Los alguaciles del distrito autónomo de Janti-Mansisk, en Rusia, expulsaron a dos mujeres cubanas que permanecían residiendo ilegalmente en la ciudad de Nizhnevartovsk, casi 3.000 kilómetros al este de Moscú.
De acuerdo con el departamento de prensa del Servicio Federal de Alguaciles de Rusia en la región, las migrantes de la Isla tenían vencidos sus permisos de estancia en ese país, que es de tres meses. La nota no especifica la identidad de las cubanas ni cuándo llegaron al país.
Por lo anterior, las autoridades señalaron que las extranjeras violaron el régimen de estancia en Rusia y se establecieron ilegalmente en Nizhnevartovsk, de manera que "fueron puestas a disposición de las autoridades policiales y enviadas a la fuerza a Cuba".
Antes de la deportación, las cubanas fueron enviadas a un centro de detención temporal.
"Los alguaciles, para garantizar el procedimiento establecido por los tribunales, llevaron a las infractoras al puesto de control al otro lado de la frontera estatal y las entregaron a los guardias fronterizos. De allí, las mujeres cubanas se fueron a casa", concluyó el informe del departamento de prensa del Servicio Federal de Alguaciles de Rusia.
Los extranjeros expulsados de Rusia por violar el régimen de estancia tienen prohibido volver a visitar el país durante cinco años.
A inicios de febrero, las autoridades de Rusia pusieron en vigor un nuevo conjunto de leyes migratorias que facilitan la expulsión de migrantes y que activistas y defensores de derechos humanos han calificado como "muy peligrosas".
Los últimos cambios legales tienen como objetivo agilizar aún más el procedimiento de deportación de inmigrantes "ilegales", según dijo el presidente de la Duma Estatal, Vyacheslav Volodin. No obstante, activistas que hablaron con el medio independiente The Moscow Times advirtieron que también podrían usarse para atacar indiscriminadamente a los migrantes, particularmente a los de Asia Central.
"[Esta ley] es muy peligrosa", dijo un activista de los derechos de los migrantes de Tayikistán bajo condición de anonimato, por razones de seguridad. "Significa que cualquier policía puede cogerte y expulsarte... incluso si hay evidencia de violaciones por parte del oficial".
Aunque la economía rusa depende de aproximadamente 10,5 millones de trabajadores migrantes procedentes principalmente de Asia Central, los prejuicios étnicos y raciales siguen persistiendo en todo el país. Los funcionarios rusos han dejado de abstenerse de hacer declaraciones antiinmigrantes para mantenerse al día con el estado de ánimo público.
El mortífero ataque terrorista del año pasado en la sala de conciertos Crocus City Hall, en las afueras de Moscú, y el posterior arresto de ciudadanos tayikos sospechosos de llevar a cabo el ataque, llevaron esta xenofobia a un punto álgido, con amplias redadas policiales en comunidades de migrantes en todo el país que vieron a decenas de miles de migrantes detenidos.
Rusia deportó a la fuerza a más de 80.000 extranjeros en 2024, casi el doble que el año anterior, según estadísticas del Servicio Federal de Alguaciles citadas por la agencia de noticias estatal TASS.
Anteriormente, un tribunal tenía que aprobar cada deportación, lo que desencadenaba un proceso de expulsión forzosa que podía durar hasta 90 días, durante los cuales el migrante era retenido en un centro carcelario.
Según la nueva ley de migración, "quieren deportar a una persona en un plazo de 48 horas, lo cual no es realista", dijo el activista de Tayikistán. "Sabemos que puede tomar hasta seis meses para que las personas obtengan un documento que confirme su ciudadanía de un país en particular", recordó.
La nueva ley también otorga a la Policía la autoridad para agregar el nombre de un trabajador migrante al llamado "registro de personas controladas", que enumera a los candidatos a ser deportados.
Las personas inscritas en el registro tienen prohibido conducir, casarse y viajar dentro de Rusia, así como abrir una cuenta bancaria o gastar más de 30.000 rublos (351 dólares) al mes, lo que en la práctica impide enviar remesas a sus países de origen.
En julio de 2024, el Ministerio del Interior de Rusia también propuso duplicar la lista de delitos castigados con la deportación. Los nuevos delitos incluirían desobedecer a un oficial de policía, participar en una reunión masiva y vandalismo menor, el último de los cuales, según la abogada de inmigración Valentina Chupik, es el cargo utilizado para retener al 80% de los migrantes detenidos.
Lo cubanos, que aprovechan la exención de visado vigente para viajar a Rusia, han estado entre los extranjeros deportados por violar el periodo de estancia establecido, de hasta 90 días.
Ni las autoridades rusas ni las cubanas han ofrecido cifras acerca del número de cubanos en situación irregular o expulsados de la nación euroasiática. También impera la opacidad en torno a los cientos de hombres de la Isla reclutados como mercenarios para participar en la invasión de Ucrania, un tema sobre el que tanto La Habana como Moscú guardan silencio.
Podríamos mandar de vuelta a Rusia las rusas ,con maridos ,chamas y todo .Oh ,es que a los bolos no le gustan los mulatos ....