de negarle recursos que han sido asignados por el Congreso.
La paralización de los recursos económicos, apuntó Martínez, "ha provocado el despido o la suspensión temporal de entre el 65% y el 70% de nuestros empleados. Esto ha hecho que eliminemos o detengamos por completo todas las subvenciones a nuestros beneficiarios en el mundo".
"Así que si fueras un movimiento disidente en Cuba y contaras con la subvención para seguir haciendo lo tuyo en internet, o lo que sea que estés haciendo, eso se ha cortado. Desafortunadamente, si eso persiste, simplemente estaríamos cerrados", admitió el exsenador.
Martínez también desmintió a Elon Musk, consejero superior de Trump y encargado de muchos de los recortes que está haciendo la Administración, quien dijo que la NED es "una organización malvada que necesita ser disuelta".
"No estamos involucrados de ninguna manera con la CIA y nunca lo hemos estado, eso nunca fue parte de nuestra misión. No estamos involucrados en ningún conflicto armado de ningún tipo en ninguna parte del mundo. Y sí, a los malos no les gustamos", señaló Martínez, quien consideró que las declaraciones de Musk sobre la NED son erróneas.
"Así que le daría a Elon Musk un poco de espacio para reflexionar sobre lo que está haciendo la NED, y tal vez cuando esté mejor informado pueda tener una visión muy diferente al respecto. Espero que el secretario de Estado, Marco Rubio, sea el que le informe, porque conoce nuestro trabajo y sabe que no somos parte de la CIA ni estamos involucrados en todo tipo de cosas".
"Permítame decir, por cierto, por mi parte, y la gente puede criticarme por esto si quiere, que he estado a favor del cambio de régimen en Cuba desde aproximadamente 1959, o fines de 1960. Y sigo estando a favor del cambio de régimen en Cuba", añadió Martínez.
"Entonces, yo haría todo lo que pudiera para que hubiera un sistema diferente en Cuba, que permitiera a la gente ejercer la plenitud de sus derechos humanos y que esos presos políticos que han sido encarcelados injustamente y que viven vidas horribles tengan una mejor oportunidad de vivir como personas normales. Así que, al igual que el furor en Europa del Este cuando los sistemas cambiaron, creo que sería bastante refrescante para Cuba si hubiera un cambio de régimen. Pero esa no es la política de la NED, ese soy yo", finalizó.